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Siguen las explicaciones a la misteriosas muertes de miles de aves que se produjeron en los estados norteamericanos de Arkansas, Luisiana y hace poco también en Suecia. A las razones oficiales dadas por la Audubon Society de EE.UU, que señalan como principales sospechosos a los petardos de Año Nuevo (que habrían provocado el nerviosismo de los plumíferos que chocaron contra casas y automóviles), también surgió la versión de la investigadora irladensa Sorcha Faal quien, por medio de informes secretos rusos, acusa a los Estados Unidos de asesinar a John Wheeler (ex asesor de Reagan y de los dos Bush) cuando éste estuvo a punto de revelar la "verdad" sobre este fenómeno, la cual tendría relación con un gas utilizado en la guerra de Irak (fosgeno) que fue esparcido sobre el cielo de Arkansas a modo de experimento por la empresa Mitre que elabora nuevas armas biológicas.
Sin embargo, de inmediato salieron voces críticas a esta última explicación, como la del veterano condecorado estadounidense, Ralph Charles Whitley quien niega que el fosgeno haya sido el culpable, porque si así lo fuera, también hubieran muerto miles de personas, plantas y animales.
Ahora bien, de acuerdo a lo mencionado por el Dr. George Badley, veterinario del estado de Arkansas, los resultados preliminares de la autopsia indican que
varias aves murieron por "trauma múltiple contundente a sus órganos vitales", aunque lo que causó el trauma sigue siendo incierto. Badley sostiene que "sus estómagos estaban vacíos, por lo que
no fueron envenenados, y murieron en el aire, no al impactar contra el suelo", aseguró. Finalmente expresó que "así, a primera vista puede encajar en el perfil de armas electromagnéticas o similares. Por supuesto, alguna otra causa se puede encontrar".