A las 23:03 de la noche (hora local peninsular) del 29 de mayo, esta brillante bola de fuego fue grabada por los detectores del proyecto SMART. Alcanzó un brillo comparable al de la Luna llena.
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© Shutterstock/Triff
Este bólido también fue observado por diversos testigos que informaron del fenómeno en redes sociales.


El evento ha sido analizado por el investigador responsable del proyecto SMART, el astrofísico José María Madiedo del Instituto de Astrofísica de Andalucía IAA-CSIC. Este análisis ha permitido concluir que el fenómeno se produjo al entrar en la atmósfera terrestre una roca a una velocidad de unos 57 mil kilómetros por hora. La roca procedía de un asteroide. El violento rozamiento con la atmósfera de la Tierra a esta gran velocidad causó que la superficie de la roca (el meteoroide) se calentase y se volviese incandescente, generándose así una bola de fuego que se inició a una altitud de unos 84 km cerca de la vertical de la localidad de Saelices (provincia de Cuenca). Desde ese punto avanzó en dirección noroeste y finalizó a una altitud de unos 21 km cerca de la vertical de la localidad de Huelves (provincia de Cuenca). Destacó por mostrar varias explosiones a lo largo de su trayectoria. Estas explosiones, que se debieron a diversas rupturas bruscas de la roca, provocaron aumentos súbitos de luminosidad. Antes de extinguirse, esta bola de fuego recorrió en la atmósfera terrestre una distancia total de unos 64 km. En ningún momento ha supuesto ningún tipo de peligro o riesgo.

En las imágenes muestran con claridad cómo a lo largo de la trayectoria luminosa del meteoro la roca se rompió en varios fragmentos . El análisis preliminar del evento lleva a la conclusión de que la roca no se destruyó completamente en nuestra atmósfera: una parte de ella habría sobrevivido, cayendo al suelo en forma de meteorito. No obstante, los cálculos preliminares indican que la masa de este meteorito sería solamente de unos pocos gramos.

Esta bola de fuego ha sido registrada por los sistemas del proyecto SMART desde las estaciones de detección ubicadas en Ayora (Valencia), La Hita (Toledo), Calar Alto, Sierra Nevada y Olocau (Valencia). SMART es un proyecto que se desarrolla en el marco de la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa (Red SWEMN). Esta red se coordina desde el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y tiene como objetivo monitorizar continuamente el cielo con el propósito de registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de otros objetos del Sistema Solar.