Traducido por el equipo de Sott.net en español
© vitstudio/ShutterstockAlgunos científicos creen que la conciencia es generada por procesos cuánticos, pero la teoría aún no ha sido probada empíricamente.
Una de las cuestiones abiertas más importantes de la ciencia es cómo se establece nuestra conciencia. En los años 90,
mucho antes de ganar el Premio Nobel de Física 2020 por su predicción de los agujeros negros, el físico Roger Penrose se asoció con el anestesista Stuart Hameroff para proponer una ambiciosa respuesta.
Afirmaron que el sistema neuronal del cerebro forma una intrincada red y que la conciencia que produce debería obedecer a las reglas de la mecánica cuántica, la teoría que determina cómo se mueven partículas diminutas como los electrones. Esto, según ellos, podría explicar la misteriosa complejidad de la conciencia humana.Penrose y Hameroff fueron recibidos con incredulidad. Las leyes de la mecánica cuántica sólo suelen aplicarse a
temperaturas muy bajas. Los ordenadores cuánticos, por ejemplo, funcionan actualmente a unos
-272°C. A temperaturas más altas, la mecánica clásica se impone. Dado que nuestro cuerpo funciona a temperatura ambiente, es de esperar que se rija por las leyes clásicas de la física. Por esta razón, la teoría de la conciencia cuántica ha sido
descartada de plano por muchos científicos, aunque otros son
partidarios convencidos.En lugar de entrar en este debate, decidí unir fuerzas con colegas de China, encabezados por el profesor Xian-Min Jin de la Universidad Jiaotong de Shanghai, para poner a prueba algunos de los principios que sustentan la teoría cuántica de la conciencia.
En
nuestro nuevo artículo, hemos investigado cómo podrían moverse las partículas cuánticas en una estructura compleja como el cerebro, pero en un entorno de laboratorio. Si nuestros hallazgos pueden compararse algún día con la actividad medida en el cerebro, podríamos estar un paso más cerca de validar o descartar
la controvertida teoría de Penrose y Hameroff.
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