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Militares de Israel demolieron hoy dos viviendas árabes en el oeste de Cisjordania, horas después de arrestar a nueve palestinos sospechosos de atacar un autobús y otros carros israelíes en Hebrón y Naplusa.

Residentes en la aldea de Al-Duyuk, aledaña a la ciudad de Jericó, señalaron que operadores de buldózer acompañados por patrullas del Ejército sionista también destruyeron una conexión de electricidad en esa zona.

Las autoridades de Tel Aviv alegaron a los legítimos propietarios que sus casas fueron edificadas sin los debidos permisos en el Área C, en la cual Israel tiene total control desde la firma de los acuerdos de Oslo, de 1993.

El Estado ocupante tiene el control de la referida área, que comprende el 60 por ciento de la Ribera Occidental, y únicamente permite a los palestinos construir en un uno por ciento del territorio, que ya está bastante urbanizado.

Por otro lado, fuerzas policiales israelíes detuvieron este jueves a un palestino residente cerca del poblado de Azzun, al oriente de Qalqilya del norte de Cisjordania, bajo sospechas de haber lanzado una bomba de fabricación casera contra un bus, aunque sin causar víctimas.

Uniformados sionistas también apresaron a ocho palestinos por supuestamente apedrear vehículos israelíes en Hebrón y en el sur de Naplusa, apuntó la agencia noticiosa Ma'an.

Apenas dos días después del primer contacto directo en Jordania con la Autoridad Nacional Palestina desde su paralización en septiembre de 2010, Israel multiplicó hoy su hostilidad hacia los palestinos en Cisjordania con la destrucción de negocios y otras propiedades.

Vecinos de Al-Eizariya afirmaron que soldados y buldózers entraron a esa localidad confiscando almacenes y otros bienes comerciales de personas asentadas en Jerusalén Este, los cuales estaban en exhibición en Al-Mashtal, un barrio cerca del asentamiento judío de Maale Adumin.