Traducido por el equipo de Sott.net

Irak volvió a cubrirse de una espesa capa de color naranja el domingo al sufrir la última de una serie de tormentas de polvo que se han vuelto cada vez más habituales.
Dust settled across streets and vehicles and seeped into homes in Iraq's capital Baghdad as the storm hit on Sunday
© Ahmad Al-Rubaye/AFPEl polvo se asentó en las calles y los vehículos y se filtró en las casas de la capital iraquí, Bagdad, cuando la tormenta llegó el domingo
Decenas de personas fueron hospitalizadas con problemas respiratorios en el centro y el oeste del país.

Una gruesa capa de polvo naranja se extendió por las calles y los vehículos, y se coló en las casas de los habitantes de la capital, Bagdad.

Los vuelos se interrumpieron debido a la escasa visibilidad en los aeropuertos que sirven a Bagdad y a la ciudad santa chiíta de Nayaf, y se espera que el fenómeno continúe hasta el lunes, según el servicio meteorológico.

"Los vuelos han sido interrumpidos en los aeropuertos de Bagdad y Nayaf debido a la tormenta de polvo", dijo el portavoz de la autoridad de aviación civil, Jihad al-Diwan.


La visibilidad fue citada en menos de 500 metros, y se espera que los vuelos se reanuden una vez que el tiempo mejore.

Los hospitales de Nayaf recibieron a 63 personas que sufrían problemas respiratorios como consecuencia de la tormenta, dijo un funcionario sanitario, añadiendo que la mayoría se había marchado tras recibir el tratamiento adecuado.

Otras 30 hospitalizaciones se registraron en la provincia de Anbar, mayoritariamente desértica, en el oeste del país.

Irak sufrió una serie de tormentas de este tipo en abril, que dejaron en tierra los vuelos de Bagdad, Nayaf y Arbil y provocaron docenas de hospitalizaciones.


Amer al-Jabri, de la oficina meteorológica de Irak, dijo anteriormente que se espera que este fenómeno meteorológico sea cada vez más frecuente "debido a la sequía, la desertificación y la disminución de las lluvias".

Irak es especialmente vulnerable al cambio climático, ya que en los últimos años ha sido testigo de un récord de escasez de lluvias y de altas temperaturas.

Los expertos han afirmado que estos factores amenazan con provocar un desastre social y económico en este país asolado por la guerra.

En noviembre, el Banco Mundial advirtió que Irak podría sufrir una disminución del 20% de sus recursos hídricos en 2050 debido al cambio climático.

A principios de abril, Issa al-Fayad, funcionario del Ministerio de Medio Ambiente, había advertido que Irak podría enfrentarse a "272 días de polvo" al año en las próximas décadas, según la agencia estatal de noticias INA.

El ministerio dijo que el fenómeno meteorológico podría abordarse "aumentando la cubierta vegetal y creando bosques que actúen como cortavientos".

Fuente: Agence France-Presse