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El príncipe Guillermo, nieto de la reina Isabel II de Reino Unido y segundo en la línea de sucesión al trono británico, viaja hoy a Malvinas, en medio de tensiones con Argentina por la soberanía del archipiélago suratlántico.

De acuerdo con el diario The Times, el duque de Cambridge, de 29 años, hará el viaje de unas 18 horas hasta Malvinas en un avión de la Real Fuerza Aérea (RAF), con escala en la isla británica de Ascensión, en el medio del Atlántico.

El príncipe llegará a la base aérea de Mount Pleasant en calidad de piloto de helicóptero y se pondrá a trabajar inmediatamente en uno de los dos aparatos disponibles las 24 horas del día para labores de rescate, señala la publicación.

La estancia de Guillermo en el archipiélago coincide con una escalada verbal entre Reino Unido y Argentina ante el inicio de las exploraciones petroleras británicas en la litigada zona.

En ese sentido, los alegatos argentinos se basan en la explotación por manos británicas de los recursos naturales de la plataforma de ese estado suramericano, que toman como punto de partida a las disputadas Malvinas.

Semejantes tensiones se enmarcan en un conflicto mayor que se resume en el reclamo centenario de Argentina sobre la soberanía de Malvinas, territorio usurpado por Londres a Buenos Aires desde 1833 y que derivó en una guerra entre ambos Estados en 1982.

A casi 30 años de la confrontación bélica que dejó una profunda huella en la conciencia nacional argentina y costó la vida a 649 argentinos frente a 255 británicos, la visita del príncipe europeo resulta en extremo sensible para el país austral.

El pueblo argentino lamenta que el heredero real arribe a suelo patrio con el uniforme del conquistador y no con la sabiduría del estadista que trabaja al servicio de la paz y el diálogo entre las naciones, denunció la cancillería argentina.

El pasado mes, el primer ministro británico, David Cameron, acusó de colonialismo a Argentina y actualizó los planes de defensa de Malvinas ante "un eventual ataque argentino".

Como era de esperar, tales afirmaciones suscitaron el rechazo del Estado suramericano, que insistió en su legítimo derecho a las Islas y consideró ofensivas las declaraciones de Cameron.

Asimismo, Buenos Aires instó a Londres a acatar la resolución de Naciones Unidas para la búsqueda de una salida pacífica negociada al conflicto, opción históricamente rechazada por los europeos.

En tanto, el Gobierno británico anunció el despliegue de más tropas en el militarizado archipiélago y comunicó la víspera el envío de uno de sus buques más modernos, el "HMS Dauntless" en sustitución de la fragata "HMS Montrose", en coincidencia con una subida de tono y de las tensiones a ambos lados del Atlántico.