Los sesgos atribucionales son sesgos o distorsiones que hacen que cometamos ciertos errores a la hora de explicar el origen de una conducta. Uno de estos sesgos es el llamado efecto actor-observador, ampliamente estudiado en psicología social.
© UnsplashUn sesgo cognitivo estudiado desde la Psicología Social.
Este efecto ha sido avalado por la evidencia empírica, y sostiene que solemos atribuir las causas de las conductas de diferente manera, según si hablamos de nuestras conductas o de las de los demás. Vamos a ver en qué consiste este efecto, así como sus características, explicaciones y limitaciones
Efecto actor-observador: ¿en qué consiste?El efecto actor-observador es un fenómeno psicológico estudiado en la psicología social, que consiste en
una tendencia general de las personas a atribuir las propias acciones a factores situacionales o externos, y las acciones de los demás a disposiciones personales estables (es decir, a factores internos). Este efecto lo dieron a conocer dos autores: Jones y Nisbett, en el año 1972.
En este caso, cuando hablamos del "actor" nos referimos a "nosotros mismos", y cuando hablamos del "observador" nos referimos a "los demás"; de ahí el nombre del efecto. Este efecto, como ya hemos mencionado al inicio, ha sido muy apoyado y demostrado por la evidencia empírica.
Por otro lado,
es interesante mencionar que el efecto actor-observador aparece especialmente cuando la conducta o el resultado de la conducta es negativa (como veremos más adelante en un ejemplo). Es decir, este efecto haría alusión al hecho de que tendemos a "culpar" a los demás de sus acciones negativas, y que nos "excusamos" de las nuestras, buscando un factor externo o situacional que explique el resultado negativo de nuestra conducta. En otras palabras, en cierta manera sería una forma de "eludir" responsabilidades.
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