El descontento causado por la alta pobreza y la desnutrición infantil, entre otros factores, impulsó dos manifestaciones pidiendo la renuncia del mandatario. En una de ellas la policía reprimió dejando heridos y casi un centenar de personas hospitalizadas.
Manifestantes,incendio,Congreso en Guatemala,reclaman la renuncia del presidente
Casi medio centenar de manifestantes fueron hospitalizados por heridas, uno de ellos en estado grave.
Cientos de guatemaltecos quemaron la noche del sábado la sede del Congreso en una protesta en la que pidieron la renuncia del presidente del país, Alejandro Giammattei, luego de la aprobación legislativa del presupuesto para 2021, el más alto en la historia del país que no contempla un aumento de las partidas sociales y por el que se prevé un fuerte endeudamiento público.

Las llamas en el palacio Legislativo se veían desde la calle y la Cruz Roja atendió a varias personas por intoxicación, dijo a periodistas Andrés Lemus, vocero del organismo.


La jornada de protestas dejó como resultado al menos 37 detenidos que fueron traslados a los Juzgados, informó el ministro de Gobernación de Guatemala, Gendri Reyes, según consignó la agencia de noticias Europa Press.

Además, 22 personas resultaron heridas en los enfrentamientos con la Policía Nacional Civil (PNC).

Giovanni Guzmán, subdirector de Mediación de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), entrevistó a los detenidos que fueron llevados a la Torre de Tribunales.

El grupo de manifestantes que prendió fuego al edificio contrastó con otra protesta pacífica frente al antiguo palacio de Gobierno, en el centro histórico de la capital y cercano al Congreso, donde los manifestantes exigían la renuncia del mandatario, refirió la agencia de noticias AFP.

Portando banderas azul y blanco del país y pancartas con lemas como "No más corrupción", "Fuera Giammattei" y "Se metieron con la generación equivocada", los manifestantes llenaron la plaza central frente al antiguo palacio de gobierno en la capital.

Los uniformados lanzaron gases lacrimógenos a los manifestantes pacíficos de la plaza donde había decenas de niños, quienes entraron en pánico, según imágenes en redes sociales.

El descontento e indignación de los guatemaltecos contra el Congreso y el gobierno de Giammattei están causados por la opacidad de los recursos para enfrentar la pandemia del nuevo coronavirus, por la creación de un superministro para el que se nombró a un joven cercano al gobernante y por el presupuesto para el próximo año.

En ese contexto, el vicepresidente Guillermo Castillo le hizo públicamente a Giammatei la inédita sugerencia de que ambos renuncien.

El Congreso, en su mayoría integrado por el oficialismo y partidos afines, aprobó esta semana un presupuesto de casi 12.800 millones de dólares, un 25% más abultado que el de este año.

La mayoría de los fondos están dirigidos a infraestructuras con el sector privado y no prevé aumentos en las partidas de salud ni de educación, ni tampoco en las destinadas a combatir la pobreza y la desnutrición infantil.
El 59,3% de la población de casi 17 millones de habitantes de Guatemala vive en la pobreza y la desnutrición infantil afecta a casi el 50% de los niños menores de cinco años.
Además, varias entidades económicas y analistas advierten que es un riesgo que un tercio del presupuesto sea financiado por deuda.

Asimismo, el Congreso había aprobado préstamos por más de 3.800 millones de dólares para atender la pandemia, aunque solo se concedieron menos del 15% de esos recursos.