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Las autoridades bolivianas advirtieron ayer que las intensas lluvias en el sur del país siguen agravando el hundimiento en la cima de la montaña Cerro Rico de Potosí.
Un nuevo derrumbe sería una amenaza potencial para la seguridad de miles de mineros que trabajan en el yacimiento de plata y zinc en las entrañas del monte.El jueves el cráter situado en la misma punta de la montaña, ubicado a unos 4.782 metros de altitud sobre el nivel del mar, mostró un hundimiento: era de 22 metros de profundidad y 17 metros de ancho. Hace medio año sus dimensiones eran 18 metros de profundidad y 8 metros de ancho.
El Cerro Rico en Potosí, zona declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, cuenta con una de las mayores minas del país debido a su yacimiento de plata, plomo y zinc. Actualmente en las más de 500 galerías subterráneas del monte trabajan unos 15.000 mineros.
La compañía estatal Corporación Minera de Bolivia (Comibol) que explota el yacimiento atribuyó el desplome a las fuertes lluvias que afectan a la región durante la última semana. El gobernador del departamento de Potosí, Felix Gonzáles, por su parte, argumentó que el factor principal del derrumbe es
que desde la época de la colonización española el Cerro está sobreexplotado por los mineros. El viceministro de Minería de Bolivia, Héctor Córdoba, precisa que fueron "las explotaciones mineras de la primera mitad del siglo XX que dejaron la parte alta del cerro en estado de cáscara", según recoge la agencia
Efe.