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© AFPSarkozy: “Los recortes hacen falta para no acabar como Grecia o España”
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha vuelto a afirmar hoy que los recortes del gasto público que ha aplicado su Gobierno son necesarios "para no acabar como Grecia o España". "Miren lo que pasa en Grecia hoy mismo, ¿quién querría que Francia estuviera en la situación de Grecia?", ha dicho. "Miren lo que ocurre en España, donde los salarios en la administración pública y las pensiones se han reducido y los horarios de los funcionarios han aumentado".

Durante una visita a la nueva sede de la Dirección General de la Gendarmería Nacional en Issy-les-Moulineaux, en las afueras de París, Sarkozy ha prometido que seguirá aplicando de forma "sistemática" la regla de no sustituir a uno de cada dos funcionarios que se jubilan. "Francia debe reducir el gasto público. No lo he decidido por gusto, sino porque era indispensable", ha comentado, antes de reiterar que su objetivo es "desintoxicar" a Francia del gasto público excesivo.

Las autoridades francesas, a diferencia de las alemanas, se han mantenido muy discretas hasta ahora sobre la aprobación por el Parlamento griego del nuevo plan de ajuste, en medio de fuertes protestas en la calle, para poder beneficiarse de un segundo rescate de la troika. Sarkozy, que afronta esta primavera su reelección en las presidenciales, declarará esta semana oficialmente su candidatura.

Aunque hoy se ha negado de nuevo a decir cuándo, probablemente lo hará el miércoles o el jueves a través de una entrevista en televisión, y el domingo protagonizará su primer mitin en Marsella.Hasta ahora, todas las encuestas dan como ganador al aspirante socialista, François Hollande, que encabeza los sondeos con siete u ocho puntos de ventaja sobre el presidente saliente. Ambos están por delante de Marine Le Pen, la presidenta del Frente Nacional, de extrema derecha.

La izquierda francesa, contra el recorte griego

La rabia y la ansiedad por el futuro inmediato, los partidos de izquierda franceses han reaccionado con furia a la situación social y económica que vive Grecia. La dirigente socialista Ségolène Royal ha definido como "intolerable" la suerte de los griegos tras el voto, el domingo, del nuevo plan de ajuste, y tanto en la izquierda como en el centro político las quejas ante las imposiciones de la Troika se han mezclado con el temor a que el incendio social aumente y se propague por Europa. Es el riesgo lógico, ha dicho Dominique de Villepin, si solo se pone en práctica una política de austeridad que es "una cura de caballo inútil".

El ex primer ministro y candidato a las presidenciales ha explicado que Francia y Alemania "no han encontrado el punto de equilibrio que habría permitido poner en marcha políticas eficaces y soportables para las poblaciones" en Europa, y ha considerado que "el alineamiento de Francia con Alemania es un fracaso de la política francesa". Villepin ha añadido que "es preciso encontrar el equilibrio entre el rigor y el crecimiento porque la crisis no es un simple paréntesis, sino un cambio extremadamente profundo de nuestra política".

Ségoléne Royal ha sido bastante más dura y ha abierto fuego contra las instituciones europeas, a las que ha acusado de "cobardía". "Atenas arde y ¿dónde está [Jose Manuel] Barroso, el ultraliberal que los dirigentes han puesto al frente de la Comisión Europea, qué hace el Parlamento Europeo, dónde están los ministros del consejo de ministros Europeo?", ha preguntado. El entorno de François Hollande, candidato socialista a las presidenciales de la primavera, se ha mostrado más templado. En declaraciones a LeMonde.fr, Pierre Moscovici, director de la campaña de Hollande, ha confirmado la inquietud del equipo ante el futuro de los griegos. "Nos preguntamos adónde va Grecia, ver un país europeo en esta situación de empobrecimiento y revuelta popular debería al menos llevar a las autoridades europeas a interrogarse sobre su respuesta contable".

El diputado, que suena con fuerza como posible primer ministro si Hollande gana las elecciones, ha añadido: "Si Europa no hace otra cosa que poner el pie en el freno, sin añadir ninguna solidaridad ni políticas para el crecimiento, vamos a entrar en un círculo vicioso". El Partido de Izquierda, cuyo candidato es Jean-Luc Mélenchon, ha llamado a los demás países europeos a ejercer mayor solidaridad con Grecia y a resistir frente al plan de austeridad impuesto por la Troika (la Comisión Europea, el BCE y el Fondo Monetario Internacional).

Mélenchon ha participado esta tarde en una concentración ante la embajada griega en París, y ha convocado una nueva protesta para el 21 de febrero, la fecha en que la Asamblea Nacional debe aprobar el tratado que instaura el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) que reemplaza al actual fondo de rescate. Mélenchon ha dicho: "La mejor forma de ser solidario con el pueblo griego es rechazar este tratado para que el BCE preste directamente a los Estados a las mismas tasas a las que presta a los bancos".

Según el líder de la izquierda radical, los disturbios ocurridos el domingo en Grecia "muestran una radicalización contra las medidas de rigor que podría propagarse a Francia". La candidata de Lucha Obrera, Nathalie Artaud, juzga como justa la cólera de los griegos, "reducidos a la miseria para felicidad de los banqueros", y advierte que es necesario aprender de lo que llama "la lección de Atenas": "Lo que sufren ellos allí es lo que nos espera a nosotros aquí". Los ecologistas han compartido esa visión, y su candidata Eva Joly viajará el martes a Atenas para trasladar su solidaridad y explicar que Europa "tiene una responsabilidad" en lo que está sucediendo.