La Ciencia del Espíritu
Lo que era una percepción ahora lo confirma la ciencia. El confinamiento disparó el uso del móvil y nuestra conexión a redes sociales, a dispositivos digitales, a las pantallas y eso perjudica nuestra salud.
Confinados y empantallados, los cambios han sido drásticos en nuestras vidas.
Un reciente estudio de la Universidad de Sevilla (US) viene a confirmar que, debido al uso excesivo y a la conexión a la pantalla, hemos empeorado nuestra condición física, y hemos dormido y razonado peor. El trabajo de la US centra su estudio en estudiantes universitarios, relacionando diversos aspectos como los hábitos sendentarios, el uso del móvil y el propio estado anímico de los estudiantes.
Los resultados son aplastantes, los estudiantes pasaron de usar el móvil unas 6 horas al día a unas 8 horas diarias durante el confinamiento. Para empezar, el uso del móvil se confirma como enemigo de la actividad.
¿Por qué es importante?
Investigadores encontraron recientemente que los padres pueden necesitar licencias por paternidad tanto como las madres. La depresión postparto es un trastorno que afecta del 10 al 20% de las madres, en el primer año después de dar a luz. Lo llamativo es que entre el 8 y el 10% de los padres también padecen depresión posterior al parto (Bamishigbin et al., 2020).
Por otra parte, debido a que uno de los factores de riesgo de la depresión materna posparto es la solidaridad del padre, es más probable que las madres también sufran cuando el padre está deprimido. Además, el impacto se extiende a los bebés: los hijos de padres con depresión tienen más problemas de conducta y problemas de salud mental.
Hace cuatro años publiqué un artículo que explicaba mi plan para leer más de 8 mil páginas en un año. Es un plan sencillo que aprovechaba cada momento libre que tuviera para leer 25 páginas por día. En su núcleo, es un plan que sigo utilizando con algunas modificaciones y agregados que he aprendido sobre la marcha y por medio de recomendaciones de otras personas que leen más de 100 libros al año. En este nuevo artículo quiero compartir esas estrategias que puedes combinar y adaptar según tus preferencias y rutinas.
¿Por qué quieres leer libros?
Nuestra mente está diseñada para buscar la gratificación inmediata y esto hace que sea difícil iniciar y mantener objetivos a largo plazo. Pero con un poco de práctica y con los objetivos bien definidos podrás cultivar el hábito de la lectura. Es importante definir claramente la o las razones por las que quieres empezar a leer. Definir tu objetivo te ayudará a mantenerte enfocado y será tu norte cuando aparezcan otras actividades que intenten desviarte de lo que quieres lograr. Definir el porqué es un principio que te ayuda a establecer tus prioridades y funciona muy bien con cualquiera de los objetivos a largo plazo que quieras establecer: iniciar una rutina de ejercicios, ahorrar, empezar una carrera universitaria, etc.
A veces es difícil poner en palabras las razones por la que quieres empezar a leer, pero algunas de las más comunes son:
Un equipo de científicos ha descubierto un cambio abrupto en la función del sueño que tiene lugar cuando los humanos alcanzamos aproximadamente los dos años y medio de edad, pasando de un crecimiento rápido a una función de control de daños permanente, según un comunicado de la Universidad de California en Los Ángeles.
Desde nuestro colectivo queremos transmitir la realidad que hemos estado viviendo de un tiempo a esta parte desde nuestra perspectiva profesional. Aunque todos tenemos nuestras propias raíces, familias, costumbres, rutinas... diferentes, los psicólogos somos personas que llevamos haciéndonos preguntas existenciales y trabajando nuestro mundo interior durante toda nuestra vida. El crecimiento y la transformación personal es un proceso que no cesa. Este hecho nos hace ser conscientes de lo que somos y lo que nos rodea y tener un objetivo claro: el bienestar de las personas y los seres del planeta.
Durante estos meses y estas semanas aun más, hemos podido observar como las restricciones impuestas desde los gobiernos y no desde la ciencia y la medicina (el uso de mascarillas y guantes, el distanciamiento social, el aislamiento, la sobreinformación contradictoria...) han generado caos, miedo, destrucción... manipulando y perjudicando la salud tanto psíquica como física de la población y la desprotección del medio natural y animal.
Nuestra labor como profesionales de la salud desde hace años que va enfocada a la prevención en vez de a la curación, como dice el dicho, valga la redundancia: "Más vale prevenir que curar". Desde nuestra perspectiva resulta más efectivo y práctico fomentar la salud que luchar contra la enfermedad y nuestro trabajo ha ido enfocado en esa dirección creando y difundiendo protocolos y guías de prevención en diferentes ámbitos tanto personales como sociales como educativos.
El procesamiento del lenguaje es distinto cuando se lee solo que acompañado por otra persona, según un estudio realizado por profesores e investigadores de la Universidad Complutense de Madrid e investigadores del Instituto de Salud Carlos III publicado en la revista Cortex.
Según este trabajo, cuando leemos en compañía, la actividad eléctrica cerebral registrada indica que el procesamiento del lenguaje sería más heurístico, es decir más global, controlado, integrador y posiblemente más creativo.
El suicidio es una realidad diaria y masiva. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), unas 800.000 personas se quitan la vida cada año alrededor del mundo, lo que implica un suicidio cada 40 segundos. Se trata de un número significativamente mayor que las muertes por homicidio intencional, conflictos armados y terrorismo juntos (579.000 en 2017) según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés).
Por desgracia, la tendencia a descalificar a los demás cuando no se tienen argumentos sólidos es cada vez más común en todas las esferas de nuestra vida social, una tendencia que pone en peligro nuestra capacidad para llegar a un entendimiento porque va destruyendo puentes a su paso. Esa tendencia se conoce como falacia ad hominem.
¿Qué es la falacia ad hominem?
Somos testigos prácticamente a diario de la falacia ad hominem. Podemos verla en los medios de comunicación o las redes sociales, cuando hay dos partes que defienden argumentos contrarios y una de ellas intenta desacreditar a la otra recurriendo a argumentos irrelevantes para el tema como su aspecto personal, género, opción sexual, nacionalidad, cultura y/o religión.
La falacia ad hominem es la tendencia a atacar al interlocutor, en vez de rebatir sus ideas. Quien la utiliza, descalifica los argumentos del otro a través de ataques personales dirigidos a menoscabar su autoridad o fiabilidad.
Dejar de lado una idea, un suceso o algo que nos perturba es una tarea muy complicada. Es más, muchos dicen que cuanto más quieres quitarte algo de la cabeza, más contamina tus pensamientos.
Por suerte, sí que existen algunas estrategias para parar esos pensamientos de los que necesitamos descansar mentalmente. Además, probablemente cuando vuelvas a pensar en ello, todo se verá con mayor claridad y serás más capaz de resolverlo.
¿Cómo parar un pensamiento?
Engancharnos a un pensamiento puede nublarnos la mente, desconcentrarnos de otras tareas y afectar a nuestro bienestar. Es más, si esos pensamientos recurrentes continúan a lo largo del tiempo, se tendría más riesgo de desarrollar un trastorno de ansiedad o depresión. Principalmente, para dejar de pensar en algo, tenemos que darnos cuenta de por qué tenemos esa idea en bucle.
En efecto, al cerebro únicamente le preocupa sobrevivir y por ese camino nos guía, con independencia de qué es lo más justo o lo más veraz. Esto es en muchas ocasiones positivo, y en otras no tanto. La buena noticia es que, con frecuencia, ser conscientes de su inclinación nos ayuda a aprovecharlas a nuestro favor. Veamos cómo.
El cerebro no busca la verdad
Hay numerosas situaciones cotidianas en las que podemos comprobar fácilmente que el cerebro no busca la verdad. Este realiza cambios y ajustes a la información que poseemos y percibimos, engrandece algunos aspectos y omite otros; todo ello con el objetivo de simplificarnos la realidad y ahorrar esfuerzos.
Comentario: Vea también: