El presidente francés intenta suscitar apoyos para sus maltrechos centristas.

Macron dijo que tanto la extrema izquierda de Francia Insumisa como la extrema derecha de Marine Le Pen, Agrupación Nacional, aplicaron políticas divisivas que avivaron las tensiones entre las comunidades.
La respuesta de la extrema derecha a la inseguridad "reduce a la gente a su religión o a su origen" y, por tanto, "empuja a la gente hacia la guerra civil", dijo en una entrevista el lunes con el podcast Generation Do It Yourself.
La extrema izquierda, liderada por el incendiario Jean-Luc Mélenchon, fomenta una forma de división con fines electoralistas "que también [promueve] la guerra civil porque reduce a la gente a su grupo religioso o étnico", prosiguió Macron. Se refería a las acusaciones de que Francia Insumisa se posiciona para atraer a votantes musulmanes a través de su posición crítica sobre la guerra de Israel en Gaza.
El presidente francés provocó un gran revuelo cuando convocó elecciones anticipadas el 9 de junio, después de que su coalición fuera derrotada por la ultraderechista Agrupación Nacional en las elecciones europeas. Los franceses se preparan para votar ahora en unas elecciones parlamentarias que podrían enviar a la Asamblea Nacional un número récord de diputados de extrema derecha.

Sondeos recientes apuntan a que la Agrupación Nacional obtendría un 35 por ciento en la primera vuelta del domingo, por delante de una alianza de izquierdas, que incluye al partido Francia Insumisa con un 27 por ciento y a los centristas de Macron con un 19 por ciento.
En los últimos días, los aliados del presidente francés han advertido de los riesgos a los que se enfrenta Francia si los votantes se decantan por la extrema derecha o la extrema izquierda, en particular el riesgo de turbulencias económicas.
El lunes, el presidente fue un paso más allá al advertir que los "extremos" aumentan "el conflicto y la guerra civil".
"Cuando uno está harto, y la vida cotidiana es dura, puede tener la tentación de votar a los extremos que tienen soluciones más rápidas. Pero la solución nunca será rechazar a los demás", dijo.
Comentario: Macron odia ser el líder de Francia. Significa que debe prestar atención a los peones (¡vaya!) sobre los que gobierna. "Júpiter" llegó a la conclusión de que era mejor poner el gato entre las palomas, perder, y luego conseguir un trabajo cómodo dentro de la aristocracia de la UE.
Francia descubre que "Júpiter" Macron no es un líder sino un niño rey petulante