Nuevas tecnologías, que no existían al momento de la investigación inicial, ayudaron a resolver un caso que estuvo archivado durante más de dos décadas.
James Watkins,
© Redding Police Department
El caso de Christine Susan Munro, quien en 1995 fuera violada y asesinada cerca de la localidad de Redding (California, EE.UU.), fue finalmente resuelto gracias a una prueba de ADN que ayudó a detectar al responsable, informó el sábado pasado la policía local en su página de Facebook.

Munro tenía 37 años y trabajaba como enfermera. Su cuerpo fue encontrado el 24 de junio de 1995 en una pista que se extiende a lo largo del río Sacramento. En 1997, una persona confesó falsamente haber perpetrado el crimen. Sin embargo, no había pruebas suficientes para comprobarlo, y la policía tuvo que archivar el caso.

En 2019, un inspector de la policía local comenzó a revisar las circunstancias del asesinato de Munro, y en enero del 2020 envió muestras de un raspado de uñas de la víctima a una base nacional de datos donde se hacen análisis de coincidencia con el ADN de numerosos delincuentes. Meses después, en junio, recibió la notificación de una posible coincidencia de las muestras con el perfil de James Watkins, de 42 años y oriundo de Texas, quien por entonces se encontraba en una prisión estatal de esa entidad norteamericana, cumpliendo una sentencia de 14 años.

La policía revisó el historial de Watkins. Se estableció que desde Texas se había mudado a Redding a principios del año 1995, a la edad de 17 años. Durante su estancia en California tuvo problemas con la policía, e incluso fue detenido por robos en tiendas. En el otoño de 1997 regresó a Texas, donde posteriormente fue acusado y condenado por múltiples delitos, incluyendo asalto sexual y robo.


En agosto del 2020 se le tomaron a Watkins muestras de ADN. El análisis confirmó coincidencia plena con los rastros hallados debajo de las uñas de Christine Munro en el momento de su asesinato. Se emitió la orden de detención y Watkins fue trasladado a una cárcel del condado de Shasta, California. Le imputan secuestro, violación y asesinato.

La fiscal del distrito, Stephanie Bridgett, declaró en una conferencia de prensa, el viernes pasado, que el caso se encuentra en un tribunal de menores, dado que Watkins tenía 17 años cuando cometió el delito. Según Bridgett, su oficina planea solicitar la transferencia del caso a un tribunal de adultos. Precisó que Watkins no enfrentará la pena de muerte, pero sí está sujeto a cadena perpetua sin libertad condicional. La fiscal espera que la primera comparecencia del reo en la corte tenga lugar esta semana.