Historia Secreta
"Lo que hoy presentamos es el fruto de nuestro compromiso en el trabajo en el Calerizo. Es un objeto encontrado en la cueva de El Conejar en nuestro empeño por documentar, dar contenido cultural, tecnológico e industrial a esa prehistoria mal conocida y poco desarrollada que hay en la comunidad. Su principal importancia es que nos manifiesta que es del Paleolítico, tiene más de 9.000 años y forma parte, culturalmente, de la integración de todas las culturas paleolíticas de la península", enfatizó Antoni Canals, que codirige junto a Eudald Carbonell las excavaciones en los yacimientos cacereños.
Según ha informado la Diputación de Valencia en un comunicado, un equipo de arqueólogos de su Servicio de Investigación Prehistórica ha realizado este hallazgo en este "oppidum" (colina o meseta fortificada).
La corporación provincial ha destinado 14.000 euros al desarrollo de estos trabajos que han sido desarrollados durante el mes de julio por un equipo de 17 estudiantes y licenciados en Arqueología e Historia por la Universidad de Valencia e Italia, tres arqueólogos y un técnico en topografía.
La directora de la excavación y conservadora del Museo de Prehistoria de Valencia, Rosa Albiach, ha destacado que "se ha podido documentar muy bien este tramo de su muralla" y obtener "importante información sobre su construcción y cimentación".
Para su construcción, ha precisado, se adaptó a la roca natural y para su cimentación se erigió un zócalo de piedras de 1,35 metros de altura con sillares de medida trabajados por la cara externa, y que alternaron con piedras irregulares, trabados en seco, de entre 1,30 y 1,55 metros.
Según Albiach, de pocas murallas ibéricas se sabe cuál fue su alzado dado que no se ha podido conservar, pero en este caso, gracias al los derrumbes que se han producido hacia el interior del "oppidum", ha podido conocerse cómo era la muralla y que tenía unos 5 metros de altura.
Durante su descubrimiento sorprendió su antigüedad, porque se pensaba que las tribus neolíticas de cazadores recolectores, antes de la aparición de la agricultura y lo que se llama "la gran revolución del neolítico" cuando aparecen ciudades, no construían más que chozas. No es así, en los grandes bosque de Europa las construcciones eran de madera y no se han mantenido hasta nuestros tiempos. Aquí se utilizó piedra caliza y contamos con el hecho de que , no se sabe por qué, todo el conjunto megalítico fue enterrado hace 8.000 años, por lo que se ha mantenido en perfecto estado.
No se sabe muy bien su función, podría ser un templo, un santuario, un centro de peregrinación de los cazadores seminómadas, incluso hay quién lo identifica con el Edén o una representación del mismo. Incluso podría ser un parque temático del neolítico.
El arqueólogo alemán Klaus Schmidt, investigador del Instituto Arqueológico Alemán (DAI), descubrió el lugar en 1994 en el sureste de Turquía. Buscaba la ciudad de Şanlıurfa, la cual se cree que fue la cuna del Profeta Abraham y tal vez una de las primeras ciudades neolíticas, una vez conocida la agricultura y todo lo que ello supuso, la creación de ciudades estado, reyes, sacerdotes... Al norte de esta ciudad se encuentran las primeras estribaciones de las montañas que atraviesan el sur de Turquía, la fuente de los ríos Tigris y Eufrates famosos. A unos 9 kilómetros se hablaba del emplazamiento de unas antiguas ruinas, las descubrieron en 1960, pero no se le dio ninguna importancia porque pensaban que se trataba de un castillo o una torre de defensa bizantina. La zona era conocida con el nombre de Göbekli Tepe.

El antropomorfo más conocido y estudiado de los encontrados en este macizo berciano
Están situadas en el espectacular promontorio conocido como Peña Piñera, muy cerca de Vega de Espinareda, enfrente del pueblo que las da nombre, Sésamo. Desde ese acantilado rocoso se nos ofrecen unas majestuosas vistas. El lugar es impresionante por sí mismo y vale la pena visitarlo. Para saber más de los atractivos de la zona se debe visitar la imprescindible página-web de José Antonio Librán, estudioso de temas bercianos y apasionado de la Historia.
Las pinturas fueron descubiertas por la profesora Servilia Aláez Urbón y por César Rodríguez, vecino de Sésamo. La Universidad de León envió a dos de sus mejores arqueólogos, José Avelino Gutiérrez y José Luis Avello para investigar su antigüedad y relevancia. La obra que publicaron resolvió el misterio de su origen y significado.
Un elemento con 'forma circular' hallado en los trabajos realizados entre mayo y junio y que arroja algo de luz a la leyenda, data de 1620, aunque el montículo es anterior.
El grupo de arqueólogos pertence a la Universidad de Glasgow, a la Sociedad de Historia de Stirling y al la Sociedad Arqueológica de Stirling. Y llevan realizando el estudio no invasivo desde mayo para sacar a la luz los datos no revelados durante seis siglos, momento en el cuál los historiadores sitúan la leyenda del rey Arturo. "El área ubicada alrededor del Catillo de Stirling, guarda algunos de los últimos vestigios de los paisajes medievales en Europa" declaró para el diario británico The Telegraph, Stephen Digney, el coordinador del proyecto.
No es la primera vez que se realizan trabajos de arqueología. En el siglo XVII, Carlos I, ordenó realizar trabajos de investigación en los jardines reales y ya por aquel entonces, el montículo se cree que tomó la forma actual.
Arabia Saudita anunció este jueves haber descubierto en el suroeste los vestigios de una civilización de 9.000 años de antigüedad que sabía domar caballos y embalsamaba a sus muertos.
"Este descubrimiento revela que los caballos fueron domados en la península arábiga por primera vez hace 9.000 años, mientras que anteriormente se pensaba que la doma de los caballos en Asia remontaba a 5.000 años", dijo el vicepresidente del departamento de Museos y Antigüedades, Ali al Ghaban en una conferencia de prensa en Yedá.
Los restos de esta civilización fueron hallados cerca de Abha, en la provincia de Aasir que formaba parte de Arabia en la antigüedad. Esta civilización bautizada bajo el nombre de Al Maqar ya sabía "embalsamar a los muertos con procedimientos totalmente distintos a los conocidos en aquella época", indicó Ghaban.
El fósil Juramaia sinensis, o "madre jurásica de China", fue encontrado en la provincia de Liaoning, en el noreste de China en 2009, y tiene aproximadente 160 millones de años de antigüedad, según la declaración emitida hoy por el Instituto de Geología de la Academia de Ciencias Geológicas de China. El hallazgo del fósil marca un nuevo hito en la investigación sobre la evolución ya que prueba que los mamíferos comenzaron a evolucionar 35 millones de años antes de lo que se pensaba con anterioridad, se indicó en la declaración. El descubrimiento provee nueva información sobre los ancestros más antiguos de los mamíferos placentarios actuales y llena un vacío importante en los registros fósiles, se dijo en la declaración.
La edad de Juramaia ayudará a establecer una línea temporal más exacta sobre cuándo se separaron los mamíferos placentarios de otros mamíferos, agregó la declaración.
Según ésta, el fósil está compuesto de un cráneo incompleto, parte del esqueleto del animal e impresiones de tejido blando residual como pelo. El Juramaia fue un mamífero insectívoro y se calcula que tenía una masa corporal de 13 gramos, señaló la declaración.
Comparaciones de varios genes y segmentos de ADN revelaron que el cruzamiento con ambas especies de homínidos confirió al ser humano moderno una protección natural contra ciertas enfermedades, según expertos de la Universidad de Stanford, dirigidos por Peter Parham.
Esos genes llamados HLA resultan claves para que el sistema inmunológico humano reconozca y combata los agentes patógenos, explicaron los científicos.
Hace 400 mil años ocurrió la separación entre las tres especies prehistóricas de homínidos.
Los Neandertales abandonaron Africa para dirigir sus pasos a Europa y Asia occiental, mientras que sus parientes Denisovanos salieron de allí rumbo a Asia oriental y Oceanía.
Los paleontólogos del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) han encontrado el lugar en el que estuvo esta pequeña pala con mango porque en el suelo del nivel 'P 'quedó impresa su huella, así como restos de la madera carbonizada de la que estaba hecha, que podía ser de pino o de sabina, los árboles que había alrededor.
El artefacto medía en su parte más ancha 15 centímetros de largo por ocho de ancho, con una forma triangular, terminada en punta; y en el mango tiene otros 17 centímetros de largo por cuatro de ancho. Los restos que quedan están carbonizados, lo que indicaría que la habían tirado al fuego que había en la cueva cuando estaba ya medio apagado, por lo que no se quemó. Posteriormente, quedó cubierta por agua y musgos que impidieron su destrucción hasta que la huella quedó impresa en el terreno.
Generalmente el gel se considera una de las manifestaciones más conspicuas - y para muchos detestables - de la vanidad, pero al menos esta vanidad es milenaria y tiene un linaje de la más alta alcurnia. ¿Quién hubiera pensado que un cabello lleno de gel podría determinar si una persona cruza o no hacia la siguiente dimensión y logra burlar la inexorable vigilancia del chacal de ultramundo, Anubis? Al parecer los egipcios no solo usaban gel en vida sino lo llevaban a la muerte para mantener su estilo y su personalidad como signo de distinción durante el Gran Viaje.
Arqueólogos del Centro de Egiptología Biomédica de la Universidad de Manchester encontraron muestras de gel en 9 momias extraídas del oasis de Dakhla, en el oeste del desierto egipcio. Estudos de cromatografía y espectrometría mostraron que la substancia grasosa que encontraron en su cuero cabelludo contenía ácido palmítico y ácido esteárico.
John Taylor, cabeza de la colección egipcia del British Museum de Londres, dice que "el cabello era un símbolo de estatus y estilos elaborados significaban cierta alteza".