- Se juntan varios amigos con intereses económicos en bancos y fábricas de armamento y suficiente influencia política.
- Se elige cuidadosamente una zona del planeta que interese por su localización geográfica o por sus recursos naturales.
- Se busca un fanático islamista para justificar una intervención militar y se adereza su vida y milagros con una serie de atentados terroristas verdaderos o inventados hasta convertirle en la mismísima re-encarnación del diablo-satanás. Se puede cambiar al islamista por comunistas asiáticos o políticos sudamericanos anti-estadounidenses. En casos de extrema pasividad por parte de la población, se hace necesario orquestar una masacre de ciudadanos inocentes dentro del propio territorio nacional o en algún país aliado.
- Una vez preparado el terreno, se procede a declarar la guerra e invadir la zona del planeta previamente seleccionada. Se recomienda pasarse por el forro la opinión pública tanto nacional como global que critique esta decisión, así como los mandatos de organismos títere como Naciones Unidas.
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