Al menos once personas han muerto en Filipinas por el paso del tifón Kammuri, que cruzó el centro el país la este martes y ya está fuera de territorio filipino, mientras más de 458.000 personas se encuentran en centros de evacuación.
Typhoon Kammuri
© Zalrian Sayat/EPA
Cinco víctimas mortales se registraron en la región de Bicol (este), otros cinco fallecidos en la región de Mimaropa (oeste) y un muerto en la ciudad de Ormoc (centro), según fuentes del Centro Nacional de Reducción de Desastres (NDRRMC).


Este organismo apuntó además en un comunicado a primera hora de la mañana que el tifón, bautizado como Tisoy en Filipinas, ha causado daños en al menos 38 edificios, una decena de líneas de electricidad, 12 carreteras y 8 puentes.

Además, 521 vuelos domésticos e internacionales fueron cancelados debido al mal tiempo, la mayoría a raíz de la suspensión durante el martes de todas las operaciones en el aeropuerto Ninoy Aquino de Manila, mientras que la interrupción del transporte marítimo afectó a más de 3.300 pasajeros.


Kammuri cruzó el martes de este a oeste parte de la región central del Filipinas con vientos sostenidos de 155 kilómetros por hora y rachas de 235 kilómetros por hora, según la agencia meteorológica filipina PAGASA, antes de perder fuerza y convertirse en tormenta tropical para alejarse del archipiélago.

Las autoridades, que todavía evalúan daños y recopilan datos procedentes de varias regiones, advierten de que continúan las precipitaciones en varias zonas del país y el riesgo de viaje por barco.


El tifón también ha alterado el desarrollo de los Juegos del Sudeste Asiático, inaugurados el sábado con la participación de más de 5.600 atletas, y en el que se han pospuesto o suspendido las competiciones de unas ocho disciplinas, según anunció anoche la organización.