El "ejército" de ocupación israelí reconoció que sus soldados arrojaron desde el techo de un edificio los cadáveres de jóvenes palestinos en la localidad de Qabatiya, en Yenín, Cisjordania ocupada.
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Pero, pese a admitir el hecho, una investigación interna concluyó que no hubo "ningún defecto moral" en la acción.

En el informe, las autoridades militares calificaron el incidente como un evento desafortunado y solo señalaron que debieron considerar otra solución.

Sin embargo, anteriormente el vocero del "ejército" emitió un comunicado donde describió el caso como "grave" y aseguró una investigación.

De acuerdo con el portal israelí i24news, los militares agresores recibieron órdenes del servicio de inteligencia Shin Bet para trasladar los cadáveres.

Alegaron que las condiciones del terreno y la imposibilidad de utilizar camillas o grúas en una zona de combate activa llevaron a optar por esa acción.

Las investigaciones sobre abusos cometidos por el "ejército" israelí contra palestinos rara vez concluyen en sanciones o condenas a los responsables.

El 19 de septiembre pasado, soldados sionistas lanzaron de manera violenta los cuerpos de palestinos asesinados durante una operación militar en Qabatiya.

Este tipo de incidentes se enmarca en las constantes incursiones de las fuerzas agresoras en Cisjordania, que incluyen disparos, allanamientos de viviendas, destrucción de infraestructura, asesinatos y detenciones de palestinos.