Traducido por el equipo de SOTT.net en españolCuando las aguas rojas y sanguinolentas que sumergieron la ciudad de Deben, en el Cabo Norte, empezaron a remitir, un residente ha encontrado en ellas un mensaje del universo.
"Algunos dicen que es bueno para nosotros, que esta agua sanguinolenta es la limpieza que necesitábamos", dijo la propietaria de un restaurante, Rachel Jacobs.
"Estamos pasando por muchas cosas. Estamos luchando contra Covid-19, el corte de suministro e incluso la recesión", dijo.
La corriente de agua roja a la que se refería estaba causada por los restos de polvo de mineral de hierro que quedaron tras las voladuras en las instalaciones mineras cercanas.
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