Traducido por el equipo de SOTT.net

Se llama magnetocola, por supuesto.
Magnetotail
© Courtesy of NASA/Goddard Space Flight Center-Conceptual Image Lab
Quizá no lo sepas, pero el campo magnético de la Tierra tiene cola. Cuando el viento solar golpea el planeta, deja tras de sí una especie de sombra alargada que sigue la estela de nuestro planeta. Los científicos llaman a esta cola magnética magnetocola. Normalmente, la magnetocola está sembrada de tormentas magnéticas.

Pero en los últimos años, los científicos han descubierto un misterio en la magnetocola: una tormenta desaparecida. Han encontrado la firma de una tormenta, pero ninguna que la acompañe. La misión Magnetospheric Multiscale (MMS) de la NASA se ha puesto manos a la obra.

MMS consta de cuatro satélites que se lanzaron en el mismo cohete Atlas V en 2015. Desde entonces, el cuarteto estudia la magnetopausa de la Tierra: la frontera de la región dominada por el campo magnético del planeta. La magnetopausa arde constantemente con reconexiones magnéticas, que se refieren a cuando las líneas que componen un campo magnético se juntan, se separan y vuelven a unirse, creando brillantes ráfagas de calor y energía cinética. (Estas reconexiones, si se producen en la atmósfera terrestre, pueden causar auroras).

Los científicos llaman a estas ráfagas subtormentas. En 2017, el MMS detectó la característica reconexión magnética de una subtormenta, pero no una subtormenta real. Una subtormenta debería ir acompañada de violentas corrientes eléctricas y fluctuaciones del campo magnético, pero el MMS no detectó ni lo uno ni lo otro.

"No hemos observado el movimiento de las líneas del campo magnético a escala global, así que podría ser que esta subtormenta inusual fuera un suceso muy localizado que el MMS observó por casualidad", afirma Andy Marshall, investigador postdoctoral del Southwest Research Institute, en un comunicado. "Si no es así, podría dar una nueva forma a nuestra comprensión de la relación entre la reconexión del lado de la cola y las subtormentas".

Así pues, durante el próximo año, el MMS medirá las reconexiones magnéticas en el campo magnético real de la Tierra, mientras los científicos en tierra realizan simulaciones del campo magnético para comprender cómo se comporta. Mediante la comparación de ambos, los científicos esperan poder resolver el misterio comprendiendo mejor la relación precisa entre la reconexión y los fenómenos que provocan.

"Es posible que existan diferencias significativas entre los patrones globales de convección de la cola magnética de las subtormentas y la reconexión de la cola de las no subtormentas", afirma Marshall.