Traducido al castellano por Noticias de AbajoEste artículo ha sido elaborado en colaboración con el Fondo de Investigación del Instituto de las Naciones, donde Barret participa en este tipo de informes.
© Romney: Chris Devers/WikiMedia Commons; Maiz: Africa Studio/Shutterstock
Aunque Mitt Romney lleve en campaña presidencial desde 2006, resulta curioso lo poco que se sabe acerca de los rasgos esenciales de sus negocios.
Pero nada los explica mejor que sus estrechos lazos con Monsanto, cuya sucia historia habla de escándalos relacionados con los PCB (policlorobifenilos), el Agente Naranja, las hormonas de crecimiento para el ganado bovino, el aspartamo, los cultivos modificados genéticamente, los herbicidas, lo cual se remonta a los años 1970 y 80.
Fue por aquella época cuando Monsanto era el mayor cliente de la empresa de consultoría Romney, Bain & Company, la época en que Romney ayudó a Monsanto en una serie de controversias ambientales.No sólo tiene importancia que estas cosas salgan a la luz, los negocios de Romney, sino que también se descubren los objetivos corporativos de Monsanto que chocan con los problemas a escala planetaria. Si Romney sale elegido, esta bestia negra del ecologismo tendrá a un amigo situado en un muy buen lugar.
El romance entre Romney y Monsanto comenzó en 1977, cuando recién graduado en la Harvard Law y Business School se unió a Bain, una firma de consultoría que se puso en marcha en Boston en 1973, el mismo año en que Monsanto se convirtió en uno de sus primeros clientes. Uno de los socios fundadores de Bain, Ralph Willard, describió en el
Boston Globe en 2007: "Romney ha aprendido los aspectos técnicos del negocio químico tan a fondo que pareciera haber asistido a una escuela de ingeniería en lugar de a una escuela de negocios
", y los ejecutivos de Monsanto pronto comenzaron a acudir directamente a Romney.
John W. Hanley, Director General de Monsanto en ese momento, dijo que estaba impresionado con aquel Mitt de 30 años. Hanley mantenía tal contacto con Romney que el jefe de Romney, Bill Bain, decidió crear Bain Capital como una forma de mantener a Romney dentro del redil: a menos que a Romney se le dejase explotar esta empresa de capital riesgo, Hanley y Bain temían que dejase la empresa. Hanley contribuyó con un millón de dólares como primera inversión de Romney en Bain Capital. Hanley es de hecho el único ejecutivo de Monsanto que ha mantenido lazos con ambas empresas, Bain & Company y Bain Capital, que dan cuenta de todo menos de los dos años de experiencia de Romney en un negocio tan cacareado. Bain y Romney estuvieron en estrecho contacto con Monsanto hasta 1985, cuando del sucesor de Hanley, Richard Mahoney, dice que "los disparó" y Romney asumió un papel más importante en Bain Capital.
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