Una joven de Barcelona acudía acompañada de su madre a una consulta psiquiátrica en un centro médico de Sabadell, en Barcelona. Debido a los protocolos por el coronavirus, no dejaron entrar a su progenitora a la consulta y la joven se puso nerviosa.
Policia barcelona
© AFP 2020 / Lluis Gene
Según ha relatado la propia víctima en declaraciones para el programa de televisión Todo es mentira, la joven llevaba esperando dos años la cita médica por lo que la presencia de su madre era muy importante para ella. Al impedirle la entrada, la joven nerviosa salió de la consulta y la psiquiatra llamó a seguridad, que posteriormente avisó a la Policía Local.

Los agentes se presenciaron en el lugar de los hechos y consiguieron que la joven se marchara del lugar, no sin antes aconsejarle que denunciara la negligencia médica, tal y como ha asegurado la víctima. En el momento en el que la chica estaba llegando a su coche, se da cuenta que no tiene ningún documento que acredite la visita médica para hacerlo y decide volver al médico.

Es en ese segundo intento cuando ocurre el altercado. Al llegar a la entrada del centro, la joven se encuentra a un grupo de Mossos d'Esquadra impidiéndole el paso y armados con una pistola Taser. "Se lo puso a la altura del pecho y me preguntó si sabía lo que era eso. En ese momento, yo con mi alteración, le dije que si la sacaba para amenazarme que me disparara, y comenzó a hacerlo", aseguró la joven en televisión. Las imágenes del vídeo difundido en redes sociales muestran a varios agentes de la policía catalana reduciendo a la chica mientras grita en el suelo, después de recibir los disparos eléctricos:

​Finalmente, el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) trasladó a la joven a un centro hospitalario y fue detenida por un delito de atentado a la autoridad y daños. El director de los Mossos d'Esquadra, Pere Ferrer, ha defendido que los agentes de la policía catalana se han ajustado a los protocolos policiales al utilizar la pistola eléctrica. Asimismo, Ferrer ha reconocido que las imágenes del uso de la fuerza por parte de la policía siempre son "duras", pero ha defendido, tras analizarlo con los responsables operativos, que en este caso se han seguido los protocolos y que la actuación de los agentes fue proporcional.


Sin embargo, el Síndico de Agravios de Cataluña​ (oficialmente, en catalán, Síndic de Greuges de Catalunya) ha abierto una investigación de oficio contra esta actuación. Este mismo organismo ya recomendó en 2016 la suspensión del uso de este tipo de pistolas eléctricas. Por su parte, el Centro para la Defensa de los Derechos Humanos (en catalán, Irídia) ha tachado la actuación como "muy preocupante y desproporcionada".