Un grupo de senadores estadounidenses presentó al Congreso el proyecto de ley sobre nuevas sanciones contra Rusia, informó el senador Ben Cardin. © Sputnik News¿Pretenden dejarle un serio problema a Trump o sólo buscan revancha por haber perdido las elecciones?
"Estas sanciones afectarán a su capacidad de exportar, usar el sistema bancario y tener propiedades en EEUU", dijo en una rueda de prensa.
Añadió que las sanciones se aplicarán contra "el sector energético, aquellos involucrados en la privatización de activos rusos y (la compra) de títulos de deuda soberana de Rusia".
Cardin precisó que
las sanciones serán contra los individuos a quienes en el Senado consideran responsables por ataques cibernéticos contra EEUU. Además, una parte del borrador se refiere a "las acciones (de Rusia) en Ucrania y Georgia" y la reunificación de Crimea. Las sanciones se aplicarán también "contra la corrupción, el uso de noticias falsas como una arma y violación de derechos humanos".
Para que el borrador se convierta en una ley, deberá ser aprobado por ambas cámaras del Congreso y firmado por el presidente del país.
Comentario: Esta actitud de borrico ha superado todas nuestras expectativas respecto a cuan torpe, ridículo, y patético puede ser un gobierno. Después de años de aplicar sanciones, boicotear el precio del petróleo, y buscar pleitos por doquier, sin conseguir en términos fácticos dañar seriamente a la economía rusa ni logar obligarlos a cambiar un ápice su agenda, el gobierno de EE.UU. sigue empecinado en utilizar tácticas prehistóricas que ciertamente le dieron buenos resultados en las primeras décadas de su dominio global.
El hecho de que sean incapaces de siquiera ser mínimamente originales y mostrar un minúsculo indicio de creatividad en el diseño de sus tácticas, sólo nos hace pensar en la naturaleza psicopática de estos sujetos. Como bien lo expone Niall Bradley en su artículo
Psicópatas en el poder: El parásito del súper-organismo humano:
Estudios han hallado que la "intelligentsia" es generalmente mucho menos inteligente que el ciudadano promedio al que ellos [los gobernantes] 'guían'. Un estudio, citado en el excelente libro de Robert Kirkconnell American Heart of Darkness, una revisión de la historia de los Estados Unidos a través de las lentes de la Ponerología, halló que el 58% de los norteamericanos son más inteligentes que el presidente norteamericano promedio. Y en términos de carácter moral, se concluyó que la mayoría de los presidentes no tienen casi ninguno en relación al promedio nacional.
Se hace cada vez más evidente que la inteligencia no abunda en estos estratos. Poco a poco el mito del psicópata super-inteligente tiende a romperse para ser reemplazado por una visión más realista donde su mayor poder parece residir en una capacidad más bien relacionada con su habilidad para desarrollar una limitada cantidad de estrategias exitosas y repetirla hasta el cansancio.
Esto es precisamente lo que estamos viendo, psicópatas a los que se les acabó el repertorio y se han quedado estériles y sin recursos para conseguir sus viles objetivos.
Comentario: Esta actitud de borrico ha superado todas nuestras expectativas respecto a cuan torpe, ridículo, y patético puede ser un gobierno. Después de años de aplicar sanciones, boicotear el precio del petróleo, y buscar pleitos por doquier, sin conseguir en términos fácticos dañar seriamente a la economía rusa ni logar obligarlos a cambiar un ápice su agenda, el gobierno de EE.UU. sigue empecinado en utilizar tácticas prehistóricas que ciertamente le dieron buenos resultados en las primeras décadas de su dominio global.
El hecho de que sean incapaces de siquiera ser mínimamente originales y mostrar un minúsculo indicio de creatividad en el diseño de sus tácticas, sólo nos hace pensar en la naturaleza psicopática de estos sujetos. Como bien lo expone Niall Bradley en su artículo Psicópatas en el poder: El parásito del súper-organismo humano: Se hace cada vez más evidente que la inteligencia no abunda en estos estratos. Poco a poco el mito del psicópata super-inteligente tiende a romperse para ser reemplazado por una visión más realista donde su mayor poder parece residir en una capacidad más bien relacionada con su habilidad para desarrollar una limitada cantidad de estrategias exitosas y repetirla hasta el cansancio.
Esto es precisamente lo que estamos viendo, psicópatas a los que se les acabó el repertorio y se han quedado estériles y sin recursos para conseguir sus viles objetivos.