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El IAC revoluciona las teorías sobre las galaxias lejanas

Un equipo internacional, con la colaboración del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), ha descubierto que las galaxias del universo temprano, situadas a 8.000 millones de años luz, no son tan densas como se pensaba hasta el momento. La investigación aporta nuevos datos para esclarecer el misterio de cómo las galaxias que nacen densas y pequeñas alcanzan luego tamaños tan grandes como el de la Vía Láctea.

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© IACImagen de la galaxia M-82.
El enigma, objeto de diversas hipótesis en la comunidad científica, está más cerca de resolverse gracias a observaciones realizadas en el Gran Telescopio Canarias (GTC), el mayor telescopio óptico del mundo. El trabajo, que cuenta con la participación del IAC, deja patente que instrumentos tan potentes como este telescopio, situado en el Observatorio del Roque de los Muchachos (La Palma), permiten que los científicos continúen cuestionándose sus propias teorías para avanzar en el conocimiento de los lugares más lejanos del Universo.

El trabajo, que aparece publicado en la revista Astrophysical Journal Letters, ha sido dirigido por los investigadores de la Universidad de Florida, Jesús Martínez y Rafael Guzmán. El equipo observó cuatro jóvenes galaxias, a ocho mil millones de años luz de La Tierra, y comprobó en sus espectros que eran, en promedio, seis veces menos densas de lo que se creía. Para ello, se han servido del espectrógrafo Osiris, instalado en el GTC.

Beaker

Hallado en Chile el virus más grande del mundo

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© CNRSAINHOA IriberriImagen del Megavirus chilensis, al microscopio.
Investigadores del Laboratorio de Información Estructural y Genómica de la Universidad de Marsella (Francia) han identificado el que sería el mayor genoma vírico encontrado hasta la fecha.

El nuevo virus, que han bautizado como Megavirus chilensis (al haber sido localizado en la costa de la estación marina ECIM de Las Cruces, en Chile), es pariente lejano del Mimivirus, cuya identificación como tal, en 2003, revolucionó la historia conocida de estos organismos, por sus características únicas, incluyendo el gran tamaño de su genoma. El Mimivirus fue descubierto en 1992 en el interior de la ameba Acanthamoeba polyphaga, en el curso de una investigación sobre legionelosis.

En aquel momento, se clasificó como una bacteria hasta que, en 2003, investigadores del mismo centro que ha identificado a Megavirus chilensis, demostraron en Science que se trataba de un virus gigante.

El ADN de Megavirus chilensis está compuesto por 1.259 millones de pares de bases. Por poner sólo un ejemplo, el genoma del virus de la gripe tiene 13.000 pares de bases. El hallazgo de este microorganismo demuestra que "todavía no se ha alcanzado el límite en lo que a complejidad de virus gigantes se refiere", apuntan los autores en PNAS.

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Científicos argentinos hallaron los restos de la ballena primitiva más antigua del mundo

Los descubrió una expedición de paleontólogos en la isla Marambio de la Antártida. Este "arqueoceto", un fósil de 49 millones de años, es el registro más primitivo del grupo que dio origen a las ballenas modernas y delfines.

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© DesconocidoCientíficos argentinos hallaron los restos de una ballena de 49 millones de años en la isla Marambio de la Antártida.
Científicos del Instituto Antártico Argentino hallaron los restos del "arqueoceto" más antiguo del mundo, considerado una ballena primitiva de unos 49 millones de años, en una expedición en la isla Marambio, cerca del mar de Weddell, al noreste de la península.

El director del Instituto Antártico Argentino, Mariano Mémolli, precisó a la agencia DyN que el cetáceo "no sólo es el fósil más antiguo del mundo de ballena primitiva, sino también el primero localizado en la Antártida" y subrayó que el hallazgo "permitirá colocar a la ciencia argentina a la vanguardia internacional del estudio de la evolución".

El descubrimiento fue realizado por los paleontólogos argentinos Claudia Tambussi (CONICET-Museo de La Plata) y Marcelo Reguero (CONICET, Instituto Antártico Argentino y Museo de La Plata), y los suecos Thomas Mörs y Jonas Hagström (Swedish Museum of Natural History, Estocolmo).

Grey Alien

Revelan que podría existir tecnología extraterrestre más allá de la materia

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© Desconocido
El reconocido cosmólogo Paul Davies dice que es posible que inteligencias extraterrestres hayan evolucionado al punto de que su tecnología pueda ir más allá de la materia, quizás mezclando su mente con la naturaleza que habitamos.

La búsqueda de inteligencia extraterrestre está basada en nuestros paradigmas culturales. Con la creación del Instituto SETI se popularizó la teoría de que una civilización extraterrestre avanzada debería de haber desarrollado la radio y debería de comunicarse de esta forma en la profundidad del espacio. En los últimos años se ha especulado mucho sobre inteligencias artificiales pululando en el espacio desarrolladas por extraterrestres que hayan evolucionando al ámbito de la postbiología, quizás satélites, planetoides o hasta pulsares inteligentes.

¿Pero por qué no considerar la posibilidad de que una civilzación extraterrestre suficientemente avanzada ya no esté basada en la materia? Esto es justo lo que explora el reconocido astrobiólogo Paul Davis en su nuevo libro The Eeerie Silence. Si nos basamos en un cálculo probabilístico el universo debería de estar repleto de civilizaciones extraterrestres, ¿por qué no las vemos, entonces? Tal vez esto se deba a que estas civilizaciones, que han tenido miles de millones de años para evolucionar, han logrado manipular la energía y la conciencia de formas que nos son difíciles de imaginar.

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Extremófilos sobreviven en las condiciones simuladas de Europa

Traducción al español por Ciencia Kanija

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© Lunar and Planetary InstituteEuropa y Encélado
Unos astrobiólogos han reproducido las condiciones de la superficie de Europa y descubrieron que algunos extremófilos sobreviven en ellas.

Hace un par de semanas, nos fijamos en un estudio que indica que la el material eyectado desde la Tierra es más probable que termine en el sistema de Júpiter que en Marte, al menos en algunos escenarios. Esto plantea la posibilidad de que la vida de la Tierra podría haberse abierto camino a lugares como la luna Europa de Júpiter, que los astrónomos creen que tiene un océano de agua salada bajo su corteza de hielo.

Pero esto sólo sería posible si las bacterias terrestres pueden sobrevivir al intenso vacío y radiación del espacio interplanetario. Los astrobiólogos han estudiado la manera en que muchas criaturas sobreviven a las condiciones espaciales. Han observado bacterias, hongos, virus e incluso biomoléculas como el ADN. Algunas criaturas afortunadas incluso han sobrevivido al viaje de ida y vuelta a la Luna.

Pero en estas pruebas se ha pasado, en gran parte, por alto una rama de la vida - la arquea. Esto es sorprendente, ya que estas criaturas bacterianas a menudo medran en condiciones extremas en la Tierra.

Saturn

Hallan un planeta con agua y moléculas de oxígeno en el espacio

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© Especial
Científicos norteamericanos detectaron agua congelada en un planeta enano situado al borde del sistema solar, y también moléculas de oxígeno en la nebulosa Orión. Por otro lado, la sonda Venus Express de la Agencia Especial Europea halló una capa protectora de ozono en Venus, 100 veces menos densa que la de la Tierra.

El planeta enano 2007 OR10, ubicado al borde del Sistema Solar, tiene la mitad de su superficie cubierta de agua helada y pudiera estar envuelto en una fina capa de metano, descubrieron expertos del Instituto de Tecnología de California (Caltech) de Estados Unidos, según la revista Astrophysical Journal Letters.

La investigación señala que el astro, conocido como Blancanieves (aunque es uno de los más rojos), tuvo un activo pasado, con volcanes, agua y una atmósfera que se pierde en el espacio.

Blancanieves fue descubierto en 2007 y es la mitad de Plutón, por lo que clasifica como el quinto planeta enano por su tamaño. En ese entonces los científicos consideraron que se trataba no de un planeta en sí, sino de un cuerpo helado desprendido de otro, Haumea.

Telescope

66 ojos para ver el nacimiento de las estrellas

Arranca en los Andes chilenos el mayor proyecto de observación del universo desde la Tierra, en el que colabora España.

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© Desconocido
Según la mitología griega, los cien ojos del gigante Argos hicieron de él un centinela excelente para el panteón olímpico, ya que nunca coincidían todos sus párpados dormidos. La ciencia ha recogido esta imagen creada por la leyenda helénica para convertirla en el mayor observatorio terrestre: el telescopio ALMA, un vigía gigante de 66 ojos con el que se pretende llegar a ver lo más frío y oscuro del universo. Puesto en marcha esta semana, la sensibilidad y capacidad de este observatorio proporcionará a los investigadores claves decisivas para entender el proceso de creación de las estrellas.

El observatorio ALMA, ubicado a 5.000 metros de altura en los Andes chilenos, ya tiene abiertos y en funcionamiento 16 ojos de los 66 que llegará a tener. Sin embargo, a pesar de tener activas estas pocas antenas, "ya es con diferencia el telescopio más potente de este tipo que existe", asegura el investigador del CSIC en el Instituto de Física de Cantabria, Xavier Barcons. Para este astrónomo, esta herramienta supone dar "dos pasos hacia adelante de golpe, en lugar de uno" por su capacidad de capturar información y por la resolución y nitidez con la que registra fotografías del universo.

El entramado de antenas móviles, que funciona conjuntamente para afinar su visión y multiplicar su capacidad, recoge ondas milimétricas y submilimétricas, una información mucho más sutil que la de la luz óptica que recolectan los telescopios convencionales. Así, en lugar de capturar el calor luminoso de las estrellas, dibuja la gélida oscuridad de las nubes de moléculas que se denominan el universo frío y que están en el origen de la formación de las estrellas, el principal objetivo de estos paparazzi de astros en formación.

Brick Wall

El cerebro rechaza los pensamientos negativos

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Una de las razones por la que los optimistas mantienen una actitud positiva incluso cuando no hay motivos ha sido descubierta, revelaron investigadores.

Según un estudio, publicado en la revista Nature Neuroscience, el cerebro es muy bueno procesando buenas noticias sobre el futuro. Sin embargo en algunas personas, cualquier cosa negativa es prácticamente ignorada -manteniendo con ello una visión positiva del mundo.

Los autores aseguran que el optimismo tienen beneficios importantes para la salud.

El estudio

Científicos del University College de Londres dicen que alrededor de 80% de las personas son optimistas, aunque no se etiqueten como tal. Evaluaron a 14 personas por su nivel de optimismo y los pusieron a prueba con un escáner cerebral.

Comentario: Como observación adicional a este artículo nos gustaría recordarles desde SOTT que, como hemos destacado innumerable cantidad de veces, negar la realidad sólo por ser desagradable tiene efectos negativos sobre nuestro cerebro y en consecuencia sobre nuestro comportamiento. Ver la realidad tal como es, despojado de subjetividad, nos abre las puestas al aprendizaje y la evolución. Las evidencias parecen indicar cada vez más con más claridad que no hay peor mentira que la que uno se hace a sí mismo...


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El éxito y el fracaso activan la corteza cerebral casi por completo

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© DesconocidoPiedra, papel o tijera, uno de los juegos utilizados en el estudio
Científicos estadounidenses han descubierto que cuando se gana o se pierde, no son solo pequeñas regiones del cerebro las encargadas de procesar la respuesta neuronal que se crea, sino que la corteza cerebral en su conjunto 'se preocupa' de procesar las señales. Esto podría aclarar enigmas en los diagnósticos de ciertos trastornos psiquiátricos y mejorar sus tratamientos.

Las señales que se generan en el cerebro cuando una persona obtiene una recompensa positiva (cuando tiene éxito) o un castigo (cuando fracasa), no se procesan específicamente en una zona restringida de la corteza cerebral. Las conexiones neuronales en estos casos se extienden por casi todas las regiones del cerebro. A esta conclusión han llegado científicos de la Universidad de Yale (EE UU) cuyo trabajo aparece publicado en la última edición de la revista Neuron.

Los hallazgos pueden servir "para el diagnóstico y el tratamiento de diversos trastornos psiquiátricos, como el abuso de sustancias, o ser útiles en cuadros obsesivo-compulsivos que influyen en la capacidad de utilizar las recompensas para cambiar nuestros comportamientos de manera flexible" explica a SINC Timothy Vickery, del Departamento de Psicología de la Universidad de Yale y autor principal del estudio.

Esto lleva a los autores a pensar que "todo el cerebro 'se preocupa' por el éxito y el fracaso, por ganar y perder, porque estos acontecimientos son realmente importantes para el aprendizaje en todos los ámbitos". Es decir, que todo el cerebro está involucrado en procesar las señales que se generan a partir de los resultados de las decisiones, "por ejemplo, para ajustar procesos de percepción y movimiento", afirma Vickery.

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En busca del clon de la Tierra

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© Andy McLatchie
"No podemos usar nuestro planeta como laboratorio, pero intentaremos observar los laboratorios que la naturaleza nos puede ofrecer en otras estrellas y entender qué le puede pasar a la Tierra si seguimos tratándola como hasta ahora", anuncia Rafael Rebolo, investigador del Instituto Astrofísico de Canarias (IAC).

Se trata de buscar en otros sistemas planetarios un gemelo de la Tierra, de tamaño y condiciones semejantes, para estudiar su evolución y prever el futuro. Esta es una de las cinco líneas de investigación del IAC que se verán reforzadas por los fondos de la reciente distinción del centro como "Severo Ochoa".

Es cuestión de tiempo y esfuerzo. "El desafío es tecnológico", apunta el científico, que fue el director de la propuesta que ha valido al IAC la distinción del Ministerio de Ciencia e Innovación. Cuando estas herramientas estén a punto, no sólo se identificarán estos hermanos celestes, sino que "nos prepararemos para poder analizar sus atmósferas, para extraer información sobre su composición química y sobre cómo han podido originarse y evolucionar", adelanta.