El 1 de agosto, en medio de una operación ordenada por un juez argentino que instaba a despejar una ruta obstruida por una decena de indígenas mapuches, la gendarmería (fuerza militar nacional avocada a la seguridad interior) excedió los límites de la labor encomendada y se adentró en el territorio de Pu Lof Cushamen en la provincia de Chubut persiguiendo y cazando a los manifestantes.
macri rampo
© Sott.netLiteralmente "COMBATIR" la pobreza...
Así empezó el último y más escandaloso capítulo de la nefasta historia que el nuevo gobierno de Mauricio Macri está escribiendo con tinta roja. El final de aquella operación militar que debió haber sido tan simple como liberar el paso en aquella ruta cortada, terminó con la desaparición de Santiago Maldonado, un joven artesano callejero que sin ser mapuche se había sensibilizado con la causa de este pueblo indígena y los había acompañado a la protesta.

Testimonios, fotos, y videos, han mostrado sin dejar espacio a dudas, que la represión fue brutal aquel día y que Maldonado fue apresado por la gendarmería nacional para ya nunca más saber sobre él. El gobierno, representado en la voz de la ministra de seguridad Patricia Bullrich, tras los reclamos de los mismos mapuches y de la desesperada familia del joven, de inmediato salió a acusar al desaparecido de terrorista y guerrillero espía de la FARC (incluso deslizaron la idea de que tuviera vínculos con los Kurdos) y a intentar instalar la narrativa de que el supuesto activista estaba prófugo.

Por supuesto el ejército mediático que da soporte al gobierno (el grupo Clarín y el diario La Nación en especial) apoyaron este relato y pretendieron aportar pruebas del mismo, aunque las mismas, por descabelladas y absurdas, no lograron sostenerse por sí solas más que un puñado de horas.

La realidad es que hay una tonelada de evidencia a favor de la hipótesis de que la misma gendarmería capturó y asesinó a Santiago Maldonado, frente a la insostenible e infundada hipótesis gubernamental de que el muchacho era un temible operario del recontra-terrorismo.

Los días han pasado y al parecer la funesta confabulación entre un juez obstinado en entorpecer la investigación, un gobierno nacional que niega los hechos con descaro e insensibilidad, y una fuerza policial que no sólo no ha sido apartada de sus funciones sino que tiene acceso total a la causa judicial, han impedido que se avance en la investigación y se sepa de una vez por todas que le pasó a este joven viajero que gustaba de una vida bohemia, conocer gente, y que al instalarse por un tiempo en el sur argentino, se había sentido tocado por la causa de este pueblo indígena que desde hace muchos años se manifiesta exigiendo que el gobierno devuelva sus tierras.

Mi intención no es ahora ponerme a cantar loas al joven desaparecido, santificarlo, y convertirlo en un mártir. Es evidente que Santiago era un muchacho de gustos sencillos, idealista, y querido y respetado por todos los que lo conocían; también está claro que tras la pérdida hay una familia desgarrada y clamando por respuestas, pero si me quedara anclado intentando tocar los corazones de los lectores, correría el riesgo de perder la oportunidad de analizar la sugestiva actitud del gobierno y lo que significa este hecho analizándolo en el contexto de casi 2 años de gobierno macrista para el futuro de la Argentina.

El sombrío accionar del gobierno nacional

La ministra de seguridad, Patricia Bullrich, y su jefe de gabinete, Pablo Noceti, han sido las caras visibles de este desagradable sainete montado desde el gobierno. Ambos funcionarios declararon desde el principio (y lo sostienen aún) que la gendarmería es inocente, que hicieron su trabajo con idoneidad, que nada tuvo que ver con la desaparición del joven, y que esto es sólo una operación política de la oposición. Claro que hay una serie de hechos que estas dos malas caricaturas de un político parecen olvidar:
1- Hay testigos presenciales que vieron como la gendarmería metía en un camión a Santiago a la fuerza.
2- Hay videos (varios, no uno sólo) que muestran el operativo de más de 100 gendarmes fuertemente armados para despejar una ruta cortada por una decena de mapuches con piedras. En los videos se ve cómo los gendarmes persiguen y les disparan a los indígenas mapuches que huían desesperados. Para empeorar lo que ya de por sí luce bastante mal se escucha claramente a uno de los jefes gendarmes gritando: "fuego, fuego... tirale al negro, escopeta". Esta orden en jerga policial se repite varias veces; se puede ver claramente como le piden a "escopeta" (el gendarme con armas de largo alcance) que le dispare al "negro" (forma despectiva de referirse al integrante del pueblo mapuche). Véalo usted mismo:


3- El gobierno caratuló la causa como "Persona desaparecida" ofreciendo una recompensa de 500.000 pesos (unos 28 mil dólares) para quienes aporten información sobre Maldonado. Inmediatamente aparecieron rumores que el muchacho viajaba hacia el norte argentino y más tarde, en una filmación de una cámara de seguridad de un comercio en la provincia de Entre Ríos (litoral norteño del país), aparecía la supuesta figura del joven. Claro que pocas horas después esta pista se demostró que era totalmente falsa porque el joven que salía en la filmación, un habitante del lugar, denunció que era él quien se veía en la imagen.

La carátula de la causa, de acuerdo a la legislación argentina y a los convenios internacionales que Argentina adhiere, debería ser "Desaparición forzada", pues según la ley nacional 26.679 esta calificación se aplicará a "la persona o grupo de personas que actuando con el apoyo o la aquiescencia del Estado, de cualquier forma privare de su libertad a una o más personas, cuando este accionar fuese seguido de la falta de información o la negativa a reconocer dicha privación de la libertad o de informar sobre el paradero de la persona". Y en el artículo 5 de la Convención Internacional para la Protección de todas las Personas, convenio internacional al que Argentina adhiere, en relación a las Desapariciones Forzadas aclara que "no se necesita que estas desapariciones se repitan ni se presume que exista un plan sistemático para que sucedan", es decir, no tiene que ser sistemático, con un caso es suficiente.

El 24 de agosto, más de 20 días después de la desaparición, gracias a las presiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y a la acumulación de evidencia aportada mayormente por la familia y testigos voluntarios, el juzgado a cargo de la causa se vio obligado a cambiar la carátula a "Desaparición forzada".
4- El 10 de agosto (¡¡¡sí, 10 días después!!!) por primera vez la Justicia ordenó allanar sedes de la Gendarmería en Esquel y El Bolsón. Allí fueron hallados cabellos y una soga. Ambos se guardaron como prueba para cotejar con el ADN de Maldonado, pero al día de hoy no se ha hecho prueba alguna. También en ese mismo allanamiento se descubrió que los vehículos de la fuerza de seguridad habían sido limpiados, algo reconocido como extremadamente sospechoso.
5- Un fuerte rumor se corrió desde el primer día de que el jefe de gabinete del ministerio, Pablo Noceti, había estado en la zona del operativo y que él mismo habría instruido reprimir duramente a los indígenas haciendo gala de una estrategia de miedo y terror que el gobierno de Mauricio Macri ya ha puesto en escena varias veces en este año y medio que lleva gobernando. Categóricamente el funcionario desmintió tal cosa, pero ante varios testimonios que lo comprometían tuvo que admitir haber estado por la zona pero que nada tuvo que ver con el operativo que había ordenado el juez. Más tarde apareció una foto que probaba definitivamente que el jefe de gabinete sí había estado reunido con los gendarmes ese día. A esto se le sumó el testimonio del comandante mayor Diego Conrado Héctor Balari, quien reconoció que el accionar de la fuerza se realizó siguiendo "órdenes precisas" del Ministerio de Seguridad.

Como si fuera poco, dos testigos del caso, las voceras de la comunidad local, Andrea Millañanco y Soraya Maicoño, declararon que el jefe de gabinete del Ministerio de Seguridad, Pablo Noceti, estuvo por lo menos dos veces en el lugar (incluido el día de la represión). El funcionario todavía no ha declarado ante la Justicia.
6- La hipótesis a la que más se ha aferrado el gobierno y que ha defendido y propalado por todos los medios posibles es que el 21 de julio, antes del corte de ruta, un puestero (un cuidador que vive en un puesto aislado en medio del campo) acuchilló a Santiago Maldonado en defensa propia y que el muchacho herido fue llevado a un asentamiento mapuche donde murió. El puestero salió por todos los canales de TV confirmando esta historia a pesar de que cientos de testigos decían haber visto a Santiago el día de la protesta y hay fotos y videos que lo mostraban en el lugar aquel día. El 4 de septiembre se realizó un examen de ADN de la sangre residual en el cuchillo y para desgracia del gobierno el resultado fue categórico: no es la sangre de Santiago.
Aunque esto es tan solo un resumen, supongo que podremos coincidir en que todo el accionar del gobierno es cuanto menos sospechoso.

A esto deberíamos sumarle que el 1 de septiembre una multitudinaria marcha fue organizada en la Plaza de Mayo (símbolo de las manifestaciones del pueblo contra las dictaduras en los 70s) para exigirle justicia al gobierno nacional. La historia corta es que hubo un acto donde habló la familia mientras que los asistentes a la marcha se expresaron sin violencia física aunque sí insultando al gobierno y denunciando su accionar.

Pero hacia el final de la marcha, cuando ya se retiraban la mayoría de los manifestantes, apareció un grupo ondenado banderas negras que gritaban una consigna bastante incomprensible dado el contexto. Al grito de "uno, uno, uno" comenzaron a comportarse de forma violenta y casi como si estuviera coordinado de antemano la policía salió a reprimir golpeando, arrojando gases, y arrestando a casi cualquiera que justo cruzara o pasara cerca de la zona. También se llevaron a 3 fotógrafos que trabajaban para medios periodísticos y a varios transeuntes que se animaron a sacar sus teléfonos celulares para filmar el accionar policial.

Mire alguno de los videos registrados...




Hacia dónde se dirige Argentina bajo el comando de Mauricio Macri

Bueno juzgue por usted mismo. Desde que asumió Mauricio Macri, en orden cronológico, ocurrió lo siguiente:
1- Tensión social y crecimiento de la pobreza. Desde el día 1 fueron tomadas medidas económicas orientadas a transferir recursos de los sectores menos favorecidos a los más acaudalados. Así fue como empezó a incrementarse la tensión social:
2- Como era lógico, el pueblo reaccionó y comienzó a movilizarse:
3- Ante la reacción cada vez más desafiante de un pueblo que empezaba a pasar hambre, se hizo necesario delinear una estrategia para establecer el marco legal que permitiera ejercer prácticas dictatoriales encuadradas en una "moderna" democracia:
4- Una vez ensamblado el estado policial, el pueblo hambriento y preocupado por su porvenir no sería más un problema, pues las viejas prácticas de las antiguas dictaduras militares de antaño ahora pueden reencarnar tranquilas disfrazadas de orden institucional:
5- ¡Ahora sí!... Llegó el momento de pagar favores a buitres extranjeros y locales y hacer oscuros negociados sumamente lucrativos,... en fin, llegó el momento de disfrutar de la fiesta y de juntar en pala cuanto dinero y bienes sea posible, mientras el futuro de los argentinos es hipotecado por décadas... ¡una vez más!