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© DesconocidoEl ex jefe del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn (R), y su abogado
El ex jefe del FMI, Dominique Strauss-Kahn, fue liberado bajo palabra el viernes por un juez del Tribunal en lo Penal de Nueva York tras la revelación de elementos que desacreditan el testimonio de su presunta víctima de agresión sexual, aunque el caso aún sigue en pie.

Durante una sorpresiva y corta audiencia, el juez Michael Obus acató la solicitud del fiscal de poner fin al arresto domiciliario de Strauss-Kahn y ordenó el reembolso de la fianza de 6 millones de dólares (de la cual un millón en efectivo) impuesta al ex jefe del FMI.

No obstante, el juez retuvo su pasaporte y aclaró que el caso por agresión sexual continúa abierto y una próxima audiencia está programada para el 18 de julio.

Tras vivir un mes y medio de pesadilla, Strauss-Kahn, vestido de traje oscuro y corbata celeste, salió sonriendo del tribunal abrazado de su esposa, Anne Sinclair.

La decisión de la justicia estadounidense supone un giro espectacular en el mediático caso que involucra a este político socialista francés de 62 años, considerado hasta el estallido de este escándalo como fuerte candidato para las elecciones presidenciales en 2012.

La presunta víctima, una guineana de 32 años, acusó a Strauss-Kahn de querer violarla el pasado 14 de mayo en un cuarto del hotel Sofitel de Nueva York donde trabajaba.

Strauss-Kahn se había declarado no culpable el pasado 6 de junio de siete cargos por crímenes sexuales que le imputó un gran jurado popular.

El dirigente francés fue forzado a renunciar como director del Fondo Monetario Internacional (FMI), puesto en el cual fue nombrada el martes la ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde.

Durante la audiencia del viernes, los fiscales revelaron que la presunta víctima dio un "falso testimonio" al gran jurado, omitiendo por ejemplo el hecho de que limpió otro cuarto antes de transmitir al supervisor del hotel su denuncia de haber sido sexualmente atacada.

En las semanas siguientes a los hechos, la mujer mintió "en varias ocasiones" a los investigadores, según los mismos documentos.

"La investigación despertó inquietudes concernientes la credibilidad de la denunciante", admitió ante la prensa el fiscal Cyrus Vance.

Pero la audiencia del viernes "no anula las inculpaciones contra el acusado", agregó a la salida del tribunal.

El vuelco en el caso comenzó a materializarse el jueves tras revelaciones del diario New York Times de que la policía había detectado interrogantes relacionadas con la solicitud de asilo de la empleada de hotel y vínculos no confirmados con actividad delictiva, como la participación en el lavado de dinero y el tráfico de drogas.

Varias personas depositaron dinero en la cuenta bancaria de la presunta víctima en los últimos dos años, por un total de 100.000 dólares.

Además, durante una conversación telefónica con un detenido, la mujer "discutió sobre el interés de continuar las acusaciones" contra Strauss-Kahn, afirmó el periódico.

A la salida de la audiencia, Benjamin Brafman, uno de los abogados de Strauss-Kahn, dijo que su cliente "será declarado inocente".

Los últimos elementos relacionados con el caso "refuerzan nuestra convicción de que será declarado inocente (...). Es un gran alivio", dijo Brafman.

De su lado, el abogado de la joven guineana, Kenneth Thompson, indicó que la presunta víctima no ha "cambiado una sola palabra" su versión de los hechos y afirmó tener "pruebas materiales" de la agresión sexual.

Thompson intentó barrer las revelaciones sobre el comportamiento y el pasado de su clienta, aunque terminó admitiendo que las muchas filtraciones de la prensa no eran falsas.

En la noche el ex jefe del FMI cenó con su esposa en el restaurante italiano "Scalinatella", ubicado en el Upper East Side de Manhattan, según observó un periodista de la AFP.

En Francia, la noticia de la liberación bajo palabra de Strauss-Kahn fue recibida "gran alivio" por los socialistas, que empezaban a soñar el viernes con un regreso al ruedo de su mejor candidato para derrotar a Nicolas Sarkozy en la elección presidencial de 2012.

"Su presencia a nuestro lado sería decisiva para nuestro éxito en la elección presidencial", dijo Jack Lang, ex ministro socialista de Cultura, a la televisión BFM.

"Ha sido un bombazo, pero en el sentido contrario esta vez", aseguró de su lado el ex primer ministro socialista Lionel Jospin (1997-2002).