Ningún ser humano puede salvarse de sentirse triste alguna vez y usualmente pensamos en esto como algo displacentero. Pero en verdad la tristeza puede cumplir funciones muy importantes y ser parte de una buena salud mental a niveles moderados. Veamos qué dicen los siguientes 10 estudios al respecto:
triste
El mal humor puede ser motivante (cuando es seguido de buen humor)

Un estudio del 2011 que evaluó a desarrolladores de software dos veces al día por un período de 55 días, encontró que los más comprometidos con su trabajo en la tarde eran aquellos que cambiaron de un mal humor a uno positivo, comparados a aquellos que eran felices o miserables todo el día. Los investigadores piensan que aceptar los momentos negativos de la vida (conflictos, crisis, errores) como parte inevitable de la experiencia integral humana nos beneficia. Según ellos, la ausencia de experiencias negativas haría que percibieramos menor necesidad de actuar y de comprometernos con nuestros trabajos.

Abraza a tu mal ánimo y no te lastimará

Un estudio del 2015 entrevistó a 365 alemanes e indagó sobre sus actitudes hacia las emociones negativas y positivas; también se les preguntó sobre su salud física y mental. Luego monitorearon los estados de ánimo de los participantes durante 3 semanas utilizando sus smart phones. El vínculo entre los malos estados de ánimo y los resultados negativos (en relación a la salud mental y física) variaba dependiendo de la actitud que ellos tuvieron hacia las emociones negativas. Los participantes con actitudes negativas tendían a pagar el precio usual: a mayor actitud negativa, peor salud mental y física, tanto en el momento como a largo plazo. Sin embargo, entre los participantes con una actitud más positiva, estos vínculos se reducían o incluso ni existían.

Probablemente te sientas mejor luego de un buen llanto

Darte una oportunidad de sumergirte en tu tristeza puede ser catártico a veces, al menos a corto plazo. Eso fue lo que se observó en un estudio publicado en 2011, en el cual 97 estudiantes mujeres completaron un diario sobre llanto durante 40 a 73 días. Se reportaba con más frecuencia que el ánimo luego de llorar no cambiaba (60.8%), pero un 30% de las sesiones de llantos se asociaron con un cambio a un humor más positivo. Los episodios de llanto más intensos (no más largos) se asociaron con resultados más positivos en relación al ánimo, lo mismo fue cierto para los episodios de llanto que siguieron a sentimientos de inadecuación y que dispararon un cambio positivo en la situación. También, llorar en compañía de otra persona estaba asociado más regularmente con estados de ánimo positivos que llorar solo o en compañía de varias personas.

Sos más persuasivo cuando estás triste

Para este estudio del 2007, se provocó el estado de ánimo feliz o triste a través de películas cortas. Luego, los participantes debían escribir argumentos para persuadir a alguien de cambiar su opinión en alguna cuestión controversial. Los científicos observaron que las personas tristes producían mensajes más efectivos que las personas felices, y lo que es más interesante, sus argumentos eran más persuasivos. El efecto parece deberse a que las personas tristes producen más argumentos concretos y específicos que los sujetos felices.

La depresión moderada podría mejorar la empatía

En un estudio del 2005, psicólogos de la Universidad de Queen (Canadá) encontraron que los estudiantes con depresión moderada tenían mayor habilidad para detectar las emociones de otras personas, incluso cuando solo estaban viendo fotografías de los ojos. Aunque también es importante resaltar que esto podría tener un lado malo, ya que su sensibilidad les da más oportunidades para desplegar sus sesgos negativos cuando interpretan reacciones emocionales pasajeras.

Estar de mal humor probablemente no afecte tu desempeño mental

En un estudio llevado a cabo este año, los participantes completaron versiones similares del mismo test mental por cinco días consecutivos, los test evaluaban cuestiones como memoria y velocidad de procesamiento. Cada día, antes del test, los sujetos también completaban medidas de su estado de ánimo. El estado de ánimo y el desempeño mental de los participantes fluctuaban durante el curso del estudio, sin embargo no estaban vinculados, es decir que no había evidencia de que estar de mal humor se asociara con un mal desempeño en los tests mentales.

Los líderes que están tristes fomentan un estilo crítico de pensamiento

Para este estudio del 2013, estudiantes de negocios recibieron instrucciones sobre una tarea de parte de un gerente que les hablaba a través de un video. Las palabras eran las mismas para todos los estudiantes, pero el video de algunos mostraba a un gerente feliz y el de otros a uno trsite. Luego del video, los estudiantes que recibieron el video con el gerente feliz se desempeñaron mejor en una tarea creativa; por otro lado, a los estudiantes que observaron a gerente triste les fue mejor resolviendo sudokus, utilizados para medir el pensamiento analítico.

Sentirte triste te hace menos propenso a creer información engañosa

Los investigadores de un estudio del año 2005, les pidieron a los participantes que miraran fotos de un accidente de autos. Una hora después, recordaron eventos tristes o felices de sus vidas, práctica que puso a los sujetos en un estado de ánimo feliz o triste. Luego respondieron preguntas sobre el accidente automovilístico, algunas de las cuales eran engañosas. El hallazgo principal fue que los participantes que estaban tristes eran menos engañados que los felices.

Sos menos crédulo cuando te sentís bajoneado

Un estado de ánimo triste nos puede hacer menos crédulos y mejores al detectar mentiras, de acuerdo con un estudio del 2008. A través de películas, se provocaron estados de ánimo tristes o felices en los participantes, quienes luego miraron un video de alguien mintiendo o diciendo la verdad sobre haber robado o no un ticket de la habitación de alguien. Los participantes tristes eran más escépticos en sus respuestas a estos videos y eran mejores al detectar qué personas del video estaban mintiendo.

Las estados de ánimo negativos son parte de una vida significativa

Una encuesta norteamericana, publicada en 2013, encontró que las personas que calificaban sus vidas como más significativas también tendían a reportar más estrés, ansiedad y preocupación. Los investigadores opinan que estas personas, capaces de sacrificar placeres personales para hacer contribuciones constructivas a la sociedad, deberían ser reconocidas y respetadas.