
La organización se sintió obligada a iniciar seguimientos de este tipo a partir de los casos de ajusticiamiento ocurridos entre 2009 y 2010 de Oscar Grant en Oakland, Adolph Grimes en Nueva Orleans y Robert Tolan en Houston, y mas recientemente el escandaloso caso del asesinato del joven afro-estadounidense Trayvon Martin a manos de un autodenominado "vigilante comunitario" vinculado a la policía.
Es contradictorio que un país como EEUU pretenda erigirse como juez mundial de los derechos humanos cuando no es capaz de revertir esta tendencia que solo refleja el racismo que aun subyace en la sociedad de ese país.