Traducido por el equipo de Sott.net en español
"Los ves en la calle. Los ves en la tele. Incluso podrías votar por uno este otoño. Crees que son gente como tú. Estás equivocado. Totalmente equivocado". - Están vivos
© The LiveWired
Vivimos en dos mundos, usted y yo.
Existe el mundo que vemos (o el que estamos hechos para ver) y luego el que sentimos (y al que ocasionalmente echamos un vistazo),
el cual está muy lejos de la realidad propagandística fabricada por el gobierno y sus patrocinadores corporativos, incluyendo los medios de comunicación.De hecho, lo que la mayoría de los estadounidenses perciben como la vida en Estados Unidos -privilegiada, progresista y libre- está
muy lejos de la realidad, donde la desigualdad económica está creciendo, las agendas reales y el poder real están enterrados bajo capas de un doble discurso orwelliano y de la ofuscación corporativa, y la "libertad", tal como es, se distribuye en pequeñas dosis legalistas por policías militarizados armados hasta los dientes.No todo es lo que parece.
Esta es la premisa de la película de
John Carpenter, Están vivos ["
They Live", también traducida como "
Sobreviven" en Hispanoamérica.- NdT], que se estrenó hace más de 30 años y que sigue siendo inquietante y escalofriantemente apropiada para nuestra era moderna.
Más conocido por su película de terror
Halloween, que asume que hay una forma de maldad tan oscura que no se puede matar, el grueso del trabajo de Carpenter está impregnado de una fuerte inclinación antiautoritaria, anti clase política, lacónica, que habla de las preocupaciones del cineasta sobre el desentrañamiento de nuestra sociedad, particularmente de nuestro gobierno.
Una y otra vez, Carpenter retrata al gobierno trabajando en contra de sus propios ciudadanos,
una población sin contacto con la realidad, una tecnología desbocada y un futuro más horrible que cualquier película de terror.
En
Rescate de Nueva York (
Escape from New York), Carpenter presenta el fascismo como el futuro de Estados Unidos.
En
La Cosa (The Thing), un
remake del clásico de ciencia ficción de 1951 del mismo nombre, Carpenter presupone que cada vez nos estamos deshumanizando más.
En
Christine, la adaptación cinematográfica de la novela de Stephen King sobre un coche poseído por un demonio, la tecnología exhibe una voluntad y una conciencia propias y se lanza a una orgía de asesinatos.
En
En la boca del miedo (In the Mouth of Madness), Carpenter señala que el mal crece cuando la gente pierde "la capacidad de conocer la diferencia entre la realidad y la fantasía".
Y luego tenemos
Están vivos de Carpenter, en la que dos trabajadores migrantes descubren que el mundo no es lo que parece. De hecho, la población está siendo controlada y explotada por extraterrestres que trabajan en colaboración con una élite oligárquica. Mientras tanto, la población, felizmente inconsciente de la verdadera agenda en sus vidas, ha sido adormecida por la complacencia, adoctrinada en el cumplimiento, bombardeada con distracciones por los medios de comunicación, e hipnotizada con mensajes subliminales transmitidos por la televisión y varios dispositivos electrónicos, anuncios espectaculares y similares.
Comentario: En estos tiempos, hemos estado saturados de mentiras en todos y cada uno de los aspectos de la vida: de la política a la economía, de la educación a la ciencia, de la justicia a las artes y al clima...
Y cuando las personas capaces de pensar y sentir y con conciencia son alimentadas a la fuerza con tantas mentiras, su inconsciente se rebelará contra ello y actuarán de manera que apunte a la destrucción real. Y eso es lo que vemos en las recientes protestas que están ocurriendo en todo el mundo:
El mundo en llamas: ¿Por qué estallan protestas en todo el globo?
Vea también: