Traducido por el equipo de SOTT.net

Según un nuevo estudio, la ingestión de plástico provoca en los polluelos de aves marinas daños cerebrales "similares a los de la enfermedad de Alzheimer", lo que se suma a la creciente evidencia del devastador impacto de la contaminación plástica en la fauna marina.
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© Southern Lightscapes Australia/Getty ImagesUnos investigadores han descubierto que polluelos de pardela paticlara (en la foto), de aspecto saludable, sufren daños cerebrales por la ingestión de plástico.
El análisis de las jóvenes pardelas, un ave migratoria que viaja entre la isla australiana de Lord Howe y Japón, ha descubierto que los residuos plásticos están causando daños en los polluelos de aves marinas que no se aprecian a simple vista, como la descomposición del revestimiento del estómago, la ruptura celular y la neurodegeneración.

Investigadores de la Universidad de Tasmania examinaron docenas de polluelos, que pasan 90 días en madrigueras antes de emprender su primer viaje. Muchos habían sido alimentados por error con residuos plásticos por sus padres y acumulaban altos niveles de plástico en el estómago.

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© Denise Hardesty/APEstudios anteriores han demostrado que las pardelas, en la foto, son especialmente sensibles a la contaminación plástica.
Los análisis de sangre indicaron que la contaminación plástica había dejado a los polluelos con graves problemas de salud, alterando el estómago, el hígado, los riñones y el cerebro, según el estudio publicado en la revista Science Advances.

"La ingestión de plástico en las aves marinas no es nada nuevo. Lo sabemos desde la década de 1960, pero muchos estudios sobre el plástico se centran en aves realmente demacradas: mueren de hambre, llegan a las playas y no están demasiado bien. Queríamos conocer el estado de las aves que han consumido plástico pero parecen sanas", explica Alix de Jersey, estudiante de doctorado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tasmania, que dirigió el estudio.

"[En los análisis de sangre], encontramos patrones de proteínas muy similares a los de las personas que padecen Alzheimer o Parkinson. Es casi equivalente a que un niño pequeño tenga Alzheimer. Estas aves están sufriendo de verdad los efectos del plástico, sobre todo en la salud neuronal de su cerebro", afirma.

Las pardelas figuran entre las especies de aves más afectadas por la contaminación plástica. Estudios anteriores han encontrado más de 400 trozos de plástico en un solo polluelo de pardela, y el plástico representa a veces entre el 5 y el 10% de su peso corporal total.

Aunque los polluelos son capaces de vomitar parte del plástico antes de emigrar, los investigadores afirman que, dada la gran cantidad, es improbable que todas las aves puedan eliminarlo. A las aves jóvenes examinadas en el estudio se les lavó el estómago, lo que significa que pudieron iniciar sus migraciones al Mar de Japón sin ningún residuo de plástico en su interior.

"Es casi una sentencia de muerte para estos polluelos, lo cual es lamentable porque parecen estar realmente sanos y en forma. Pero conociendo el estado en que se encuentra su cuerpo antes de iniciar la migración, es bastante difícil imaginar que puedan llegar al otro extremo", dijo de Jersey.

Según investigaciones anteriores, menos de 60 multinacionales son responsables de más de la mitad de la contaminación plástica mundial, y seis de ellas de una cuarta parte.