© Desconocido
En España es fácil. Si uno no quiere consumir alimentos modificados genéticamente (transgénicos) puede acceder a una lista pública, enterarse cuáles son y descartarlos. En Argentina, Greenpeace supo publicar un listado pero actualmente no está online, pese a que los cultivos transgénicos se incrementaron notablemente ensanchando cuentas bancarias. ¿Es Greenpeace Argentina realmente independiente? Cabe señalar que, en su mayoría, son utilizados para alimentación humana ciertas variedades de maíz y de soja. No solo las hamburguesas McDonald's usan quimicos de Monsanto. (Cormillot el eterno auspiciante de
Clarin, complice de Monsanto)
El maíz, la soja o sus derivados industriales están en más del 60 por ciento de los alimentos inclusive en aquellos que a simple vista, parecen no contenerlos: desde el chocolate hasta las papas fritas, pasando por la manteca y los platos preparados listos para consumo. Un alto porcentaje del maíz y de la soja que llegan a España provienen de países que cultivan transgénicos a gran escala, como Argentina o Estados Unidos. Y de esa cosecha, una buena parte queda en el país, pasa a las góndolas y luego a las mesas de cada argentino.
Algunos ejemplos de ingredientes y aditivos derivados del maíz y de la soja, y por tanto "sospechosos" de tener un origen transgénico, según se difunde en España son:
Soja: harina, proteína, aceites y grasas (a menudo se "esconden" detrás de la denominación aceites/grasas vegetales) y ácidos grasos.
Maíz: harina, almidón*, aceite, sémola, glucosa, jarabe de glucosa, fructosa, dextrosa, maltodextrina.