RTvie, 28 dic 2018 04:34 UTC
Los peores temores de los kurdos están relacionadas con una posible repetición del ataque de Turquía contra las unidades de autodefensa del pueblo.
© Rodi Said / ReutersFuerzas Democráticas Sirias y tropas estadounidenses durante una operación de patrulla en la localidad de Al Hasakah, Siria, el 4 de noviembre de 2018.
Los líderes kurdos buscan la ayuda de Moscú y de Damasco tras la retirada de las tropas estadounidenses de Siria decretada por el presidente Donald Trump, decisión que los abandona a su suerte ante Turquía, informa
Reuters.
"Nuestros contactos con Rusia y el régimen [del líder sirio, Bashar al-Assad] tienen por objetivo encontrar mecanismos claros para proteger la frontera en el norte. Queremos que Rusia juegue un papel importante para lograr la estabilidad", afirmó Aldar Xelil, un político de alto rango kurdo citado por el medio.
Los peores temores de los líderes kurdos -cuyo principal objetivo pasa por mantener negociaciones con Moscú y Damasco- están relacionados con una posible reanudación del
ataque de las Fuerzas Armadas turcas contra las unidades de autodefensa del pueblo en la ciudad de Afrín, región fronteriza con Turquía en el noroeste de Siria, ocurridos a primeros de este año, recuerda la agencia.
El territorio en riesgo abarca la mayor parte al este del río Éufrates, lo que supone, aproximadamente, una cuarta parte de la república árabe. Esta zona está controlada por el YPG (Unidades de Protección Popular) del Kurdistán sirio, considerado por Ankara como una organización terrorista.
- El 20 de enero de este año, tras el anuncio del plan estadounidense de crear una nueva fuerza de seguridad fronteriza en Siria, las Fuerzas Armadas turcas emprendieron la operación 'Rama de Olivo' contra las fuerzas kurdas en la ciudad siria de Afrín. El Gobierno sirio y Rusia ofrecieron apoyo a los nacionalistas kurdos del Partido de la Unión Democrática y su milicia armada a cambio de una reconciliación del territorio, pero ellos decidieron posicionarse con EE.UU.
- Este 19 de diciembre el presidente norteamericano Donald Trump anunció la vuelta a casa de los cerca de 2.000 soldados destinados a Siria.
Comentario: RT ha hecho las siguientes actualizaciones:
Las Unidades de Protección Popular (YPG) han pedido a Damasco que intervenga en la situación.
Ante una inminente amenaza de Turquía, decidida a emprender una operación militar al este del río Éufrates, al norte de Siria, contra las posiciones de las milicias kurdas a las que Ankara considera terroristas, los integrantes del movimiento kurdo de las Unidades de Protección Popular (YPG) han pedido a las tropas del Ejército sirio que protejan de una posible "invasión turca" las zonas que permanecían bajo su control y de las que se retiraron.
"Invitamos a las fuerzas gubernamentales sirias, comprometidas a defender el mismo país, la misma nación y las mismas fronteras, a ejercer el control sobre las zonas de las que se han retirado nuestras fuerzas, en particular Manbij, y proteger estas áreas contra la invasión turca", anunciaron en un comunicado de este viernes.
- Milicias kurdas instan al Gobierno sirio a proteger Manbij de la ofensiva de Turquía
Las fuerzas gubernamentales de Siria han entrado en la ciudad de Manbij, situada cerca de la frontera con Turquía al oeste del río Éufrates, y han alzado la bandera nacional en la localidad, ha anunciado el Ejército sirio, citado por SANA.
El paso de Damasco se produce tan solo horas después de que las milicias kurdas de las Unidades de Protección Popular (YPG) instaran al Gobierno sirio a proteger Manbij y otras zonas en el norte del país de las que se habían retirado ante la "invasión turca".
De acuerdo con el comunicado oficial del Ejército, el despliegue de las Fuerzas Armadas en Manbij se debe a su "pleno compromiso" de proteger la soberanía nacional en todo el territorio de Siria. En el documento, Damasco proclama su firme intención de derrotar tanto al terrorismo como a "todos los invasores" de su territorio nacional.
- Ejército sirio entra en Manbij en medio de las amenazas de Turquía de atacar a los kurdos
Vale la pena tener en cuenta lo que ha escrito Elijah J. Magnier en
Global Research:
En el caso de un ataque turco repentino, las fuerzas kurdas del YPG ("PKK sirio") tendrán que precipitarse hacia las tropas turcas desplegadas y tratar de frenarlas, esperando la ayuda del gobierno sirio y permitiendo que los civiles salgan hacia las zonas controladas por Damasco o huyan hacia el Kurdistán iraquí. Esta medida perturbará la relación turco-rusa-siria. Moscú ya ha advertido a Turquía de que no se dirija al noreste de Siria. Cualquier movimiento turco, o incluso el avance de sus fuerzas subsidiarias yihadistas en Siria, amontonadas en la frontera de las provincias controladas por los kurdos, desencadenará una reorganización de las relaciones entre Moscú y Ankara y entre Moscú y Damasco. Este reajuste sólo puede evitarse si el Presidente Erdogan se resiste a la tentación de invadir y se adhiere a la clara preferencia de Rusia de que la salida de los Estados Unidos vaya seguida de un diálogo sobre el futuro de la zona.
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Para Turquía, cualquier plan unilateral para avanzar en Siria sin coordinarse con Rusia no es del todo ventajoso. La retirada de Estados Unidos no permitirá que Turquía alcance al Estado Islámico, ni los ricos yacimientos de petróleo y gas de DeirEzzour, incluidos los abundantes yacimientos de petróleo y gas de Conoco de al-Omar. Las fuerzas del gobierno sirio y sus aliados tendrán eso como objetivo y lo alcanzarán sólo después de que Estados Unidos retire sus fuerzas.
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La rápida retirada de los EE.UU. está prevista e incluso diseñada para crear, sin duda, una confusión inicial en el triángulo entre Turquía-Siria-Iraq en los primeros meses. El Estado Islámico, Turquía y al-Qaeda pueden aprovecharse de esto, con la esperanza de que la situación se vuelva a su favor. Sin embargo, esta retirada será sin duda una bendición a largo plazo para el gobierno sirio, cuyos funcionarios no se habían atrevido a esperar tal resultado. El establishment norteamericano ha sido fuente de continuos estragos en el Levante y especialmente en el "Eje de la Resistencia"; ha sido el protector de al-Qaeda (en Idlib) e ISIS (en la zona de la que Trump declara su intención de retirarse) en Siria e Irak. Su salida es una señal de que los EE.UU. se están enfrentando al hecho de que su hegemonía ya no es unilateral. Rusia avanza mientras que Estados Unidos retrocede en Oriente Medio.
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