SOTT.net ha estado compartiendo esta comprensión de cómo funcionan las cosas en la política (y en otras partes) durante muchos años, por lo que nos toca el corazón ver a más observadores de los acontecimientos mundiales escribiendo sobre esta 'ciencia de la naturaleza del mal ajustada a propósitos políticos'.
"Psicópatas" por Manuel Hidalgo para el diario El Mundo, 3 de noviembre de 2017:
A partir de algunos indicios, fruto de la observación, me puse a investigar. A diferencia de lo que solemos creer y decir, un psicópata no es necesariamente un asesino en serie a lo Norman Bates o Hannibal Lecter. Psicópata es un individuo con un trastorno importante de personalidad de efectos antisociales. Los asesinos son minoría en el conjunto de los psicópatas, quienes, según el psicólogo canadiense Robert Hare, constituyen más del 1% de la población y "se desenvuelven como pez en el agua" en el mundo de las finanzas y de la política.
El citado Hare y, antes, el psiquiatra Hervey Cleckley, máximos investigadores del asunto, señalaron los principales rasgos del comportamiento psicopático, que voy a resumir y poner en común a continuación. A ver a qué y a quiénes les suenan: encanto superficial, poca fiabilidad, ausencia de sinceridad, carencia de culpa y remordimiento, dificultad para aprender de la experiencia, egocentrismo y narcisismo patológicos, notable capacidad verbal, excesiva autoestima, propensión a la manipulación, forma de vida parasitaria, falta de objetivos realistas a largo plazo, impulsividad, actuaciones irresponsables y negativa a aceptar la responsabilidad de esas actuaciones...
El psiquiatra polaco Andrzej Lobaczewski estableció los fundamentos de la Ponerología, esto es, del estudio del mal en relación con situaciones políticas injustas. Y enfermas. Y acuñó el término Patocracia -control y poder sobre el sentimiento y el dolor-, que definió así: "Un sistema de gobierno creado por una pequeña minoría patológica que toma el control de una sociedad de personas normales". De otra manera: élites psicópatas dirigen de modo totalitario a una sociedad que acaba siendo motivada por valores puramente patológicos.
Del blog Pathocracy tomo y sintetizo algunas características de la Patocracia, según las teorías de Lobaczewski concretadas en su libro La Ponerología política. Una ciencia de la naturaleza del mal adaptada a propósitos políticos. Son éstas: supresión del individualismo, ideología fanática, intolerancia hacia el diferente, corrupción generalizada, gobierno paranoide, desprecio a los ciudadanos que los patócratas dicen representar, propaganda y control de los medios de comunicación, doble discurso, utilización de la gente como mero recurso para los fines de los patócratas, adoctrinamiento, división de la población para fomentar un conflicto de bandos...
Pues nada, buen fin de semana."
"Ponerología Política" por Juan Ezequiel Morales para el diario Levante, 1 de septiembre de 2017:Por último, tenemos el artículo de Vicente Vera para ABC que no habla de la ponerología, bueno, sí lo hace porque trata el problema catalán (y no hay nada más ponerológico en España en estos momentos que el teatro de psicópatas entre la élite catalana y madrileña, por así decirlo) pero sólo menciona la ponerología al final, citando el artículo de Manuel Hidalgo para El Mundo que hemos compartido arriba. Vicente Vera parece entender las implicaciones de esta ciencia y el peligro que supone para aquéllos que se atreven a promulgarla, así que ha sido escueto al mencionarla y ha cerrado su artículo con la siguiente advertencia: "Ojo avizor y miren por internet."
Que la delincuencia es una rama de la política es algo casi estructural, y más en estas épocas en las que la fórmula democrática se ha convertido en una moda social, histórica y filosófica indiscutible y, por tanto, también su sombra, la corrupción. Consustancial al que manda es la prebenda, puesto que gobernar es disfrutar de la prebenda discrecional de decidir el futuro social, mediante actos que cuestan poco (como los emperadores romanos cuando viraban su dedo hacia abajo) pero dejan mucho dinero a lobbies, allegados, grupos políticos afines, etcétera. El hecho de que, en democracia, cada cierto tiempo haya cambios, no incluye que desaparezca esa naturaleza humana que tiende a la sinecura, sino que ésta se perpetúa en los grupos o partidos, y se redistribuye el beneficio entre varias familias, es más, lo que puede provocar la democracia es la mayor rapidez con la que trasiegan las bocas de congrio, prestas a tragar lo que sea, antes de que desaparezca la oportunidad de cada cuatrienio. Es así que la corrupción existe menos en una dictadura, pues en ese sistema de gobernanza la preocupación es más por gestionar la violencia, y el reparto de la propiedad pasa a segundo término. Establecido esto, fijémonos en un texto de un psiquiatra polaco, Andrzej Lobaczewski, publicado en inglés en Red Pill Press, 2006, con el título de Political Ponerology: A Science on the Nature of Evil Adjusted for Political Purpose. Ponero es la palabra griega que designa al mal, y Lobaczewski lo comenzó a estudiar desde un punto de vista psiquiátrico, pero saliendo al contexto social, para determinar qué tipo de personas, imbricadas en el mal por naturaleza, lograban liderar a ciertas masas con su comportamiento nulamente empático.
Lobaczewski comenta: «En cualquier sociedad de este mundo, los individuos psicopáticos y algunos de los otros tipos de desviados crean una red activa ponerológica de convivencia común, parcialmente extraña de la comunidad de persona normales». Y sigue: «Podríamos enumerar varios nombres atribuidos a tales organizaciones -pandillas, turbas criminales, mafias- que astutamente evitan choques con la ley mientras buscan ganar su propia ventaja. Tales uniones frecuentemente aspiran al poder político para imponer su legislación conveniente sobre las sociedades, en nombre de una ideología convenientemente preparada, sacando ventajas en la forma de una prosperidad desproporcionada y la satisfacción de su anhelo de poder». Esta es una definición del comportamiento y razón de las que denomina Lobaczewski «asociaciones ponerogénicas», como lo es cualquier partido político que, en origen, siempre se enmascara detrás de la careta de entrega por el bien común, no por otra cosa sino porque la naturaleza gregaria inviste a todos los ciudadanos de esa creencia ingenua en seres que les quieren hacer altruistamente el bien, como las ovejas cuando tiran detrás del líder o delante del perro que las guía. Lobaczewski habla de que las pandillas siempre han proporcionado oportunidades a los jóvenes psicópatas, y en una extensión sociológica no es en vano decir que los partidos políticos siempre han proporcionado grandes oportunidades a los medrosos y parásitos sociales.
Lobaczewski habla de que la tendencia del asociado ponerogénico es egoísta, insensible, egocéntrica y agresiva, concentrándose en los pandilleros como ejemplo bruto, pero si observamos a los partidos políticos, la naturaleza ponerogénica llama justamente a miembros egoístas, insensibles, egocéntricos, y con un grado de agresividad escénica, desplegada, por ejemplo, en las mascaradas de los mítines. Vanita vanitatis. La propuesta filosófica de Nietzsche en Así habló Zaratustra es la misma, pero como una lucha individual, un apretón evolutivo del ser, un ser que se pega virtualmente con su propia naturaleza culpable, para intentar erigirse por encima del ahormamiento social e histórico, del que nace y sobre el que se aúpa. En el caso de la ponerogénesis, el nietzscheanismo salta al grupo, se apodera de él, sonsaca del psico-líder su poder hipnótico sobre las ovejas, permitiéndose llamarlos incluso así: ovejas, corderos, para señalarles cuál debe ser su comportamiento, su sumisión. El psico-líder ponerogénico utiliza la culpa para sojuzgar a sus súbditos, y los arrastra siempre con los símbolos colectivos de patria, dios, rey, república, pueblo? lo mismo da. Y así disfrutamos de esa circunstancia natural, nacida del mismísimo mal, el mal substancial, el líquido nutriente sobre el cual se erige una sociedad compuesta de muchos corderos que son como tentáculos bajo la égira de la cabeza del octopus, dentro de la cual vive el espantoso líder ponerogénico. La sociedad humana es eso: un monstruo leviatánico que se mueve gracias a los miles o millones de esclavos totalmente dominados por la culpa, producto viscoso que termina por oxigenar y compactar ese ente al que se llama Estado, que mira sólo por su bien propio, pero hace creer a sus estúpidas células culpabilizadas que todo lo hace por ellas. Lobaczewski plantea que el porcentaje estadístico de ese grupo de individuos psicológicamente desviados (forma de denominar a los individuos des-empatizados) es de entre un 4 y un 8 por ciento. Pues eso: la dictadura es la ponerogénesis en estado puro, y la democracia es la ponerogénesis enmascarada como el lobo de Caperucita. ¡Así habló Zaratustra!
Puesto que nosotros estamos completamente censurados e ignorados, es importante que periodistas que no tienen relación con Sott empiecen a tratar este asunto, pues lleva a que otros periodistas puedan hacerse eco de la ponerología, como ha sido el caso de Vera.
En total, tres citas en los últimos seis meses, no es un gran triunfo, pero es mucho más de lo que podíamos esperar los editores de Sott.net en español, una pequeña victoria en esta guerra, la única que vale la pena luchar, entre los seres humanos normales y los seres patológicos. Hasta que los ciudadanos entiendan lo que está realmente pasando, se reúnan y obliguen a la patocracia a abandonar sus puestos de poder, las cosas no van a cambiar, y corremos el riesgo de caer en las luchas que crean estos psicópatas para mantenernos enfrentados y desunidos. Sólo hay que observar el panorama actual de odio y resentimiento entre la población sobre asuntos banales como el género, la orientación sexual, la raza o la bandera para apreciar que de momento "ellos" están ganando la partida.
El libro La ponerología política, una ciencia de la naturaleza del mal, adaptada a propósitos políticos, de Andrzej Lobaczewski, está disponible en español. Como saben nuestros lectores, SOTT.net recomienda fervientemente su lectura. El estudio presentado en esta obra bien podría ser el MÁS importante que jamás hayas leído.
La ponerología política sorprende por sus sobrias descripciones clínicas sobre la verdadera naturaleza del mal. Es emocionante en los párrafos literarios que reflejan el inmenso sufrimiento del cual fueron víctimas los investigadores que se vieron infectados o destruidos a causa de la enfermedad que estaban estudiando.
Tenemos la esperanza de que la traducción al español alcance el corazón del mundo hispanohablante, que sufre a causa de los fenómenos patológicos descritos en este libro, y lo ayude a liberarse del mal que lo acecha del mismo modo que al resto del mundo. Esperamos también que el esfuerzo gigantesco y todo el sufrimiento por el que tuvo que pasar Andrzej M. Łobaczewski para sacar adelante este libro no sean en vano.
Puedes obtener tu copia aquí si aún no dispones del libro, y también puedes leer nuestros artículos sobre ponerología para familiarizarte con este fenómeno:
- Postnihilismo: Una plantilla del futuro al que nos dirigimos
- "Migrantes" muertos y psicópatas en posiciones de poder
- La "amenaza existencial" de Rusia a los EEUU es realmente la amenaza humana a los psicópatas en el poder
- Patocracia: Tiranía en manos de psicópatas
- Reflexiones sobre Ponerología Política
- Las asociaciones ponerogénicas y sus efectos en la sociedad
Comentarios del Lector
Con respecto a la democracia decir que soy favorable a ella acordemente a muchas tesis y realidades como las de Cuba, Venezuela, Corea del Norte y similares, mas principalmente de acuerdo con las expuestas por el recientemente finado señor Don Antonio Gracía-Treviajano en su forma de realizarla, aunque sin abandonar algunas mías con respecto a que se debería de funcionar sin la moneda como factor de intercambio y que asimismo se debería de restringir severamente la propiedad privada a fin de que no fueran posibles los amos de lo nuestro, panzones a los que engordar sin límites mediante las plusvalías que les arrancan a la clase trabajadora (a quienes producen para el sistema capitalista manual o intelectualmente ya que, en una sociedad capitalista todos deberíamos ser accionistas computando para ello lo realizado por nuestros antepasados por aquello de la herencia).
Con respecto a imposibilitar las falsas noticias estoy plenamente de acuerdo con los fascistas occidentales, pero desde mi perspectiva de izquierdas para amordazarles precisamente a ellos.
Me voy a la manifestación feminista poco más de media hora de mi domicilio. Así que lo dejo tal cual a fin de que se respete la verdad de lo que fue Nietzsche y su defensa de la sociedad de derechos que se pretendía por nuestros nobles antepasados greco-latinos que se malogró por los yihadistas católicos a base de terror y crimen; y ya vamos por el tercer milenio: cosa que ninguno de ustedes parece tener en cuenta.
Creo que no hay duda de que Nietzsche fue un pensador que ha aportado ideas interesantes al mundo y que "Así habló Zaratustra" es un libro interesante y bastante profundo. Pero también es cierto que el mismo Nietzsche hablaba con un marcado resentimiento y muchas veces fue muy poco claro con respecto a sus ideas y qué es exactamente lo que promovía como visión del ser humano. También utilizó mucho el sarcasmo y la ironía y se burlaba abiertamente de todos, lo que hace que muchas de sus ideas sean fácilmente malinterpretadas y usadas como han sido usadas, para justificar el totalitarianismo, por ejemplo... o el ateísmo, por su famosa frase "Dios ha muerto".
Creo que es bueno tomar lo bueno que haya podido decir alguien sin idolatrarlo, porque, al fin y al cabo, todos somos humanos, incluso Nietzsche, quien tenía sus propios problemas mentales y emocionales que afectaban en gran medida su pensamiento, o así lo creo yo al menos (y es algo que se puede ver en sus obras, me parece).
Por otro lado, muchas veces se pierde el punto de lo que se intenta decir solamente para debatir lo que dijo tal o cual persona y si es cierto o no que lo dijo. Creo que el punto más importante del artículo de arriba no era si Nietzsche dijo o no tal cosa, sino la ponerología política y sus implicaciones en nuestro mundo. Y tampoco me parece que el autor haga una crítica desmedida contra Nietzsche...
- De esas frases cabe deducir la divinidad en el sentido antropomórfico del término como la verdad última de aquello de que se trate, en el mismo sentido que también postulaba a mi entender Muhyiddin Muhammad Ibn al-Arabi, uno de los mayores maestros espirituales de la historia. Y es en ese sentido y no en otro en el que Nietzsche lamenta **la muerte de Dios debida al ateísmo** y en sustitución preconiza el Superhombre, impartiendo sabiduría a fin de tener esos hijos espirituales tan necesarios (o ese hijo, consciente de la dificultad de que se logren abundantemente hombres superiores al más alto nivel. De ahí su frase: «Alguna vez llegará él y no le será lícito pasar de largo»). Y esa necesidad lo era en pro de una organización para la vida basada en la belleza y verdad, por contraposición a la modernidad de que lamentablemente estamos afectados el hombre moderno, cada vez más empequeñecido, mezquino y decadente con respecto a las grandes épocas pasadas. (En el mejor de los casos sino lo único lo mejor que hacemos es tejer el manto de Penélope.)
- Por tanto su visión del ser humano es que somos potencialmente autosuperación y de ahí su postulado en pro del superhombre y toda su obra en pro de su consecución.
- No considero que Nietzsche fuese un resentido, aunque sí acepto que hablaba poco claro debido a los múltiples sentidos que encierran muchas de sus sentencias o frases.
- Fue un crítico muy atinado en un porcentaje altísimo, pero no se burlaba de todos aunque por filosofar con "el martillo" ˗crudamente, con dureza˗ no se andase con mayores consideraciones con respecto a aquello con lo que pretendía romper. Revisando sus citas se puede ver la razón que le asistía, a no ser que uno sea un atrofiado en el arte de la interpretación y un sí o un no le parezcan la misma cosa (estómagos poco rebeldes y selectivos que tragan por cualquier cosa).
- Todos tenemos "problemas" mentales pues nos vamos superando paulatinamente y no somos la misma "cosa" de jóvenes que de mayores en el supuesto de que lo que somos como autosuperación no lo dilapidemos mediante una vida de molicie, vicio y/o decadencia, ya que en contra de lo que diga o pueda decir cierta clase de clero "Dios" no nace, sino que se hace.
- Y si unos enanos modernos quieren exponer lo que sea, que no lo hagan denigrando la verdad que otros suponen para el ser humano, como maestros espirituales del alto rango, porque eso no es exponer esto o aquello otro, sino desencaminar desvinculando a tanta gente necesitada de buenos guías, en pro de mantenerlos subyugados, posiblemente con esa misma intención nsi nos atenemos a las fuentes de "información" en las que vertieron su mala baba (es la forma de obrar de los sapos en pro de proteger los intereses propios y de sus crías).
- Es todo. No puedo prodigarme en exceso, consciente como soy de que diga lo que yo diga o digan Nietzsche a Jesucristo de nada vale si la persona no está en disposición de asumirlo porque tenga ya en germen brotando en base a sus propias vivencias esa misma enseñanza que pretendiésemos impartir (sería como hablarle a un niño cosas de mayores que jamás ha experimentado).
de Khalid Gibram. El Profeta, versión de José Villalba. Colección Visor de Poesía, Madrid 1985
Vuestro dios interior es como el océano;
Permanece por siempre incorrupto.
Y como el éter, eleva tan sólo a los alados.
Sin embargo, es, como el sol, vuestro dios interior;
No conoce las galerías subterráneas del topo ni le busques en el agujero de la serpiente.
Pero vuestro dios interior no habita solamente en vuestro ser.
Hay mucho en vosotros que todavía no es hombre, y mucho hay que aún no lo es.
Sino un pigmeo informe que camina dormido a través de la niebla en busca de su propio despertar.
Y del hombre que todavía hay en vosotros quiero hablar ahora.
Porque es él y no vuestro dios interior ese pigmeo en la niebla...
...¿Qué diré de todos estos, sino que también ellos reciben la luz solar, pero de espaldas al sol?
Ünicamente contemplan sus sombras, y estas sombras suyas son sus leyes.
¿Y qué es para ellos el sol sino un crisol de sombras?
¿Y qué es reconocer las leyes sino doblegarse y trazar sus sombras sobre la tierra?
Pero vosotros los que camináis de frente al sol, ¿qué imágenes trazadas sobre la tierra pueden deterneros?
Vosotros los que viajáis con el viento, ¿qué veleta dirigirá vuestra ruta?
¿Cuál ley humana puede conteneros si rompéis vuestro yugo, pero no a la puerta de de la prisión de hombre alguno?
¿Qué leyes temeréis si danzáis aunque sin dar un traspié en las cadenas de hierro de hombre alguno?
Y ¿quién os conducirá ante los jueces si os rasgáis las vestiduras, pero no dejándolas en el sendero de hombre alguno?
Pueblo de Orfalias, podrás silenciar el tambor y aflojar las cuerdas de la lira, pero, ¿quién ordenará a la alondra del os cielos que no cante?
Ningún hombre puede revelaros cosa alguna que no se halle ya medio adormecidas en el alba de vuestro conocimiento.
El maestro que camina a la sombra del templo, entre sus discípulos, no os hace partícipes de su sabiduría sino más bien de su fe y de su cariño.
Si es realmente sabio no os impedirá acceder al hogar de su sabiduría, sino que os llevará hasta el dintel de vuestra propia inteligencia.
El astrónomo puede hablaros de su conocimiento del espacio, pero no podrá daros ese entendimiento suyo...
... Porque la visión de un hombre no presta sus alas a ningún otro. (Etcétera.)
Un saludo.