© Tel Aviv University
Las supernovas abren una ventana a la historia de los elementos de la tabla periódica de la Tierra, así como de la propia historia del universo. Todos esos elementos más pesados que el oxígeno se formaron en las reacciones nucleares que se produjeron durante esas explosiones.Las explosiones más antiguas, lo suficientemente lejanas para que su luz nos esté llegando solamente ahora, pueden ser difíciles de detectar. Un proyecto encabezado por investigadores de la Universidad de Tel Aviv ha descubierto un número récord de supernovas en el Campo Profundo de Subaru, un pedazo de cielo del tamaño de una luna llena.
De las 150 supernovas observadas, 12 fueron de las más lejanas y antiguas que jamás se hayan visto. Una de ellas se muestra en la imagen adjunta.
El descubrimiento agudiza nuestra comprensión de la naturaleza de las supernovas y su papel en la formación de los elementos, señalan los responsables del estudio, los profesores Dan Maoz, Dovi Poznanski y Or Graur del Departamento de Astrofísica de la Universidad de Tel Aviv. Estas supernovas "termonucleares",
en particular son una fuente importante de hierro en el universo.
La investigación, que aparece en la revista
Monthly Notices de la Royal Astronomical Society de este mes, se llevó a cabo en colaboración con equipos de una serie de instituciones japonesas y americanas, entre ellas la Universidad de Tokio, la Universidad de Kyoto, la Universidad de California Berkeley y el Lawrence Berkeley National Laboratory.