"Los gérmenes no son concientes que serán incinerados o enterrados vivos junto con el cuerpo humano cuya muerte están causando".Aplicada al contenido de este ensayo, la frase no es simplemente una metáfora; es profunda y aterradoramente atinada. Imagina un mundo que cree en el calentamiento global y que, de repente, reciba el impacto de una era glacial. Estudios revelan que probablemente las eras glaciales son precedidas por períodos de extraños patrones climáticos (confirmado), zonas calientes y frías localizadas (confirmado), lluvias e inundaciones torrenciales y localizadas (confirmado), incremento de polvo cometario en la atmósfera (confirmado), mayor volcanismo (confirmado), una serie de inviernos particularmente fríos y duros (confirmado), entrelazados con olas de calor y sequías localizadas (confirmado); y luego, finalmente, el clímax invernal llega cuando el incrementado calor desde el interior del planeta (evidenciado en un mayor volcanismo) y la simultánea evaporación de los océanos se combina con una atmósfera enfriada y más baja, y la nieve comienza a caer y a caer... a caer... y a caer. Haz la conversión de las extraordinarias lluvias que han caído en partes de la zona superior del hemisferio norte en los últimos años junto a los volúmenes de nieve y fácilmente verás que regiones enteras podrían rápidamente quedar enterradas bajo varios metros de nieve, y suponiendo que el efecto albedo no se active e impida que la nieve se derrita, para cuando suceda, millones de seres vivientes - incluyendo a las personas - habrán perecido, enterradas junto a los patológicos líderes en quienes han creído, erróneamente, que tenían sus mejores intereses en cuenta.
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