Suena como teoría de conspiración: "rayos cósmicos" del espacio profundo podrían estar creando nubes en la atmósfera de la Tierra y cambiando el clima. Sin embargo, un experimento del CERN, el laboratorio europeo de física de alta energía situado en Ginebra, Suiza, está encontrando evidencia tentativa de exactamente, eso. © DesconocidoEmpiezan a hacerse visibles evidencias de que partículas cargadas provenientes de los confines del cosmos influyen en el clima terrestre
Los descubrimientos, publicados esta semana en la revista
Nature, son preliminares, pero están avivando un antiguo debate sobre el papel de la radiación de estrellas lejanas en la alteración del clima.
Los científicos han sabido desde hace un siglo que partículas espaciales cargadas bombardean constantemente la Tierra. Conocidas como rayos cósmicos, estas partículas son principalmente protones expulsados por supernovas. Conforme los protones chocan con la atmósfera del planeta, pueden ionizar componentes volátiles, provocando que se condensen en gotitas transportadas por el aire, o aerosoles.
Posteriormente, se podrían formar nubes a su alrededor.La cantidad de rayos cósmicos que llegan a la Tierra depende del Sol. Cuando éste emite mucha radiación, su campo magnético protege al planeta de los rayos cósmicos.
En períodos de baja actividad solar, más rayos cósmicos llegan a la Tierra.Los científicos coinciden en estos hechos básicos, pero existe menor acuerdo sobre si los rayos cósmicos pueden jugar un papel importante en la formación de nubes y en el cambio climático. Desde finales de la década del 90,
algunos han sugerido que cuando la elevada actividad solar reduce el nivel de rayos cósmicos, eso a su vez disminuye la cubierta de nubes y calienta el planeta. Otros dicen que no hay evidencia estadística que apoye ese efecto.
Comentario: Simplemente sugerimos prestar atención a noticias como estas, pues de algún modo confirman, o al menos constituyen serios indicios, de los cambios planetarios que SOTT ha estado anunciando por años.