Vladimir Putin
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Decenas de miles de rusos exigen un recuento de votos tras las parlamentarias.

"Por unas elecciones limpias". Con esas consignas y desafiando temperaturas bajo cero, miles de rusos salieron a las calles de Moscú a protestar en contra de los resultados de las elecciones parlamentarias del domingo pasado en Rusia y que le dieron la victoria con una leve mayoría en la Cámara Baja a la formación oficialista Rusia Unida liderada por el primer ministro, Vladimir Putin.

En la capital rusa, no se veía una manifestación tan numerosa desde los años de la Perestroika.

Para la oposición y algunos observadores internacionales, el resultado de las elecciones es poco creíble. Incluso, Estados Unidos manifestó que los comicios no habían sido transparentes.

Según los organizadores, al menos 100 mil personas se manifestaron en la plaza Bolótnaya de Moscú. Ahí, la multitud cuestionó la transparencia de los comicios, y exigió un recuento de los votos. Las calles aledañas y los accesos de la plaza se vieron atestados de manifestantes con globos y banderas de distintos partidos políticos.

Los opositores exigieron también el fin del gobierno de Putin, solicitud que se repitió en varias ciudades del país. Un helicóptero policial sobrevoló la plaza durante la jornada y en total se desplegaron 52 mil agentes de seguridad.

El Ministerio del Interior ruso, sin embargo, cifró en 25 mil las personas que protestaron con pancartas con las consignas "Exigimos el recuento de votos", "Devolvamos las elecciones al país", "Rusia Unida, conoce tu lugar".

Pero las protestas también se desarrollaron en otras 15 ciudades rusas, como San Petersburgo, donde participaron 10 mil personas en una manifestación autorizada. Las muestras de descontento se están convirtiendo en las mayores protestas antigubernamentales del país, desde la desintegración de la Unión Soviética, a comienzos de los 90.

Esta ola generalizada de enojo pone en peligro la permanencia de Putin, quien fue Presidente de Rusia de 2000 a 2008, y que ahora busca un tercer período en las elecciones presidenciales de mayo de 2012.

Tanto el Presidente ruso, Dmitri Medvedev, como Putin negaron haber intervenido en los comicios, y el primer ministro acusó el jueves a Estados Unidos de haber alentado las protestas en Rusia. Menos de 100 manifestantes fueron arrestados, cifra mucho menor que los centenares de detenidos en las movilizaciones luego de los comicios parlamentarios.