Traducido por el equipo de SOTT.netA finales del mes que viene, Huawei probará su nuevo y potente procesador de IA, el Ascend 910 D, mientras que a principios de mayo empezará a distribuir en masa el anterior 910C a decenas de empresas tecnológicas chinas.

© Sputnik / Lidiya Stanchenko
Estos serios avances son el siguiente capítulo del empeño de Huawei por contrarrestar el monopolio mundial de Nvidia en GPU.
Se supone que el Ascend 910D es más potente que el popularísimo H100 de Nvidia.Huawei no se anda con rodeos en su carrera por fabricar una nueva generación de procesadores. Huawei ha colaborado con SMIC, la mayor fundición de semiconductores de China, para aplicar la litografía ultravioleta profunda (DUV, por sus siglas en inglés) a lo que antes sólo era posible con EUV (tecnología ultravioleta extrema). Una vez más, Huawei y SMIC desafiaron a los
proverbiales "expertos" estadounidenses con creativas soluciones de ingeniería.
Huawei llegó a fabricar chips de 5nm con DUV aunque el proceso es más caro que con EUV. Si Huawei tuviera acceso a EUV ya estaría fabricando chips de 2-3nm. Eso llegará, en poco tiempo, ya que
tanto China como Rusia, bajo el bloqueo permanente de EE.UU. a la alta tecnología, deben desarrollar por todos los medios su propia tecnología EUV.
Los frikis informáticos de Shanghái están convencidos de que Huawei pondrá en marcha las redes 6G antes del final de la década. El nuevo Huawei Mate 70 Pro + es, con diferencia, el mejor teléfono inteligente del mundo, que funciona con Harmony OS. Huawei tiene la mirada puesta en la computación en la nube, la IA y los servidores empresariales, y en convertirse nada menos que en el actor principal en la carrera de la infraestructura de IA.
Abandonar cualquier dependencia de la tecnología estadounidenseA principios de este mes, Huawei presentó CloudMatrix 384, un sistema que conecta 384 chips Ascend 910C. El rumor técnico en Shanghái es que esta configuración, en determinadas condiciones y, por supuesto, consumiendo mucha más energía, ya supera al emblemático sistema de bastidores de Nvidia, que funciona con 72 chips Blackwell.
Mientras tanto, el chip Kirin X de Huawei se dirige al mercado de PC, ofreciendo una dura competencia a Apple, AMD, Intel y Qualcom, mientras que Harmony OS plus elimina la necesidad de utilizar software estadounidense como Microsoft y Android.
Los frikis de la informática de Shanghái juran que China no necesita vencer a Nvidia ni a otros desarrolladores de chips estadounidenses. Al fin y al cabo,
China ya tiene el mayor mercado de consumo del mundo, por volumen y por valor. Si un universo tecnológico paralelo es el resultado probable del mareo arancelario de Trump (TTT, por sus siglas en inglés), que así sea. China ya controla más del 60% del mercado mundial de consumo de dispositivos electrónicos.
Puede que Kirin X no alcance (todavía) la potencia de las GPU H100 de Nvidia. Pero los chips de Huawei ya son el verdadero negocio para todas las empresas chinas que siguen la nueva dirección definida por Pekín de reducir cualquier dependencia de la tecnología estadounidense.
Todo lo anterior nos lleva naturalmente al enorme elefante de la IA en la habitación (digital): Nvidia.
Un libro reciente,
The Thinking Machine: Jensen Huang, Nvidia, and The World's Most Coveted Microchip (La máquina de pensar: Jensen Huang, Nvidia y el microchip más codiciado del mundo), es bastante útil para seguir no sólo la historia personal de la superestrella del director ejecutivo Huang, un taiwanés que jugó a fondo el sueño americano y se convirtió en multimillonario de la tecnología, sino también los envidiables logros tecnológicos de Nvidia.
Huang no interpreta la IA como una superinteligencia emergente de las máquinas y descarta firmemente cualquier analogía directa con la biología. Para este pragmático integral, la IA no es más que software que se ejecuta en un hardware que su empresa vende por una fortuna.
Aun así, Nvidia se ha adentrado en un territorio virgen mucho más allá del Valhalla tecnológico estadounidense, donde posee las acciones más valiosas del planeta: podría decirse que, en lo que respecta a la IA, Nvidia ha inaugurado una nueva fase de la evolución.
Es crucial entender cómo ve Huang a China. De hecho, es un mercado clave para sus chips de IA, y quiere seguir vendiéndolos a montones. Sin embargo, los aranceles de Trump aseguran que eso no sucederá.
Y eso es lo que movió a Huang a deshacerse de sus proverbiales chaquetas de cuero y enfundarse un impecable traje de negocios para una visita estratégica a Pekín, donde afirmó la sagrada importancia del mercado chino, sean cuales sean los nuevos ardides dictados por Trump.
En 2022, el mercado chino representaba el 26% del negocio de Nvidia; este año, ha caído al 13%, debido a los eufemísticos "controles de exportación de tecnología".
El problema es que el gobierno estadounidense, ya en 2022, bajo la anterior administración de la pluma automática, había bloqueado las ventas a China de los avanzados chips A100 y H100. Nvidia empezó a vender versiones modificadas, e incluso después de la prohibición los chips siguieron llegando a China. En junio de 2023, era fácil encontrar A100 al doble de su precio en el mercado negro de Shenzhen.
Huang está convencido de que "ninguna IA debería ser capaz de aprender sin un humano en el proceso", aunque hace dos años admitió que "la capacidad de razonamiento está a dos o tres años vista". Traducción: según Huang, la IA empezará a pensar por sí misma en los próximos meses.
Incluso mientras Nvidia se prepara para invertir miles de millones de dólares en la construcción de superordenadores de IA en Texas, a los chinos, en esencia, no les quita el sueño la "IA pensante": su enfoque es extremadamente práctico, para conquistar no sólo el mercado chino, sino también las cadenas de suministro de la mayor parte de Eurasia.
El Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU. ha llegado a la conclusión de que es demasiado peligroso para China comprar los chips de gama alta de Nvidia, incluso el H20, diseñado para el mercado chino. Huawei, de todos modos, ya produce chips algo comparables al H20.
Huang está perdiendo el sueño porque,
esencialmente, Nvidia está perdiendo el inmenso mercado chino en favor de Huawei, con la contribución directa de Trump. Nvidia tiene decenas de miles de H20 especialmente diseñados para China que simplemente no puede vender. Cada chip cuesta entre 12.000 y 20.000 dólares.
Cómo China está abriendo una "caja de Pandora" digitalEl nuevo impulso de Huawei es un ejemplo más de la voluntad china capaz de enfrentarse a cualquier desafío, basada en el talento autóctono, la experiencia tecnológica y el orgullo nacional. El historial, incluso antes de las sanciones del Trump 1.0, demuestra que Huawei se desayuna enormes batallas cuesta arriba. De hecho
Ascend en muchos aspectos estaba por delante de Nvidia ya en 2019, y por eso dos administraciones estadounidenses diferentes la prohibieron.
China ya está años luz por delante de EE.UU. en la investigación de chips. Las universidades chinas acumulan la mayoría de los puestos en el top diez mundial de artículos publicados sobre semiconductores y de citas, distinción que comparten, entre otras, la Academia China de Ciencias (número uno), la Universidad Tsinghua (una de las dos mejores de China), la Universidad de Ciencia y Tecnología Electrónica de China (número cuatro) y las universidades de Nanjing, Zhejiang y Pekín.
Hace dos semanas oí por primera vez en Shanghái que Huawei alcanzaría a los gigantes estadounidenses de los semiconductores en un máximo de dos años. Ahora, tras el anuncio del Ascend 910D, el rumor se ha trasladado a sólo un año para que China supere a Nvidia y desarrolle mejores máquinas litográficas que las que produce actualmente ASML.
Y el debate está cambiando rápidamente hacia hasta dónde será capaz de llegar Huawei en los próximos 2 o 3 años.
En varios aspectos ya estamos en las primeras fases de una disociación tecnológica entre EE.UU. y China. Durante años, Nvidia ha dominado el espacio del hardware de IA. Sus GPUS son los cerebros detrás de la IA avanzada más contemporánea. El chip H100 es el estándar de oro/platino para la infraestructura de IA en todo el mundo. Los chips de Nvidia tenían una enorme demanda por parte de los gigantes tecnológicos chinos: Alibaba, Tencent, Baidu, Bytedance.
Pronto podría no ser el caso, y eso va mucho más allá de la pérdida certificada de cuota de mercado de Nvidia en China. China está ahora totalmente centrada en construir un ecosistema de
hardware de IA exitoso y autosuficiente. El golpe de gracia será restringir la exportación de todos los minerales de tierras raras a EE.UU. Huaweii se pondrá en marcha en un abrir y cerrar de ojos.
Todo el mundo recuerda cómo DeepSeek R1 eliminó más de un billón de dólares de Wall Street hace sólo tres meses. DeepSeek R2 se lanzará pronto; la formación fue un 97% más barata que OpenAI. Y el entrenamiento tuvo lugar en el Ascend de Huawei. Nada de Nvidia.
Quantum Bird, físico de talla mundial que trabajó en el CERN de Ginebra, pone todo en el contexto que tanto se necesita. Destaca cómo el desarrollo de chips autóctonos por parte de China (y en un futuro próximo, Rusia y probablemente India) es "polifacético; lo que estamos observando son las fases iniciales de una redefinición de la noción de reconocimiento de patrones y aprendizaje automático, tecnologías que los medios de comunicación denominan popularmente 'IA'".
Los chips de Nvidia, señala Quantum Bird, son efectivamente "bestias computacionales", pero funcionan mejor con "modelos de procesamiento y cargas de trabajo típicos de los modelos de 'IA' desarrollados por científicos occidentales". El desarrollo de DeepSeek, en cambio, supuso una transgresión de los modelos establecidos: "Las posibilidades que se abren para dar saltos de rendimiento son enormes, incluso utilizando
hardware relativamente modesto, con enfoques alternativos basados en matemáticas avanzadas y flujos de cálculo diferentes".
En pocas palabras: "Esta es la caja de Pandora que Nvidia teme ahora que hayan abierto los chinos". Y eso enlaza totalmente con la alerta roja de Huang, que provocó su visita a Pekín.Puede que nos estemos dirigiendo hacia un serio desacoplamiento tecnológico. O como lo define Quantum Bird: "Una divergencia tecnológica y científica a medio y largo plazo. Si las arquitecturas que surjan de estos desarrollos son incompatibles a la hora de utilizarlas en modelos específicos de 'IA', Nvidia perderá su monopolio global y se convertirá en una simple empresa reducida a un nicho corporativo/científico occidental".
Incluso cuando Huawei, desde su base privilegiada en el mercado chino, pasara a ganar la mayoría de los mercados de la
Mayoría Global, desde los BRICS a la BRI (Iniciativa Franja y Ruta).
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