sicario
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El asesinato de Facundo Cabral a manos de unos sicarios a sueldo (Nota del Editor: Facundo Cabral es un cantaautor argentino que fue asesinado la semana pasada en un extraño atentado en Guatemala) nos enfrenta con la dura realidad de que hay seres humanos que conviven con nosotros los cuales son capaces de matar con la mayor sangre fría y sin ninguna compasión a otros seres humanos a cambio de dinero.

¿Estos asesinos a sueldo tienen sentimientos de culpa o el más mínimo remordimiento? Según muchos investigadores que están hace algún tiempo analizando el fenómeno de la psicopatología la respuesta parece ser que no. Un psicópata no siente remordimiento por la sencilla razón de que es incapaz de sentir empatía, es decir, para ellos no existe la posibilidad de ponerse en el lugar de los demás desde una perspectiva emocional. La pregunta clave que habría que contestar es si este tipo de individuo nace o se hace.

El experto en comportamiento psicópata Robert Hare, quien ha desarrollado una prueba especializada para detectar tendencias psicópatas (http://www.hare.org), plantea que existe gran evidencia de que los psicópatas, como son los sicarios, nacen con unas deficiencias en ciertas áreas del cerebro que los hacen incapaces de sentir. Son como fachadas que interactúan en el mundo pero lo más que pueden hacer es actuar como si sintieran. Peor aún según Hare las terapias individuales o grupales son inútiles para cambiar su comportamiento porque ellos usan la información para aprender nuevas formas de manipulación. La hipótesis de que los psicópatas nacen y no se hacen parece confirmarse con pruebas de resonancia magnética hechas al cerebro de estos individuos mientras ven imágenes de violencia extrema o leen palabras relacionadas con temas de violencia o daño a otros seres humanos. Mientras que en un cerebro normal existe una reacción ante este tipo de imágenes y palabras, en el caso del psicópata la reacción es nula.

El psicópata no es un enfermo mental que tenga alucinaciones ni mucho menos alguien que no sepa distinguir entre el bien y el mal. Entienden perfectamente que asesinar a alguien es inmoral e ilegal lo que ocurre es que, sencillamente, no les importa.