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Barack Obama hizo esta noche un llamamiento a la razón y al sentido común para evitar que Estados Unidos, por primera vez en su historia, se declare en suspensión de pago y provoque una crisis internacional de imprevisibles consecuencias.

"Incumplir nuestras obligaciones de pago es temerario e irresponsable", advirtió el presidente norteamericano en un último y desesperado intento de que demócratas y republicanos lleguen a un acuerdo para evitar una quiebra antes del 2 de agosto.

Así lo ha manifestado esta noche en un discurso dirigido a la nación, con el que ha pretendido aumentar la presión para llegar a un acuerdo en esta última semana de negociaciones dentro del plazo del 2 de agosto.

Obama no ha dudado en criticar a los republicanos de la Cámara de Representantes por su intransigencia, y afirma que con estos enfrentamientos políticos "no hay forma de gobernar el mayor país de la Tierra". En cambio, sí ha aplaudido la propuesta de los senadores demócratas.

"El pueblo americano pudo haber votado por un Gobierno dividido, pero no votó por un Gobierno disfuncional", señaló, según recoge la CNN. "Les estoy pidiendo a todos vosotros que hagan escuchar su voz. Si quieren una solución equilibrada para reducir el déficit, háganselo saber a sus miembros del Congreso. Si piensan que podemos resolver este problema mediante el compromiso, envíen ese mensaje".

Obama ha impulsado un plan integral que contempla reducciones en el gasto, aumento de impuestos y reformas. Los republicanos aspiran a reducir el déficit sin necesidad de subir tasas impositivas.

En respuesta al discurso del presidente, el líder de la mayoría republicana en la Cámara Baja, John Boehner, ha dicho que las iniciativas de Obama no responden al problema fundamental, esto es, que Estados Unidos gasta más dinero del que ingresa.

"La triste verdad es que el presidente quería un cheque en blanco hace seis meses, y quiere un cheque en blanco hoy (...) Sencillamente, eso no va a suceder", afirma el republicano.

Este lunes, tanto demócratas como republicanos propusieron nuevos planes que no lograron el apoyo de la otra parte. Ambas ideas coinciden en elevar el límite de deuda hasta finales de 2012, pero difieren en el alcance de algunos apartados.

Obama también ha aceptado de buen grado la idea del líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, aunque vaticina que no superará el trámite de la Cámara de Representantes, así como el plan de Boehner no sería aprobado por el Senado.

Reid propone reducir la inversión en las guerras de Irak y Afganistán y en programas internos. También busca combatir el fraude fiscal, ahorrar en el pago de intereses por la deuda establecer un comité parlamentario para estudiar opciones de reducción de deuda. Boehner cree que el borrador de Reid está "lleno de trucos".