En su texto, La confusión del veganismo, advierte que consumir vegetales no evita la muerte de animales. Bertonatti ha enfurecido a cientos de veganos y vegetarianos, también a otros profesionales de la conservación de la naturaleza. Sin embargo, muchos de los que le leyeron aprendieron algo sobre los derechos de los animales que nunca se habían parado a pensar.
Hemos hablado con Claudio sobre su idea sísmica, y también sobre las claves de la polémica.
Claudio, usted ha sido vegetariano. ¿Por qué tomó esa decisión?
Cuando era adolescente me empezaron a interesar la naturaleza y los animales, y pensé que al convertirme al vegetarianismo iba a evitar la muerte de muchos de ellos. Pero cambié de opinión.
¿Qué pasó?
Empecé a estudiar la naturaleza y la fauna, a salir al campo a observar. Me di cuenta de que en los cultivos agrícolas no había aves, y que las pocas que había estaban perseguidas. Entonces estudié anfibios, mamíferos, reptiles y peces, y me di cuenta de que estaba confundido.
¿Por qué?
Siendo vegetariano evitaba la muerte y el sufrimiento de los animales domésticos, pero no la de las especies silvestres. Y muchas de estas, a diferencia de las vacas, los cerdos y las cabras, están desapareciendo. Entonces cambié, y volví a ser omnívoro.
¿Qué le impulsó a escribir este artículo?
En Argentina me topo con mucha gente que dice ser defensora de la naturaleza porque no come carne y no llevan cueros ni zapatos de piel. Creen que siendo veganos o vegetarianos evitan cualquier muerte animal. No es cierto.
¿Por qué?
Desde el momento en que los humanos empezamos a criar ganado y adoptamos la agricultura, generamos impactos. No hay especie animal que no mate o no coma mediante la muerte de otros animales, directa o indirectamente. Entiendo que puede ser doloroso, a mí también me gustaría vivir en un mundo ideal, pero la realidad es otra. No todos, pero muchos veganos creen que no causan ninguna muerte, lo mismo que la gente que viste sólo ropa de algodón, y sí lo hacen.
¿Muertes indirectas?
Trigo, arroz, maíz. La mayoría de los veganos los comen. El primer impacto de los cultivos masivos es la deforestación: desalojamos a la naturaleza para plantar. En Argentina directamente se quema la selva y se queman nidos con lanzallamas. Luego hay que defender la siembra de las aves que vienen a hurgar, por lo que muchos propietarios distribuyen granos envenenados. Después, los herbívoros silvestres van a ir a por los primeros brotes: se ponen entonces alambradas eléctricas, o directamente se cazan a tiros.
¿Qué ocurre en la cosecha?
Se fumiga para combatir hongos, insectos, otras plantas. Las animales que expulsaste van a ir a los lugares vecinos, donde ya hay animales: no hay más plazas de hotel. Entonces van a los cultivos vecinos, y se produce otra ola de impactos.
Por el contrario, afirma que en los campos que se dedican al ganado hay más especies animales.
En Argentina hay muchos pastizales silvestres. Sales a caminar y encuentras de todo: anfibios, reptiles, pájaros. Por supuesto, mentiría si dijese que hay los mismos animales que si no estuvieran las vacas. El ganadero también persigue a la fauna y matará a todo animal que considere perjudicial para su producción. Pero aún así el impacto es menor. Al decir esto mucha gente siente que la estoy acorralando.
¿En qué sentido?
En el sentido de que no hay una posición correcta: si comes carne matas animales, y si comes plantas también. Mucha gente que se preocupa por temas ambientales busca los buenos y los malos, y no es así, todo es más complejo.
Ponga un ejemplo.
Aquí hay mucha gente que se manifiesta diciendo "No a la minería". El lema debería ser "no a la minería que explota recursos y personas de forma desaforada". Esa gente usa computadoras que no existirían sin los metales que salen de las minas. Me sorprende que no puedan ver más allá.
¿Qué opina de la forma en la que se produce la carne de forma mayoritaria, de la industria cárnica?
Es una tragedia. El feedlot yla mayoría de los mataderos en Argentina son ejemplos excelsos de crueldad. ¡Cómo voy a decir lo contrario!
Hay datos que señalan que los recursos para conseguir carne son tremendos en comparación con los vegetales. Y que, de hecho, los cultivos son una buena parte de esos recursos: en un alto porcentaje, se utilizan para alimentar al ganado.
Así es, sé que la mayoría de los cultivos de soja sirven para eso. Yo no digo que los veganos sean tontos ni que haya que ser carnívoro, digo que hay que ser normal y solidario, adoptar una posición inteligente.
¿Cuál es esa posición inteligente?
Ser solidario con la naturaleza, el mal menor. Hay que fomentar el consumo responsable y la muerte humanitaria de las reses, pero para un fundamentalista hablar de muerte es pecado. ¿Cómo quiere que la llame, eutanasia?
Comentario: Hay quienes experimentan con mucho éxito en el campo de la producción sustentable y el consumo responsable. Vea por ejemplo:
Si lo he entendido, usted lo que pretende es advertir a algunos veganos y vegetarianos de que no es posible el impacto cero.
La mayoría de las personas vivimos en ciudades, y muchas desconocen el mundo natural. Pregúntale a tus amigos si son capaces de nombrar 10 animales o 10 plantas silvestres del entorno donde viven.
Probablemente no podamos.
Si no conocemos la naturaleza, su diversidad, tampoco podemos valorarla. Nuestro universo se restringe a lo que vemos: perros, gatos, canarios, gallinas, cerdos, patos, vacas. Nuestra sensibilidad se dirige a ellos, y es como mirar a través del agujero de una cerradura. El mundo es más amplio y más complejo, puedes aceptarlo o no.
Comentario: Esto es esencial. Quienes claman el amor a la naturaleza, deben dedicarse primero a conocerla y entenderla, o sino, mucho de lo que hagamos queriendo "salvar a la naturaleza", realmente puede terminar destruyéndola. Las intenciones pueden ser nobles, pero si actuamos con ignorancia, nuestras acciones pueden llevar, de hecho, a lo contrario de aquello que anhelamos. "El camino al infierno está hecho de buenas intenciones", dicen. Y Bertonatti no ha sido el único que lo ha notado, Lierre Keith, una activista ambientalista que ha sido vegana por unos 20 años, lo explica muy bien en su libro El Mito Vegetariano.
Habla como si conociera a muchos fanáticos.
Hay fundamentalistas carnívoros y veganos. Cuando les escucho con ese tono tan carente de dudas, con un nivel de certeza, como científico, me asusta. En una posición fundamentalista sólo se presta atención a la gente que piensa como uno mismo, y los demás, si no son enemigos, amigos no son. Es contradictorio.
¿El qué?
Que un carnívoro sea violento me resulta hasta comprensible, pero que un vegano lo sea es filosóficamente incongruente.
¿Ha conocido a veganos violentos?
Fui director geneeral del zoológico de Buenos Aires. Renuncié porque intenté transformarlo en un centro de conservación de especies amenazadas y no pude. Había veganos que se manifestaban en la puerta del zoo y gritaban asesinos a la gente que entraba, a los niños incluso. Eso le hace daño al veganismo. La gente piensa: si el veganismo es esto, no quiero saber nada. No son todos, claro, pero hay mucha gente que desarrolla una empatía enorme sólo por los animales domésticos. Muchos acaban odiando a la gente, y eso es patológico, no es bueno.
En su artículo dice que si la humanidad se hiciera vegana de pronto, sería una tragedia. Pero hay quien dice que si todos fuéramos veganos necesitaríamos menos cultivos que siendo omnívoros.
Yo escribí el artículo para poder debatir en mi país, donde el movimiento vegano viene con un análisis precario del medio ambiente. Si toda la humanidad se volviera vegana pensando así (no por otros motivos filosóficos, regligiosos, de salud, con los que no me meto), sería una tragedia porque no estaríamos comprendiendo los problemas medioambientales del mundo.
No le convencen estos datos.
Si un veganismo bien entendido contribuye a mejorar el mundo natural me haré vegano con gratitud. A mí lo que me preocupa es la conservación de la biodiversidad, que la riqueza de formas de vida que hay en el mundo no se empobrezca.
Pero, insisto, ¿si todos los argentinos fueran veganos, no harían falta menos cultivos?
No lo sé. Digo que no hace falta ser vegano para conservar la naturaleza o la biodiversidad. No soy especialista en desarollo agroproductivo, pero por lo que sé sobre el medio ambiente, siempre conviene diversificar la producción. Que haya cultivos, vacas, apicultores...diverso.
Comentario: De hecho, hay quienes sí saben concretamente que el veganismo es, simplemente, antinatural para el ser humano y, de hecho, si la humanidad se volviera vegana de repente, sería una tragedia ambiental, ya que, alimentar al mundo basándonos en cereales no solamente sería como estallar bombas atómicas a nivel del impacto ambiental en el suelo, sino que, además, sería súmamente dañino para la salud humana. Volvemos a recomendar el libro El Mito Vegetariano. Y no se pierda nuestro programa de radio SOTT al respecto:
¿Qué carencias ve en el movimiento vegano?
Nunca los veo luchando por la creación de nuevos espacios protegidos, o combatiendo el tráfico ilegal de especies. Los veo contra las corridas de toros, que ya no se celebran en Argentina, y contra los mataderos. Es como si solo vieran los animales domésticos que, insisto, no se están extinguiendo. No digo que esté mal, sólo que hay mucho más que eso.
En general, ¿cree que no hay suficiente conexión entre el veganismo y la conciencia ecologista?
Lo que me parece peligroso es que dediques todo tu esfuerzo a salvar el gato negro sin saber nada del medio ambiente, porqueigual estás malgastando ese esfuerzo, o ese esfuerzo podría tener más impacto en otro lado. Hay que tener una visión amplia, quizá te ayude a analizar mejor la situación. Si después quieres dedicarte a la defensa de los gatos negros, me parece bárbaro, te lo agradezco. No es incompatible la defensa de los derechos de los animales con la conservación de la naturaleza.
Es evidente que hay un choque entre ambientalistas y animalistas, y sin duda va a marcar el futuro de la humanidad.
Me recuerda un poco a los partidos de izquierda. Parecen enemigos entre sí cuando en realidad son lo más parecido y los que deberían ser más afines. ¿Sabes quién es el mayor enemigo de la conservación de la naturaleza?
¿Quién?
El indiferente. Muchos indiferentes creen que todos los que estamos preocupados por el medio ambiente somos iguales, que no comemos carne, que somos monjes verdes y no tenemos sexo. No es cierto, ¡somos gente normal!
La naturaleza lleva implícita la muerte. Mezclar sentimientos con la naturaleza no parece muy científico, pero por otro lado está la conciencia humana y la responsabilidad sobre una industria contraminante y atroz. ¿Quién se equivoca?
Hay errores en los dos bandos. Los ambientalistas creen que los veganos y vegetarianos son meros sentimentales. Por otro lado me preocupa la indiferencia por los animales silvestres y la biodiversidad, no es coherente. Asumo que la humanidad es una máquina de devorar el mundo,un antropólogo dijo que encarnamos un modelo cosmofágico, devoramos lo que nos rodea.
Comentario: En palabras de Lierre Keith:
"Para muchos fue un artículo de fe creer que el vegetarianismo era el camino de la salvación para nosotros y para el planeta. ¿Cómo iba a ser posible que, al mismo tiempo, estuviera destruyendo a ambos?En realidad, lo que subyace a la actitud de devorar al mundo, es la naturaleza patológica de esa red interdependiente de vastos sistemas de poder, los líderes que han logrado posicionarse en altas posiciones, donde su influencia genera el caos que vemos en tantos ámbitos de nuestra realidad presente. Recomendamos leer:
Tenemos que estar dispuestos a enfrentar la respuesta. Lo que asoma entre las sombras de nuestra ignorancia y nuestro estado de negación es una crítica de la civilización misma. Puede que el punto de partida sea lo que comemos, pero final es toda una forma de vida, el reparto del poder global, y una medida no pequeña de apego personal a estos
En el último capítulo de este libro no hay una lista de Diez Cosas Simples. Porque, a decir verdad, el mundo no se puede salvar con diez cosas simples. No hay solución personal. Sí hay una red interdependiente de disposiciones jerárquicas, vastos sistemas de poder que deben ser enfrentados y desmantelados. Podemos no estar de acuerdo sobre la mejor manera de hacerlo, pero es indudable que debe ser llevado a cabo si es que pretendemos que la tierra tenga al menos una oportunidad de sobrevivir.
Los valores tácitos que los vegetarianos dicen honrar - justicia, compasión, sustentabilidad- son los únicos capaces de crear un mundo de conexión en lugar de uno de dominio; un mundo en que los humanos perciban a cada criatura - cada piedra, cada gota de lluvia, cada uno de nuestros hermanos emplumados o peludos- con humildad, asombro y respeto. {...}
¿Está satisfecho con el revuelo que ha causado su texto?
Muchos me insultan, me atacan diciendo que maté a un oso polar, lo cual no es cierto. Otros me están aportando nuevas visiones, ¡y yo les doy mil gracias! Yo solo soy un albañil de la conservación de la naturaleza, un jardinero, y me equivocado miles de veces. Hago lo que puedo y no me ofendo por equivocarme. Pienso como un científico, no como un fundamentalista.
Desde hace tiempo tengo la sensación de que en muchas webs de conspiraciones se da publicidad a ciertos autores o teorías sólo porque van contra el sistema, sin pensar ni meditar lo más mínimo si el tema en cuestión es moralmente aceptable o no.
Está claro que con la libertad de expresión cualquiera puede escribir un libro contando lo primero que se le ocurra, eso es inevitable e incluso deseable (no me estoy refiriendo al entrevistado en esta ocasión, sino en general). Pero otra cosa diferente es publicarlos, en esta web o similares, sólo porque son artículos que crean polémica y van contra la opinión mayoritaria de la sociedad y por tanto como buenos conspiranoicos hay que darles salida y publicidad.
Yo es que ya me he cansado de esto. No sólo me pasa con vosotros, también con otros investigadores. Como Rafael Palacios, Sorcha Faal, Daniel Estulin, Despierta al Futuro, La Gazzetta del Apocalipsis, Crónicas Subterráneas, Benjamín Fulford, y otros más. Ya estoy harto de leer barbaridades que son anti-espirituales, pero no sé por qué razón se están convirtiendo en dogmas de la nueva espiritualidad. Supongo que será por no reflexionar lo suficiente.
Voy a hacer un resumen de las que para mí son más perniciosas y en casi todas partes las tratan como algo positivo (aunque no necesariamente son todas de Sott):
Aceptar como moralmente válido que haya libertad de posesión de armas porque el Estado las tiene en monopolio o porque los delincuentes acaban teniéndolas. Confieso que me haría gracia ver a Jesús armado hasta los dientes porque el Imperio Romano era represor y criminal o porque Belén estaba lleno de indeseables que en cualquier momento podían asaltarle y robarle. Y lo mismo podría decir de Buda, y de muchos otros hombres pacíficos que ha habido en la historia. Si el Estado tiene el monopolio de las armas lo que NO hay que hacer es que todo el mundo tenga armas. La gente que está luchando por los derechos humanos y contra la tortura policial no propone que nosotros también tengamos libertad para torturar a políticos y policías. Lucha para que el Estado no torture. Eso es lo que hay que hacer, que los Estados dejen de tener armas. Es difícil, pero no imposible de conseguir. Si luchamos para que todos tengamos armas lo que haremos será extender la violencia. Cuando se permite a los ciudadanos tener armas para que puedan enfrentarse a los delicuentes, lo que hacemos es extender la delincuencia, no reducirla.
Aceptar que cada familia eduque a sus hijos en casa en vez de mandarlos a la escuela obligatoria donde aprenden a convivir con otros niños sin la proteccion de los padres, es decir, aprenden a vivir en sociedad. Me da la impresión de que ésto último, la sociedad, los otros, es lo que en el fondo odian muchos que van de espirituales y alternativos. El principal papel de la escuela obligatoria es que el niño salga de su zona de confort y seguridad y conviva con sus semejantes y aprenda a resolver conflictos él solo, o mejor aun, aprenda que el conflicto con los demás forma parte de la experiencia humana y hay que aceptarlo y no dramatizarlo. También es importante que aprenda a hacer cosas que no le gustan, pues así aprende a auto-controlarse, cosa indispensable para vivir en sociedad. Los contenidos que se imparten en la escuela y los métodos de aprendizaje sí que son discutibles, pero la existencia misma de la escuela obligatoria no. No se puede extirpar una pierna por tener infectado un pie aunque parezca lo más fácil y efectivo. Si fuese malo para nosotros convivir con los demás lejos de nuestros seres queridos de confianza, ¿para qué hemos salido del paraíso? ¿No vivíamos allí en la perfección, abundancia, felicidad, etc.? ¿Para qué tantos roles en tantas encarnaciones con lo agusto que estábamos con nuestro Padre celestial? Para aprender, para evolucionar, para crecer, para tolerar y amar a los demás, para conocernos a nosotros mismos, para aprender a valernos solos.
Ir contra el Estado sistemáticamente y querer desmantelarlo. El Estado tiene muchos defectos pero hay que aplicar el mismo tratamiento que a la escuela: corregir, no desmantelar. Muchos que ya nacieron con la educación obligatoria ya instaurada y con un Estado bien articulado ya instaurado, los echarán de menos si los desmantelan, es algo de lo que estoy completamente seguro. En el fondo no somos más que niños mimados a quienes nos han dado todo hecho, y que nos parece que la herencia de nuestros padres es un estorbo, fundamentalmente porque no sabemos lo que es vivir sin ella. Cuando estemos sin ella la vamos a echar de menos y tendremos que volver a luchar lo mismo que lucharon ellos en su día para lograr todas estas cosas. Si la escuela es tan mala, ¿para qué tanta lucha en el pasado para que hubiera escuelas por todas partes? ¿Nuestos padres eran tontos? En cuanto falte el petróleo y no tengamos coches, ni internet, ni medicinas, casas, ni calefacción, echaremos de menos muchas cosas que ahora como niños consentidos nos estorban. Echaremos de menos un Estado organizado que sea capaz de hacer frente a ese tipo de desafíos y a grandes desastres. El Estado está en manos de criminales y psicópatas, pero eso es lo que hay que combatir, echarlos fuera, no echar abajo el Estado.
Ir contra el movimiento gay o contra las feministas también sistemáticamente. Algunos llegaron a decir que el feminismo es una creacion satánica y por tanto todos los que se benefician de este movimiento también son satánicos. Ignoro si fue Satanás quien creó el feminismo, pero sé que mi madre en sus tiempos no podía administrar sus bienes sin la firma de mi padre, ni podía pasear de noche porque sería tratada de puta. Hoy gracias a las luchas del feminismo mis hermanas ya casadas administran su dinero como ellas quieren y pueden ir por donde quieran sin ser insultadas. Son satánicas, y yo sin enterarme. Y también podríamos hablar mucho de los gays. La solución es esconderlos debajo de la alfombra, como hace Putin, el adorado en tantas webs alternativas, o directamente negar su existencia como hacen en Irán, otro país del eje del bien. Lamento comunicaros una realidad difícil de solucionar: serán creación del diablo o un fallo de la naturaleza, pero los gays existen y quieren vivir visiblemente, sin esconderse. Soluciones, por favor.
Poner al patrón-oro como un sistema deseable ignorando todos los problemas que ha causado siempre que se ha puesto en funcionamiento. También voy a confesar algo, me bastó leer una vez que la "Confederación Galáctica" abogaba por instaurar el patrón-oro para darme cuenta de que la Federación Galáctica y sus comunicados no son más que una patraña. Con esto va a pasar lo mismo que con la escuela y el Estado, ¡cuańto vamos a echar de menos el papel moneda si se instaura el patrón-oro! El papel moneda para mí es uno de los mayores inventos del ser humano, a la altura de la rueda o la máquina de vapor. Lo malo que tiene es que ha coincidido con una época malísima donde el egoísmo superlativo es la norma, y el papel moneda está administrado por avaros que han destruído la economía. Pero infórmense sobre el banco central que tenía montado Gadafi en Libia y comprobarán que el papel moneda bien administrado le da mil vueltas al patron-oro. Se dice que el papel moneda no tiene respaldo real, pero el oro ¿qué respaldo real tiene? El oro tiene exactamente el mismo respaldo que el papel moneda: la confianza en él. Se admite el oro como medio de pago porque la gente confía en él. De hecho había tribus en Oceanía que no le daban ningún valor al oro. La única diferencia es que el papel moneda se puede imprimir como se fabrican churros y el oro no. Pero esto es una diferencia, no una desventaja. Todo depende de como se usen uno y otro. La cantidad de oro que hay en el mundo es más o menos la misma y se necesite mucho tiempo y trabajo en las minas para aumentarla. Esto fue uno de los grandes obstáculos en el pasado para el crecimiento de la población y el desarrollo económico. Como vemos tanto el ser el oro un bien escaso como el poder fabricar papel moneda a gusto del gobierno, son cosas que nos pueden perjudicar o beneficiar. Pero para mí, el papel moneda bien administrado le gana por goleada al patrón oro bien administrado.
Pensar en términos de "el bien y el mal" y al mismo tiempo hablar sobre un nuevo mundo donde todos seamos hermanos y vivamos en armonía y felicidad, sin meditar sobre la contradicción evidente. ¿Qué hacemos con los malos? ¿Los exterminamos? ¿Se convertirán al bien? ¿O seremos nosotros quienes nos covertiremos al mal? Por favor que alguien me explique cómo pasamos de pensar en buenos y malos a vivir todos en armonía y en paz. El bien y el mal son inventos del ego. Eso se sabe desde hace milenios en todas las escuelas espirituales.
Negar que el ser humano es el principal responsable de todos los desastres que asolan este planeta, incluído el cambio climático.
Para mí esta última es la mayor aberracion que cometen los periodistas alternativos, pues están colaborando muy activamente con la degradación de la tierra, y cuanto se degrada la tierra se destruye todo lo que hay en ella incluida a la propia humanidad. Y eso que todos los profetas culpan al hombre. El más explícito fue Rasputín ("Encontraréis en la cuna al monstruo de los monstruos: el hombre sin alma"). Concretamente Rasputín culpa al hombre de todo: ingeniería genética, radiactividad, contaminación ambiental, incluyendo atmósfera, ríos, mares y oceános, tierras cultivables, cosechas, guerras, desastres económicos, enfermedades, destrucción de la sociedad, egoísmo desmedido y competitividad, etc. etc. etc. Pero da igual lo que diga Rasputín, lo que diga Juan de Jerusalén, lo que diga el Apocalipsis, o lo que digan todos los profetas del mundo juntos. Lo importante es ir contra los calentólogos, y como éstos dicen que la causa del cambio climático es la actividad económica humana, entonces nos vestimos de anti-corporaciones y negamos lo que es más que evidente, como en vuestro último programa de radio.
Como dije arriba ya estoy harto de los dogmas de esta nueva espiritualidad. Y en el círculo de personas en el cual me muevo, esto cada vez va teniendo más fuerza: la gente se harta de escuchar sandeces, se está empezando a hartar de seguir a ciertos "periodistas" e "investigadores". Supongo que será sólo en mi círculo particular y no algo generalizado, porque cada vez más gente en la sociedad está despertando y empieza a consultar este tipo de webs, pero con la gente que yo me relaciono ya hace años que estamos metidos en este mundo de la información alternativa y queremos ya otras cosas, no queremos nuevos dogmas, de eso ya tuvimos bastante en el pasado. Ya estamos hartos de las críticas a los gays, al Estado, a Israel, a Estados Unidos, ya empezamos a hartarnos de lo guay que es Putin, y de lo maravilloso que va a ser el patrón oro, etc. Ignoro si vuestra intención subconsciente es ir sistemáticamente contra todo lo que le gusta a la sociedad sólo porque sois espirituales y antisistema, pero esa es la sensación que tenemos cuando leemos esta web y similares. Falta de reflexión y de meditación y tratamiento superficial de los temas, muchos tópicos y poca substancia.
Con respecto al artículo en cuestión, ya he visto en este sitio web otros artículos contra los vegetarianos. Parece que ahora somos el nuevo objetivo de los conspiranoicos. En uno de ellos se decía que la dieta vegetariana no es sana, lo cual es directamente una mentira. Había otro artículo más pero no recuerdo cual ni de qué trataba. Ahora voy a ir concretatamente contra éste de Claudio Bertonatti.
El autor viene a decir más o menos que los vegetarianos también matamos animales. ¡Por supuesto! Cuando nos duchamos matamos a agentes patógenos de la piel, cuando respiramos matamos a microorganismos que están en el aire, cuando caminamos seguro que hemos pisado más de un insecto sin darnos cuenta, cuando encendemos la luz de nuestras casas estamos colaborando a matar aves y murciélagos que mueren en las palas de los molinos eólicos o colaboramos con los miles de seres que mueren por la contaminación de las centrales de carbón, o con el desastre medioambiental que provoca una fuga radiactiva de una central nuclear, etc. etc. etc. Y por supuesto también lo que dice el autor: que los campos de cultivo de cereales son fumigados por lo cual mueren millones de insectos, y algunos están rodeados de vallas electrificadas que provocan la muerte de más animales, y otras cosas más que dice.
En eso está de acuerdo todo el mundo. Lo que ya no es aceptable es la manipulación que se hace del asunto en cuestión. Viene a decir que total como los vegetarianos también matan animales, para qué ser vegetariano, comamos directamente carne. Eso viene a ser lo mismo que decir "voy a matar a mi vecino, a fin de cuentas todo el mundo es un asesino aunque no lo crea, pues por sólo subir en un autobús ya estamos colaborando con nuestro dinero a que haya millones de muertos en las guerras del petróleo, o por pagar impuestos ya estamos poniendo nuestra granito de arena en el gasto militar. Torturemos directamente a nuestros hijos, de todas maneras ya lo hace la policía a la cual le pagamos el sueldo con nuestros impuestos". Desde aquí animo a todos los que lo deseen a que maten a sus vecinos o torturen a sus seres queridos, porque de todas formas ya lo están haciendo indirectamente aunque no lo crean. O que vayan ellos mismos a bombardear palestinos, o a extirpar el clítoris a las mujeres africanas, porque da igual que no lo hagan con sus propias manos, si de todas formas colaboran con ello.
Lo de los impuestos me da mucho juego, porque todo lo malo que hace el Estado lo hace con nuestro dinero, por tanto somos co-responsables de: promover o permitir chemtrails, corrupción política, subsidios a la Iglesia Católica incluyendo violación de menores, corridas de toros, peleas de gallos, toros embolados, financiación de farmacéuticas, destrucción de la naturaleza con autopistas, aeropuertos, centrales eléctricas, ¡¡financiación de científicos calentólogos, y del movimiento gay y de la ideología de género!!, malversación de dinero público, colaboración con el tráfico de drogas, asesinato de disidentes, empobrecimiento de la población, apoyo sistemático a multinacionales y élites económicas, por ejemplo Nestlé y su intención de privatizar todo el agua del mundo, por ejemplo los banqueros internacionales que arruinan paises enteros, por ejemplo Monsanto o cualquier otra multinacional, por ejemplo favorecer el capital especulativo, creación del Estado Islámico, de Alqaeda, apoyo a las operaciones de bandera falsa, a la invasión y destrucción de Afganistán, de Irak, de Siria, de Pakistán, etc. etc. etc. Todos colaboramos con eso por muy antisistema que nos creamos, por tanto, hagámoslo directamente nosotros, a fin de cuentas es lo mismo una cosa que la otra.
Se puede contra-argumentar: pero un vegetariano es vegetariano porque quiere, yo tengo que pagar impuestos por obligación. Respuesta: puedes irte a vivir a la selva o a una cueva o puedes hacerte mendigo, si no lo haces es porque no quieres, por tanto el contra-argumento no tiene validez.
Si los impuestos dan para mucho juego, internet también. Y muchos que van de alternativos seguramente usan email, y Youtube. Cada vez que entran en Youtube o en Gmail están colaborando con Google, por tanto con la NSA, con la CIA y organizaciones similares. No lo autorizan expresamente, pero da igual porque sí que utilizan voluntariamente internet. Por tanto son tan culpables de ello como si directamente entraran en casa de un vecino por ser sospechoso antisistema y lo llevasen detenido. ¿Esto parece exagerado? Pues es lo que argumenta Claudio Bertonatti. Y ya no hablemos de Facebook, de Microsoft, y de otras muchas empresas que estamos apoyando sólo por entrar en internet aunque no lo sepamos. Y qué decir de la publicidad que aparece en Youtube y en otras muchas webs. Estamos colaborando con todas esas corporaciones y con todo el mal que hacen. Podemos hacerlo directamente, para qué privarse de ese placer. Si al final resulta que es lo mismo...
Cuando nos vestimos. ¿La ropa que usamos está fabricada con explotación infantil? Si es así llevemos un niño a casa y explotémoslo nosotros mismos. ¿El perfume que usamos o la loción para el afeitado conlleva experimentación con animales? Si la respuesta es sí, podemos torturar libremente en casa a nuestra mascota. La taza que usamos en el desayuno junto con la cuchara o tenedor ¿vienen de China? Aquí habría mucho que hablar, pero me centro en los ríos de colorines que hay en China producto de la contaminación industrial. El usar yo una taza comprada en un bazar chino me da permiso moral para vaciar en el rio de mi pueblo un bote de pintura de 25 Kg. pongamos por caso.
Y miles de cosas más que se podrían decir.
En fin se trata de una manipulación argumental que no tiene más objetivo que calmar nuestras conciencias: "puedo comer carne tranquilamente, porque aunque no la comiese de todas formas colaboro con la muerte de animales".
Y por si fuera poco el autor del libro continúa diciendo que los que comen carne acaban matando menos animales que los vegetarianos porque las vacas se crian en ciénagas o en campos donde no se fumiga, ni hay vallas electrificadas, ni cosas por el estilo. Pues lamento darle la mala noticia que los campos de agricultura intensiva no sólo están para alimentar a vegetarianos, sino a la gran mayoría de los omnívoros, y para alimentar a millones de vacas, cerdos, pollos, gansos, pavos, conejos, etc. no criados al aire libre sino en granjas con mucho sufrimiento, que al final serán comidos por seres humanos. También hay muchos vegetarianos que sólo consumen productos de la agricultura ecológica, donde no hay pesticidas ni insecticidas. Y por cierto no se nos olvide lo más importante: cuando alguien come carne estará comiendo la carne + los vegetales que han alimentado a la carne, con lo cual siempre será más perjudicial que cualquier vegetariano.
Perdón por el rollo que he soltado y por si alguien se sintió ofendido.