© DesconocidoLa Peste que asoló Londres en 1664 fue atribuida al paso de un cometa
En el año de nuestro señor de 1664 un cometa se acercó a la tierra, haciéndose perfectamente visible durante semanas desde todos los puntos de Europa. Aunque ya había científicos que estudiaban estos fenómenos, la superstición y el miedo a lo desconocido atribuía todavía entonces a estos inexplicables cuerpos celestes propiedades destructivas: desastres naturales, plagas bíblicas, vastas mortandades... Así, la aparición de aquel cometa se vinculó directamente con la 'Gran Plaga de Londres', una salvaje epidemia de peste que entre ese año y el siguiente exterminó a una quinta parte de la población en la capital inglesa y a más de 100.000 personas en todo el país anglosajón.
También en España se siguió con terror la evolución de este cometa. Desde Burgos, un hombre lo hizo con especial dedicación, poniéndolo por escrito. Se trataba del padre Gonzalo de Arriaga, cronista e historiador del convento dominico de San Pablo, quien pasó varias noches del mes de diciembre contemplando el fenómeno: «La cola era cenicienta, que tiraba a color cetrina y plomo; muy empañada la luz, que no era aún tan clara como la de las estrellas, y mucho menos que la de la luna», anotó en su diario el primer día que lo vio. «Sería la cabeza del cometa como una copa de sombrero, y la cola como de vara y media, mirando la cola más inclinada al Septentrión que al Occidente, casi por la misma línea del sol».
Arriaga era preciso en sus descripciones. En el relato va dando cuenta de cómo avanza el astro, haciéndose más grande, y cómo su luz aumenta y poco a poco va extinguiéndose. Días después de la primera observación escribe: «Volví a mirar la misma hora, y estaba algo más crecido, y la cola mayor que otras noches, subiendo siempre, y adelantándose mucho más que las otras noches». Y al cabo de otras jornadas: «Estaba menor que la noche antecedente, menos luz, aunque siempre subiendo y adelantándose mucho a la estrella y lucero que estaba casi parejo en la subida a las estrellas que andan juntas (la constelación del Can menor)».
Comentario: Nuestra investigación ha arrojado clara evidencia que nos sugiere que hay una fuerte relación causal entre el paso de cometas y las epidemias de ciertas enfermedades. A lo largo de los años han ido apareciendo cada vez más investigaciones que respaldan la hipótesis que material orgánico, entre otras cosas, bacterias, "monten" cometas, y que sean diseminados por el cosmos gracias a éstos.
Esto pone en relieve la posibilidad de que el polvo cometario que estos "viajeros cósmicos" dejan a su paso lleven consigo microrganismos que potencialmente pueden producir enfermedad a su paso.
Los invitamos a explorar esta inquietante hipótesis leyendo nuestros editoriales
Pestilencia, la Gran Peste y la Cura del Tabaco y
Nueva Luz sobre la Peste Negra: La Conexión Viral y Cósmica.
Comentario: Nuestra investigación ha arrojado clara evidencia que nos sugiere que hay una fuerte relación causal entre el paso de cometas y las epidemias de ciertas enfermedades. A lo largo de los años han ido apareciendo cada vez más investigaciones que respaldan la hipótesis que material orgánico, entre otras cosas, bacterias, "monten" cometas, y que sean diseminados por el cosmos gracias a éstos.
Esto pone en relieve la posibilidad de que el polvo cometario que estos "viajeros cósmicos" dejan a su paso lleven consigo microrganismos que potencialmente pueden producir enfermedad a su paso.
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