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© latribuna.hnEn honduras existen altos índices de violencia.
La tasa de homicidios registrada en Honduras, durante el 2010, de 77.5 por cada 100,000 habitantes ubica a este país centroamericano en una situación de "epidemia", advirtió el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Ramón Custodio.

En una conferencia ofrecida ante el Colegio Nacional de Defensa, de las Fuerzas Armadas, Custodio señaló que para la Organización Mundial de la Salud (OMS) el estandar normal son nueve homicidios por cada 100,000 habitantes y que se puede calificar de "epidemia" cuando la tasa es de diez hacia arriba

El defensor de los derechos humanos explicó que, medicamente, la epidemia es cuando aumenta el número de incidencia de una enfermedad por un periodo dado comparable con años anteriores y que la incidencia de aumenta súbitamente. "Cuando hablamos de epidemia por homicidios es como un pico de frecuencia en la cantidad de muertes violentas que están ocurriendo en una sociedad", precisó.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece en su Carta Constitutiva adoptada por la Conferencia Sanitaria Internacional, celebrada en New York en 1946, que "la salud de todos los pueblos es una condición fundamental para lograr la paz y la seguridad y depende de la más alta cooperación de las personas y de los Estados.

En Honduras, manifestó Custodio, la sociedad ha experimentado, en los últimos años, un alarmante incremento de la criminalidad, que se ve reflejada en las altas tasas de homicidios que se registran en las diferentes regiones y ciudades del país. Con una población de 8, 045,990 habitantes, en Honduras se registra, en el 2010, una tasa de 77.5 homicidios por cada 100,000 habitantes, casi nueve veces por encima de la tasa promedio mundial establecida en 8.8, en el Informe Mundial de Violencia y Salud del año 2000.

"Ustedes ven como nuestros niveles de muertes violentas por homicidios está muy por encima de lo que es frecuente en el mundo como un promedio", señaló. Custodio expresó que lo que caracteriza a estas muertes violentas es, en primer lugar a muchos jóvenes con disparos en la cabeza, torturados, atados de pies y manos y más pareciera que fueran ejecuciones de un grupo enemigo o poco amigable.

Agregó que la decapitación se ha vuelto muy común ya que antes era extraordinariamente rara, lo cual indica que "nos estamos acostumbrando cada día más a actos de irrespeto al cuerpo humano". El ombudsman hondureño declaró que la tasa de homicidios es la que indica cuántas muertes violentas ocurren por cada 100,000 habitantes en el país.

Comparó la situación de Honduras, al finalizar el 2010 que registró una tasa de 77.5 por cada 100,000 pobladores, con la tasa registrada en El Salvador, que hasta hace algunos años era calificado de más violento, que fue de 71 homicidios, situación que refleja una diferencia muy significativa.

Aunque se pretende colocar a México y Colombia como los países más violentos de Latinoamérica y el mundo, sus tasas de 14.5 por cada 100,000 habitantes el primero y el segundo con una tasa de 35.7, ambas no sobrepasan a las tasas registradas en Honduras y El Salvador en el último año.

En su exposición también contrastó las cifras registradas en Honduras con naciones en guerra, como Afganistán que tiene una tasa de 14 homicidios por cada 100,000 habitantes y de Irak con 18, "se puede apreciar que sus tasas de muerte son menores a la tasa de un país como Honduras que está viviendo en "paz", concluyó.

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Según Custodio, a la tasa de violencia homicida que hay en Honduras hay que sumarle la violencia doméstica y la gravedad de la violencia política. El hondureño, en materia política, ha dejado de ser muy pacifico y ahora hay una conducta antisocial bastante fuerte, comentó.

Señaló que en el país muy pocas veces se había irrespetado la figura de un cardenal y ahora con frecuencia es afectado. "Yo puedo estar en desacuerdo ideológico con alguien pero no tengo el derecho de agredir a esa persona solo porque piensa diferente o se comporta diferente a como yo me comporto", opinó.

Un estudio del CONADEH sobre la seguridad pública en el país determinó que entre el año 2000 y el 2010 perdieron la vida en forma violenta 39,346 personas. El documento establece que sólo en el año 2010, se registró la muerte violenta de 6,239 personas, un promedio de 520 mensuales.

En la actualidad, la situación en el país es más grave, enfatizó Custodio, si se toma en cuenta que en el año 2000, se registraba un promedio 8.7 homicidios por día, cifra que se duplicó en el 2010 al alcanzar un promedio de 17 muertos por día, es decir, una víctima cada 85 minutos.

Durante su presentación ante el Colegio Nacional de Defensa detalló que la región norte de Honduras, integrada por los departamentos de Cortés, Atlántida y Colón, registró una tasa de 111.6 homicidios por cada 100,000 habitantes mientras que en la región sur fue de 22.2 muertes violentas.

Destacó que el departamento de Atlántida registró en el 2010 la tasa más alta de homicidios con 112.8, Colón con 86.8, Yoro con 85.9, Francisco Morazán con 83.2. Señaló que en La Ceiba se registró una tasa de 158.2 homicidios por cada 100,000 habitantes, que la ubica como la ciudad con la tasa más alta de muertes violentas en el país, seguida muy de cerca por San Pedro Sula con 147.8.

Custodio recordó que en 1975, estaba en la recepción del Hotel Sula y un turista le preguntó al recepcionista, ¿es seguro ir a dar una vuelta a la manzana, aquí esta en Honduras?, la respuesta del recepcionista fue "usted puede ir 10 cuadras a la redonda y no le va a pasar nada". No obstante, desde aquella fecha hasta ahora ha cambiado mucho la situación de seguridad en el país, opinó.

Custodio no descarta que la situación de violencia en el Litoral Atlántico esté relacionada al narcotráfico o al crimen organizado por lo que mejor recomendó, como una posibilidad, determinar las causas por la que esta región del país, que antes no era tan violenta ahora ocupe la tasa de homicidios más alta del país.

El Colegio Nacional de Defensa es una institución que tiene como propósito la preparación del personal selecto civil y militar, para que en acción conjunta en los campos de la vida nacional, participen en la Planificación Estratégica Nacional.