En los años 70 en EEUU se creó la conocida pirámide nutricional que supuestamente velaba por la salud de todos nosotros. Lejos de preocuparse por la salud de todos los habitantes del planeta, más bien se atenía a intereses económicos concretos.
piramide nutricional
En el ICNS Congress 2018, un congreso organizado por el Instituto de la Nutrición y la salud se reúnen profesionales de la salud, entre ellos, médicos, nutricionistas, fisioterapeutas, psicólogos, etc., y se exponen los problemas de la salud pública en el mundo, informa el medio El Español.

En dicho congreso, se levantó la cuestión de la inexactitud de la pirámide nutricional actual, la cual no solo es inexacta sino que, como comenta el autor del artículo, Roberto Méndez, "fue corrompida desde sus inicios" y aún más, la autora de dicha pirámide Luise Light, "admitió dicha corrupción".

Los inicios de esta pirámide se remontan a 1972, en Suecia donde surgieron protestas por la subida de precio de los alimentos. Por esa razón, en la base de la pirámide incluyeron alimentos de bajo coste como pan, patatas, leche y pasta.


Mientras, en EEUU, estas guías alimentarias aparecen ya en 1916 y en 1956 se modernizan y añaden alimentos básicos de la alimentación. Es en 1970 cuando la USDA, el Departamento de Agricultura de EEUU, encarga el diseño de la pirámide alimentaria a Luise Light. En la pirámide de Light, se aconsejaban los granos y lácteos con moderación, no superar el 10% de azúcar en el consumo calórico diario ni el 30% de grasas. Pero al Gobierno de EEUU no le pareció del todo bien el diseño, comenta el autor.


Decidieron hacer algunos cambios, entre ellos, aumentar el consumo de granos y una mayor moderación en cuanto a las grasas y el aceite de oliva, para lo que se basaban en la correlación entre el consumo de grasas y el riesgo cardiovascular, del que hoy se sabe que "la grasa no es la culpable". Bajaron el consumo de proteínas y aumentaron el de lácteos.


La autora de la pirámide advirtió de que los cambios podrían conducir a problemas de salud, pero la USDA se las ingenió para subvencionar aquellos alimentos que interesaba vender más.

En conclusión, la pirámide nutricional que seguimos hoy, se rindió al acoso de la industria alimentaria más que a criterios de salud, dice el autor.

A esto hay que añadir que no es de extrañar el auge de una nueva forma de alimentación que ha empezado a extenderse con gran éxito, la llamada 'dieta cetogénica', que reduce los carbohidratos diarios al 5%, y propone un 30% de proteínas y un 60% de grasas. De esta forma, se sustituye el tipo de combustible que nos aporta la energía diaria necesaria cambiando la glucosa por grasa