Traducido al castellano por A. Mondragón para La Tribuna Hispana USA

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Según lo reportado recientemente por NetRightDaily, el Senado aprobó el Acta de Autorización de la Defensa Nacional 2012, un proyecto de ley de la defensa de $662 mil millones. Esto da a los militares el poder de arrestar a cualquiera y a todos los sospechosos de ser terroristas, capturado aquí o en el exterior, y encerrarlos indefinidamente. A pesar de las amenazas vacías de veto de nuestro ilustre presidente, el proyecto fue aprobado por 93 a 7 votos.

El presidente del Comité de Inteligencia del Senado Dianne Feinstein (Demócrata de California) y el senador Lindsey Graham (Republicano de Carolina del Sur) añadieron una enmienda que mantiene la garantía de las leyes actuales sobre la detención de los ciudadanos, y en casos extremos el Tribunal Supremo puede decidir a si se concede una excepción. Así, si usted fuera un ciudadano al menos hay algo que le protegería contra el gobierno de encerrarlo indefinidamente.

Sin embargo, todo esto puede estar en riesgo. En la Casa de Representantes se ha presentado un nuevo proyecto de ley que eliminará la enmienda, permitiendo que el gobierno, bajo la sola sospecha de actividad terrorista, le quite su ciudadanía (o naturalización), descalificándolo de cualesquiera y de todas las libertades (y derechos)proporcionados por la Constitución.

Se llama el Acta de la Expatriación del Enemigo (H.R.3166) y es un proyecto de ley lleno de pesadillas. Presentado por el congresista Charles Dent, de Pensilvania, y co-patrocinado por sus colegas Jason Altmire, Roberto Latta y Frank Wolf, este proyecto de ley le permite al gobierno quitarle la nacionalidad estadounidense a cualquier persona que el gobierno dice está participando en una actividad terrorista. Un proyecto de ley similar en el Senado, la S. 1698, fue presentado por el senador Joe Lieberman, Demócrata de Connecticut, con el senador Scott Brown como su único co-auspiciador.

La gente [del gobierno] puede entrar en su hogar, arrestarlo, quitarle su ciudadanía y detenerlo mientras ellos quieran, solo porque sospechan de que usted puede estar haciendo algo que a ellos no les gusta.

¿Se quedó sin palabras? Debería estarlo. La mayor parte los norteamericanos siempre han convenido que, a pesar de los lazos partidarios, la libertad es nuestra prioridad principal. "La tierra de la libertad y el hogar de los valientes" era una frase con la cual cualquier estadounidense podía contar para describir a su país.

Tierra de encarcelados y sospechosos

Pero ahora con la introducción de este nuevo proyecto de ley, se ve que la "La tierra de la libertad y el hogar de los valientes" se está convirtiendo en "La tierra de los encarcelados y el hogar de los sospechosos", que probablemente no es el futuro que nuestros Padres de la Patria tenían en mente cuando cortaron sus lazos con el Rey abusivo George III.

Si los proyectos de ley en cada cámara son aprobados y pasan al escritorio del presidente, la libertad y la independencia que nos separa de los países comunistas y fascistas con dictadores brutales está en peligro. Los derechos dados a nosotros por la Constitución son prácticamente la definición de lo que significa ser un norteamericano, y con nuestra ciudadanía viene la garantía de que esos derechos estarán siempre allí para protegernos.

Pero ahora algunos en nuestro gobierno, en su sabiduría infinita, han decidido intentar poner fin a esa libertad, y desafían el propio tejido [legal] de nuestra democracia, dando al gobierno el poder de revocar nuestro estatus nacional individual bajo la mera sospecha de que alguien está haciendo algo equivocado - sin una investigación formal o el debido proceso judicial.

En el curso de nuestras vidas, nunca antes el gobierno ha estado tan cerca de transformarse completamente en una dictadura como ahora. El nuevo proyecto de ley de la defensa, si es emparejada con el proyecto de ley de la expatriación, me haría estremecer al pensar de qué [nuestro presidente] pronto a ser rey, está ocultando algo más debajo sus mangas.