Traducido por el equipo de SOTT.net en español

Yulia Skripal le dijo a su prima Viktoria que ella y su padre estaban viviendo en pisos alquilados separados gracias a su pensión de la agencia de espionaje británica MI6, y desbarató los rumores de los medios de comunicación de que habían emigrado a Nueva Zelanda.
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© AFP, Facebook/Yulia Skripal
La hija del agente doble del MI6, Sergei Skripal, ha negado que su padre haya suplicado al presidente ruso Vladimir Putin un indulto o que haya sido entrevistado por el periodista de la BBC Mark Urban.

El periódico ruso Moskovsky Komsomolets publicó la transcripción de una conversación telefónica grabada entre Yulia Skripal y su prima Viktoria el lunes, en la que negó varias historias de los medios británicos sobre ella y su padre.

El punto culminante fue su revelación de que Sergei se negó a ser entrevistado por el editor diplomático de la BBC Newsnight, Mark Urban - quien afirmó que su libro The Skripal Files, publicado en 2018, se basaba en una entrevista realizada meses antes del supuesto envenenamiento de su padre y su hija con un agente nervioso en la ciudad de Salisbury, al oeste de Inglaterra.

"Papá no le dio una entrevista. Hablaron hace un par de años. Sólo aconsejaba a Urban a través de conocidos", dijo Yulia a Viktoria. "Y papá me dijo: No le dije nada sobre mí. Está sorprendido porque no le dio una entrevista - no le dio permiso para usar nada en absoluto."

Yulia también negó los informes de los medios de comunicación de 2018 sobre que su padre había escrito a Vladimir Putin pidiendo un perdón para que pudiera volver a Rusia.

"Incluso en 2010, cuando se acababa de mudar aquí, su propia abuela le dijo por teléfono: 'No intentes volver a Rusia. Quédate allí", dijo Yulia. "Ahora una ola se está levantando, como si le estuviera pidiendo que no viajara por lo que había sucedido. Comenzaron los rumores: escribió una petición al presidente. No le escribió nada a nadie, no le pidió nada a nadie".

Y Yulia invalidó los informes de los medios de comunicación de que ellos dos habían emigrado a Nueva Zelanda, diciendo: "Realmente quiero ir a Nueva Zelanda, pero, desafortunadamente, todavía no."

La conversación grabada, según se informa, tuvo lugar el 21 de noviembre. El reportero Lev Speransky dedujo que Yulia estaba usando la tecnología telefónica SIP para ocultar su identificación telefónica, ya que la llamada mostraba un número de San Petersburgo en el teléfono de Viktoria. El periódico no realizó una coincidencia en el patrón de voz de la grabación, pero Viktoria dijo que estaba convencida de que era Yulia la que estaba al teléfono.

Yulia dijo que su padre le había pedido que llamara para ver cómo estaba su madre de 93 años después de tener "malas premoniciones" sobre ella. La hija dijo que ella y Sergei vivían en un alojamiento alquilado por separado con su pensión del MI6, el servicio de inteligencia extranjero del Reino Unido que lo reclutó como doble agente en 1995.

Añadió que Sergei podría a la larga vender su casa abandonada en Salisbury, donde la policía afirma que los agentes rusos untaron la toxina nerviosa Novichok en la manilla de la puerta en un intento de matar al ex espía - y que Viktoria expresó su temor de que otros estuvieran expuestos al veneno.

"Esta es un área abierta. Cualquiera que venga a la puerta, llama", respondió Yulia. "Cuando una persona viene por delante, cualquiera puede agarrar la manilla".

Yulia dijo que Sergei ahora tiene una enfermera que lo cuida. Dijo que Sergei todavía no puede respirar de forma independiente debido a la parálisis de los músculos de su nariz y garganta por el envenenamiento de marzo de 2018, cuando se le practicó una traqueotomía - un tubo de respiración externo implantado en la tráquea. Y Yulia dijo que su padre sufre de una acumulación de flema en su garganta.

Pero dijo que Sergei se ejercitaba en una máquina de caminar y que salió a practicar senderismo por los campos durante la llamada telefónica.

Sergei Skripal fue finalmente capturado por agentes de contrainteligencia rusos en 2004 y condenado en 2006 por espionaje. Fue liberado en 2010 junto con otros tres espías, en un intercambio por 10 rusos condenados por espionaje en los EEUU, después de recibir un indulto del entonces presidente Dmitry Medvedev. El gobierno británico, según se informa, insistió en la inclusión de Skripal en el intercambio.

Tras el incidente de 2018 en Salisbury, casi 30 países, incluidos el Reino Unido y los EEUU, expulsaron a un total de más de 150 diplomáticos rusos como represalia, mientras que los EEUU y la Unión Europea impusieron sanciones a Rusia. Moscú ha negado sistemáticamente su participación en el envenenamiento y ha protestado por el hecho de que el Reino Unido no haya aportado pruebas ni permitido a su embajada en Londres el acceso a los Skripal, que siguen siendo ciudadanos rusos.