Una nueva investigación señala que la influencia orbital del planeta aumenta cada ciertos años la intensidad de las Oriónidas, unos meteoros provenientes del cometa Halley.© Archivo ABCLluvia de Oriónidas
La dramática aparición del cometa Halley en el cielo nocturno ha sido observada y registrada por los astrónomos desde el año 240 antes de Cristo. Ahora, un nuevo estudio muestra que las influencias orbitales de Júpiter sobre el cometa y los escombros que deja a su paso son los responsables de periódicos estallidos de actividad en las lluvias de estrellas Oriónidas.
El planeta influye para agrupar los escombros y cuando la Tierra atraviesa estos grupos, la lluvia es aún más intensa y espectacular. Los resultados han sido presentados este martes en la Reunión Nacional de Astronomía que se celebra en Manchester (Inglaterra).
El cometa orbita alrededor del Sol cada 75 o 76 años como promedio. Cuando su núcleo se aproxima al astro rey, se calienta y libera gas y polvo que forman su espectacular cola. Esta emisión de gases deja un rastro de escombros alrededor de la órbita. Cuando la Tierra cruza el camino de Halley -dos veces por órbita- las partículas de polvo (meteoroides) se queman en la atmósfera de la Tierra y vemos las lluvias de meteoros: las Oriónidas en octubre y las Eta Acuáridas en mayo.
El nuevo estudio sugiere que cuando Halley entra en resonancia con Júpiter, las partículas expulsadas durante esos momentos experimentan una tendencia a agruparse.