europa inmigrantes
En el debate sobre el discurso inmigratoriopodemos encontrar (a riesgo de simplificar) dos bandos polarizados: en el 1º) estarían, teóricamente, los más beligerantes contra la inmigración, dentro de posiciones neocons-ultraconservadoras (aunque no necesariamente, puesto que también habría críticos, pocos, de izquierdas o neutrales ideológicamente) que ven a los inmigrantes, en general, como personas que distorsionan la convivencia, acaparan recursos sociales, a veces realizan actos violentos y actividades ilícitas (mantería), se dedican al vagabundeo-trapicheo en las calles o, simplemente, la inmigración no debería ser un motivo para que se "africanice" o se "multiculturalice" Europa.

En el 2º) grupo, favorable o muy tolerante hacia la inmigración, estarían los de sesgo ideológico contrario: progre-izquierdistas y, en general, liberales (de "izquierda" o derecha), aunque aquí habría que matizar que los neoliberales-conservadores han sido los que más han promovido políticas inmigratorias favorables en los países con mayor capacidad de decisión (política y económica) de Europa, donde llevan gobernando varios años, esto es, en el Reino Unido, Francia y Alemania. De esto, los amnésicos izquierdistas y extremistas de derecha afines al neoliberalismo, esos que últimamente claman contra los suyos para que regulen la inmigración, no se suelen hacer eco de ello.

A diferencia de los primeros, más activos en foros, redes sociales y medios minoritarios de tinte antiglobalista o bien de ideología "alt-right", los partidarios pro-inmigración disponen de amplias redes de ONGs, el apoyo de Fundaciones privadas norteamericanas y europeas, gobiernos e instituciones nacionales y supranacionales para crear un clima favorable hacia la industria inmigratoria que, según ellos, es un fenómeno positivo en la medida que, dicen, hay una demanda laboral que, supuestamente, no cubren los nativos de los países europeos (como es el realizar trabajos de bajo costo salarial: cuidados a mayores, temporeros, etc), los inmigrantes incrementarían el PIB, vía impuestos y Seguridad Social, elevarían la pobre tasa de natalidad de los nacionales de los Estados miembros y, además, nos rescatarían de la que podría ser quiebra futura de las pensiones. Como último recurso ideológico, ven en el mestizaje interétnico una forma de enriquecimiento cultural.

Generalizar negativamente sobre la inmigración es hacer una soberana injusticia sobre todos los inmigrantes. Sobre todo cuando el foco del problema inmigratorio está situado más arriba, en las propias élites capitalistas que son las que lo han incentivado en parte en origen, pero también a través de organizaciones "humanitarias" como SOS Mediterráneo y la española Proactiva Open Arms, que llevan a cabo sus operaciones en el conocido barco Aquarius y que se dedican al tráfico masivo de inmigrantes en áreas como el Mediterráneo, cerca de las costas libias, mediante un "modus operandi" de dudosa legitimidad, actuando quien sabe si en connivencia con unas mafias de las que nadie sabe quien las dirige, cuál es su estructura operativa, si tienen redes, etc, ni tampoco se conocen actuaciones oficiales punitivas contra ellas.

Por lo que cabe deducir que muy probablemente esas mafias estén toleradas y articuladas "desde arriba", por autoridades políticas locales del norte de África o incluso manejados sus hilos desde Occidente. ¿Cómo actúan impunemente esas "mafias" sino teniendo conocimiento de que existen barcos-taxi rescatistas a los que es posible incluso que les den aviso de que disponen de "mercancía"?

Pero ¿qué hay de verdad en todas las bondades que nos venden acerca de la inmigración? Según sus partidarios, uno de los argumentos más repetidos es que (cito del diario ELPAIS) "los migrantes suelen aportar más en impuestos y en contribuciones a la seguridad social que los beneficios que reciben". Esto no son afirmaciones de la progresía izquierdista (que se hace eco, por supuesto, de ellas) sino de organismos o instituciones neoliberal-capitalistas. ¿Te has preguntado alguna vez por qué las élites millonarias son las más interesadas en hacer acopio de inmigrantes en Europa si no es para beneficiarse de un sistema cada día más esclavista y, de paso, tercermundizar a los que menos tienen?

También ELPAÍS se hacía eco no hace mucho de un informe del CNRS (Centro Nacional de Investigación Científica) de Francia hablando de que "los refugiados devuelven más de lo que reciben", donde un grupo de expertos analizaron el impacto de la llegada masiva de inmigrantes, en el período comprendido entre 1985 y 2015, utilizando una serie de variables económicas. Todo muy académico y formalista si no fuera porque el CNRS francés (Instituto de Ciencias Humanas y Sociales) es una pieza de propaganda subvencionada por la Open Society de George Soros. Por ejemplo, en 2009, la Fundación Soros financió un estudio realizado por investigadores del CNRS sobre el supuesto control por pefil étnico de inmigrantes en Francia.

Según el FMI (Fondo Monetario Internacional) entidad conocida por su capacidad para extorsionar y por imponer políticas de austeridad y estrangulamiento económico en países donde existen capas vulnerables de la población, la receta para España es que tiene que haber "más inmigrantes y más ahorro privado" hasta llegar a "5,5 millones de extranjeros hasta 2050",mientras que entidades financieras como el buque insignia de la corrupción catalanista, La Caixa, alardean de que "Los extranjeros han permitido contención salarial, incorporación de la mujer al mercado laboral y cinco años sin déficit en las pensiones".

Espera...¿qué estás diciendo?; en La Caixa no tienen empacho alguno en señalar que la inmigración ha precarizado aún más el mercado de trabajo bajo ese eufemismo capitalista llamado "contención salarial". Hace falta ser muy sinvergüenza para alabar las políticas inmigratorias porque han supuesto un recorte en los derechos laborales de los trabajadores nacionales, algo que, por cierto, han reconocido los propios sindicatos mayoritarios subvencionados (CCOO-UGT), pero asumiendo que "esto es lo que hay...y a joderse" ya que la multiculturalidad es lo que mola. De lo otro, el acceso de la mujer al mercado de trabajo gracias a la llegada masiva de inmigrantes, supongo se referirá a que han llegado nuevas prostitutas para aumentar el negocio de la trata. Son unos genios estos ingenieros sociales repartiendo pobreza entre los pobres, que es lo que mejor saben hacer los gestores del capital y el IBEX35 (más sus cómplices progres).

Me pregunto ahora: ¿qué puestos de trabajo van a ocupar esos millones de inmigrantes (no cualificados en su inmensa mayoría) que necesitamos como no sea aplicando cuotas laborales para desplazar a los nacionales y ocuparlos ellos en su lugar? O bien fomentando la mantería mediante la venta de productos de dudosa procedencia en las calles, engordando, a su vez, a una industria mafiosa que probablemente tiene su origen en los hangares de los polígonos industriales donde se reciben productos falsificados procedentes de China. Por no hablar de otras actividades que desarrollen esos inmigrantes en concepto de economía sumergida.

Por otra parte, las direcciones generales de asuntos sociales de las Comunidades Autónomas, que distribuyen ayudas y subvenciones en materia social, acabarán vaciando o mermando sus fondos de manera sustancial, puesto que no va a haber dinero para todos, y la tendencia necesariamente va a ser el ir recortando ayudas. Las matemáticas son tozudas: a mayor número de inmigrantes, mayor desembolso de prestaciones y menos a repartir para todos (los pobres), algo que ya se está observando en los últimos años y que no afectará a muchos de esos neoliberales (incluidos los mediáticos) que ladran contra la inmigración o protestan contra los manteros, mientras ellos se lucran desde sus urbanizaciones de lujo y no pisan una calle a diario para esquivar las mantas, salvo para desplazarse en sus coches de gran cilindrada al Ministerio o a la Corporación privada de turno.

Sin embargo, frente al panorama idílico pintado por las élites partidarias de "puertas abiertas" a la inmigración como un maná económico para el PIB nacional (en realidad, habría que decir para sus bolsillos), hace tres lustros una información del diario económico de PRISA 5 DÍAS decía que "Sólo uno de cada cuatro inmigrantes cotiza a la Seguridad Social. En España ya viven más de tres millones de extranjeros, según las cifras oficiales. De éstos, un millón cotizan a la Seguridad Social, pero 253.719 proceden de los 25 países de la UE y no se consideran inmigrantes. Descontando este colectivo resulta que sólo uno de cada cuatro inmigrantes cotiza al sistema". Ahora, catorce años después, resulta que, por arte de birlibirloque, y con una situación laboral mucho peor y con una caja de la Seguridad Social tambaleante, los inmigrantes aportan más en impuestos y a la Seguridad Social y encima necesitamos 2 millones adicionales. ¿Qué beneficios aportarán vía impuestos los nuevos inmigrantes si no van a cotizar, en su mayoría, IVA ni IRPF?

Inmigración en origen: No es pobreza todo lo que reluce

Hafsa Kara-Mustapha es una periodista, analista política y comentarista asidua en la cadena RT y la iraní PressTV que pone un enfoque especial en Oriente Medio y África. En un artículo, que da título a esta entrada y publicado en el medio American Herald Tribune, Hafsa se pregunta "¿qué está pasando al otro lado del Mediterráneo? ¿De donde provienen todos estos aspirantes a inmigrantes? Para el continente africano, este es un flagelo que debe llegar a su fin. No por la forma en que esto afecta a la sociedad occidental, sino por lo perjudicial que es para las naciones africanas".
Hafsa Kara-Mustapha
Hafsa Kara-Mustapha
Lo que dice Hafsa es una verdad a medias, puesto que una inmigración descontrolada e ilimitada, con fronteras abiertas, incentivada por organizaciones como las de George Soros a través sus buques traficantes, si supone un factor de desestabilización para Europa. Pero para sus ciudadanos comunes y corrientes, que se vuelven cada vez más hostiles hacia un problema generado desde varias aristas pero que es inmune para las oligarquías políticas y económicas que han promovido esas estrategias.
"En los últimos veinte años", señala Hafsa, "el deseo de los africanos de dejar todo atrás ha aumentado. A medida que las situaciones económicas empeoran en muchos países, la solución parece ser que es viajar al norte en un intento por buscar una vida mejor. Si bien ese sentimiento es comprensible y existe en muchas geografías, la realidad es que esta "huída" está siendo preocupante para muchos países africanos que ya no pueden reconstruirse después guerras o recesiones económicas".
Es una obviedad decir que si en esos países del África subsahariana no disponen de mano de obra nativa, cualificada o no, para reconstruirlos, ya que se producen fugas masivas de africanos hacia Europa, dichos países se van a estancar económicamente, ad infinitum, y no digamos políticamente

La periodista Hafsa pone el dedo en la llaga al afirmar que "Si bien las guerras de Occidente y la explotación de los recursos africanos han sumido al continente en un caos, la respuesta y la exploración de las soluciones deben ser locales. Se ha generalizado demasiado el hecho de que como no hay perspectivas en su país de origen solo la vida en un país occidental puede proporcionar un futuro viable".

Hafsa señala un argumento que es inobjetable a propósito del fenómeno inmigratorio: "Debe decirse y repetirse que las guerras occidentales y las corporaciones corruptas respaldadas por los gobiernos son responsables de la creación de la inmigración, ya sean refugiados de guerra o inmigrantes económicos". Algo, esto último (inmigrantes económicos), que no gusta excesivamente que se hable de ello a las ONG que trafican en sus barcos negreros con seres humanos y a sus compinches pijo-progres, ya que es más buenrrollista y humanitarista traer el status de "refugiado" o de que los subsaharianos-magrebíes vengan "con lo puesto". Pero es una realidad (la inmigración económica) que se ha podido constatar.

Analizar el fenómeno migratorio desde un punto de vista crítico supone alejarte del discurso infantilizador del progrerío y la apisonadora de sus portavoces mediáticos que han asumido que los términos "racismo" y "xenofobia" deben ser utilizados para todo aquel que cuestione el statu-quo inmigratorio. Hafsa dice que estamos ante una realidad inmigratoria incontrovertible, pero "también es hora de que África trabaje por una solución". Ese efecto acomodaticio de los subsaharianos de irse al engañoso cuerno de oro europeo, dice Hafsa, "se ha apoderado de dos generaciones de africanos y está causando un estancamiento en el desarrollo. Los jóvenes de toda la región ya no ven un futuro a nivel local e invierten grandes sumas de dinero en irse a un lugar donde hacer que su hogar sea un éxito".

De este modo, se genera el suculento negocio de la inmigración económica para otros (las llamadas "mafias"), donde, como señala Hafsa "los traficantes de personas eligen candidatos y cobran hasta 20.000 dólares para ir hacia un país europeo a través del Mar Mediterráneo; una suma de dinero que bien podría usarse por los "inmigrantes" económicos para establecer negocios exitosos a nivel local". Si pagas un dineral a las mafias es lógico que vengas en situación de inmigrante económico; lo demás es contar una narrativa para tontos, de los que cada vez quedan menos. Al negocio de las mafias se une la represión policial que llega hasta "Los estados del norte de África, como Argelia y Marruecos, quienes han establecido políticas que castigan a los inmigrantes, que son atrapados por la policía costera, con largas penas de prisión".

A pesar de que las ONG van con la lección aprendida para enviar el mensaje a la opinión pública de que estamos, en su casi totalidad, ante inmigrantes que vienen en condiciones de indigencia, para crear una sensación aumentada de solidaridad entre la población de Europa, la realidad dista de ser ese mundo altruista donde se propaga un discurso de "refugiados sin fronteras" huyendo de la miseria más atroz (por supuesto, que hay quien huye de ella, eso es innegable, pero entonces ya no pueden permitirse pagar las exorbitantes cifras que manejan las mafias...¿cómo eluden a éstas?).

De este modo, los relatos adquieren otras tonalidades. Hafsa lo explica bien claro:
"Muchos inmigrantes no provienen de hogares empobrecidos, sino de familias adineradas, que optan por cruzar el Mediterráneo como una aventura veraniega". Uno de esos candidatos, Walid, argelino," dice Hafsa, "dirigió una exitosa tienda de pintura y decoración con su hermano. Mientras sus padres estaban de vacaciones, vendió su Renault Megane y parte de su negocio a su hermano y se embarcó en un viaje a España. Atrapado por la Guardia costera, Walid pasó un tiempo detenido tanto en España como en Argelia antes de regresar para volver a dirigir su tienda, en lo que describió como una vida caótica"
Él no estaba decepcionado por su fracaso en inmigrar, sino por las grandes cantidades de dinero que perdió. Insistió en que intentó el viaje a Europa como una experiencia. "¿Qué iba a perder?", se preguntó; "en el mejor de los casos, cruzaría la frontera, vería si me gustaba y lo daría por bueno; en el peor de los casos me atraparían y regresaría. La apuesta no dio resultado en mi caso, pero era un riesgo que valía la pena", agregó.

Walid tuvo suerte. El mar estuvo en calma durante todo el cruce y "nos divertimos con todos los niños riendo y cantando en la primera etapa del viaje. Sin embargo, debes debes de ser muy discreto al acercarte a España. Al final fue una especie de campamento de verano de aventura".
"Uno de sus vecinos," cuenta Hafsa, "llegó a Francia para regresar cinco años después. No encontró trabajo, ni oportunidades, solo amenazas constantes de ser detenido y enviado de vuelta a casa. A fin de cuentas su vida en Argelia no era tan mala del todo y extrañaba a su familia, por lo que era absurdo seguir, con todo el racismo que había en Francia, cuando en su país la vida no era peor."
Otro caso que relata Hafsa se refiere a un ciudanano de Guinea Conakry:
"N'dabe, de Guinea Conakry, cruzó el desierto durante más de tres meses antes de llegar a Argelia. Su objetivo, según dijo, era Francia o Bélgica. Cuando se le preguntó si la vida en Guinea era tan difícil que justificaba pasos tan drásticos como arriesgar su vida en el traicionero desierto del Sáhara, explicó que mientras dirigía una panadería rentable en Conakry allí todos sentían que Europa era el lugar para estar: el sueño europeo que ofrece hogares, trabajos y mejores condiciones de vida."
"Es como un desafío entre los jóvenes africanos de hoy en día", afirmó N'dabe. Es lo que se hace ahora. Intentar cruzar el Mediterráneo y luego llegar al otro lado. Se siente como una competición deportiva más que cualquier otra cosa. ¿Valen la pena los riesgos? "No estoy seguro, pero tengo que intentarlo".

Queda claro que la farsa humanitaria "rescatista" sólo es un instrumento de camuflaje con el que las ONG se dedican a engañar con medias verdades (los que, efectivamente, huyen de guerras y del terrorismo patrocinado por Occidente) pero también construyen historias condimentadas hábilmente con sensiblería para inducir y cautivar al gran público en una sóla dirección. Como precisa Hafsa:
"Para Walid o N'dabe, parece que cruzar el Mediterráneo nunca estuvo motivado por condiciones que amenazan la vida. Ambos hombres perdieron recursos valiosos que podrían haber mejorado sus condiciones localmente en lugar de llenar los bolsillos de traficantes inescrupulosos".
Pero la cuestión raíz (de los que salen en estampida por culpa de las guerras de Occidente en Oriente Medio o Africa) es que si las democracias del capital y los mercados se embarcan en agresiones militares (como las de Libia o Siria), dice Hafsa que, "deben estar preparadas para soportar la carga financiera de sus consecuencias; ese debería ser el mantra de todos los periodistas que ahora van de defensores de los derechos básicos de las víctimas de guerras innecesarias".

¿Has leído alguna vez a personajes del periodismo "humano" español como los Nachawati, Bauluz, Espinosa, Pampliega o Mónica Prieto cargar las tintas sobre Occidente por su responsabilidad en el financiamiento y entrenamiento de los terroristas de ISIS o de la responsabilidad directa de EEUU-Europa en esas guerras? Ni se les lee ni se les espera, puesto que están adiestrados para guardar una falsa equidistancia política que en la práctica es complicidad para tergiversar la realidad.

Finaliza Hafsa su artículo diciendo que: "Independientemente de cómo Occidente vea esta crisis de inmigración, la realidad es que es una crisis para los africanos y los árabes en primer lugar. Los observadores occidentales deben dejar de infantilizar a los habitantes de estas regiones. Es hora de que África y los líderes del mundo árabe aborden el tema de la inmigración y ya no permitan que Occidente y sus medios actúen como portavoces de sus niños desilusionados".

EL AFRICOM: EEUU al asalto geoestratégico de África

Si George Soros y Fundaciones norteamericanas como Rockefeller o Ford, USAID (Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional) o NED (Fundación Nacional para la Democracia) son las gerentes de las estrategias subversivas para Europa organizando revoluciones de color o cambio de régimen (como el golpe nazi en Ucrania) más sus otras facetas conocidas como grandes patronos financieros (los tres primeros) a favor de la inmigración masiva y del financiamiento de una selva de organizaciones progres (ya sean feministas, contra el racismo, la homofobia o la islamofobia), en África el brazo armado globalista de esas corporaciones es el imperialismo militar norteamericano, la otra pieza para controlar el tablero del dominó mundial.
El comandante supremo de AFRICOM Thomas D. Waldhauser con sus comilitones en la pequeña república africana de Djibouti para que se sepa quién manda y controla ese país. Os recursos clave de Djibouti son petróleo y oro.
El comandante supremo de AFRICOM Thomas D. Waldhauser con sus comilitones en la pequeña república africana de Djibouti para que se sepa quién manda y controla ese país. Os recursos clave de Djibouti son petróleo y oro.
Son dos frentes que trabajan para un objetivo estratégico común: el control global geopolítico por parte de Washington y sus oligarquías capitalistas. Pero esta narrativa no la oirás a esos derechistas políticos y mediáticos que ahora claman hipócritamente contra la "inmigración masiva", ya que son los más fieles defensores y abanderados del amo americano.

El AFRICOM (Comando de EEUU para África), del que ya se habló en otra entrada en este blog, es una fuerza militar de EEUU que se hizo operativa en 2008 (por tanto, se cumplen diez años) para sentar las bases (nunca mejor dicho) de una nueva aventura imperialista de Washington.

El AFRICOM se ha ido implantando paulatinamente en toda África, excepto Egipto. Además, EEUU y la OTAN aportan innumerables asesores militares, agentes de la CIA y de otros servicios de inteligencia europeos para el desarrollo de operaciones clandestinas en África. Detrás de las grandes palabras de "paz" y "seguridad" para los pueblos de Africa, que dio salida al proyecto de AFRICOM, se escondía una vieja retórica imperialista muy conocida: "el establecimiento del comando estaba justificado porque los estados débiles africanos pueden representar un gran peligro para los intereses nacionales de los EEUU".

Como parte de la estructura operativa del AFRICOM no podía faltar una ONG de "apoyo económico internacional": una fachada de la CIA, la USAID, para dar un barniz astuto y altruista a las acciones estadounidenses en el continente, cuando la realidad es que la única importancia que tiene África para EEUU es estratégica y geopolítica. África posee, como es sabido, ingentes reservas minerales y petrolíferas en países como Mali, Nigeria, Chad, Niger, Sudán del sur, etc, un botín lo suficientemente goloso para justificar el neocolonialismo militar estadounidense y europeo.

De este modo, EEUU se ha posicionado, política, militar y económicamente, en África como siempre lo ha hecho en el resto del mundo, por sus santos bemoles y, adicionalmente, según analistas, por el ascenso meteórico de China en el concierto económico mundial.

Para algunos Estados africanos las relaciones comerciales y de ayuda con China son más atractivas que el hecho de estar ligados al comercio capitalista occidental ya que la ayuda china, en general, es no condicional y el resultado de la solidaridad histórica sur-sur.

Por supuesto, el "terrorismo" (manufacturado) no podía dejar de ser otra excusa del imperialismo occidental para llevar a cabo la infiltración de EEUU y Europa en los Estados africanos, a pesar de que hay fundadas sospechas de que, al igual que sucede con ISIS-AlQaeda en Oriente Medio, la agenda encubierta de EEUU también ha manejado los hilos de su más que probable franquicia terrorista Boko Haram, más la galvanización de guerras tribales, creando dinámicas desestabilizadoras con las que justificar su presencia permanente en territorio africano.

La doctrina de la "guerra contra el terror" es el disfraz clave para el establecimiento de AFRICOM. Esto supone suculentas contrapartidas económicas para los Estados vasallos de EEUU (equipamiento militar, fundamentalmente). Por ejemplo, AFRICOM ha negociado con los gobiernos de Senegal y Uganda para establecer bases de despliegue avanzado en esos países, donde se almacenan armas, municiones y otros equipos militares, listas para que EEUU las use si lo considera oportuno. Estas diversas bases, denominadas "nenúfares", fueron concebidas por EEUU antes incluso de la puesta en funcionamiento de AFRICOM.

La importancia de las bases militares para el control de riquezas naturales de África lo denuncia Hamza Mustafa Njozi de la Universidad de Dar Es Salaam, Tanzania. Hamza dijo, refiriéndose a los recursos de oro y petróleo de Tanzania que están siendo explorados por las corporaciones multinacionales:
"Los estadounidenses necesitarán una base militar en Tanzania porque la presencia militar es necesaria para garantizar el control total de este recurso vital y el saqueo continuo de nuestras minas de oro."
La debacle social y política de África le importa un bledo a Estados Unidos y la UE, siempre que les garantice una posición dominante para controlar recursos vitales y marionetas políticas. De hecho, han guardado silencio sobre infinidad de acciones antidemocráticas (aunque hablar de "democracia" en África es un mal chiste) de regímenes como los de Guinea Ecuatorial y han guardado discreto silencio sobre las elecciones fraudulentas en Angola y Nigeria, principalmente como resultado del papel de estos países en la seguridad de los intereses petroleros de los Estados Unidos.

De este modo, hay una espiral que imposibilita que haya cambios estructurales sociales efectivos en África con lo que se acelera el ascenso de dictadores y se militarizan las políticas internas de los estados africanos. Por otra parte, la población, con una tasa de analfabetismo cercana al 70% en algunos países, es incapaz de maniobrar y rebelarse contra todo ello, abandonando, muchos de ellos, sus hogares en busca de un sueño europeo que es, en la práctica, irreal.

La presencia de una fuerza militar extranjera invasora, como es la de EEUU, es idónea para sofocar cualquier revuelta anti-imperialista y las ONG allí presentes (incontables órdenes religiosas o simplemente sin adscripción confesional alguna) hacen el eficiente trabajo de desmovilizar ideológicamente a los nativos mediante la inoculación del veneno mental de los mitos religiosos o, simplemente, perpetuando la caridad social como estrategia de las corporaciones que les respaldan económicamente.

Desafortunadamente, la sugerencia de Hafsa Kara Mustapha para que los países árabes y subsaharianos asuman de una vez por todas el liderazgo en la crisis inmigratoria caerá en saco roto ya que, por otra parte, Hafsa parece ignorar también que la prioridad de casi todos esos países es la de seguir siendo rehenes del neocolonialismo militar y económico norteamericano. EEUU podría jugar un papel decisivo a la hora de frenar la estampida inmigratoria africana hacía Europa, pero es conocido que Washington forma parte del problema y hace tiempo que el Tío Sam fue denunciado como promotor e instigador de la inmigración masiva hacia Europa.

Mientras tanto, la progresía y los neoliberales de Europa contribuyen a perpetuar el actual estado de cosas, unos viviendo del tráfico inmigratorio de unas ONG que utilizan el cada vez menos "amable" comodín de la solidaridad sin fronteras y los otros preocupándose por desvalijar África haciendo insoluble el problema inmigratorio, también mediante otra fachada "solidaria": la de repartir cuotas de refugiados e inmigrantes por toda Europa.