
© Manuel AvendanoLa nieve y el frío regresaron a la zona triestatal, después de una primaveral semana, cuando la mayoría de los residentes habían olvidado los guantes y las bufandas.
Si usted pensaba que había llegado el momento de guardar los costales de sal y las palas, seguramente tendrá que cambiar de posición, después de que al menos tres pulgadas de nieve cayera la madrugada de ayer sobre Nueva York y el área triestatal.
Pese a que la mayoría de los residentes en esta parte de los Estados Unidos permanecieron en sus casas por ser un día festivo, aquellos que debieron movilizarse a sus centros de trabajaron sufrieron debido a las complicaciones para caminar en las calles y avenidas.
En tanto que decenas de residentes se vieron en la necesidad de suspender su día de asueto para limpiar las aceras frente a sus casa a fin de evitar ser multados por oficiales de la ciudad.
La aparición de guantes y gorras gruesas volvieron adornar las calles neoyorquinasa, luego de que el pasado viernes se registraran temperaturas propias de primavera, lo que hacía pensar que lo peor del invierno había terminado.