El expresidente Donald Trump lanzó una bomba declarativa en el popular podcast 'All In', en el que inculpó al presidente Biden de haber provocado el conflicto en Ucrania al expresar que sería incorporada a la OTAN. Al día siguiente, el británico Nigel Farage afirmó que la expansión de la OTAN y la UE a la frontera rusa provocaron las diferencias.
Trump Farage
© AP Photo / Gerald Herbert
El connotado analista David Goldman, de Asia Times, expone en exclusiva el contenido volcánico de una entrevista del expresidente Trump con el empresario convertido en comentarista David Sacks, que ha sido desdeñada por los multimedia de EEUU.

En ella, Trump desecha todos los alegatos propagandísticos de la administración Biden y de sus aliados europeos al aseverar que entre las pésimas declaraciones de Biden destaca que "Ucrania se incorporaría a la OTAN", lo cual constituyó una franca provocación que no hubiera ocurrido en caso de que fuera Trump el presidente en turno.

David Goldman asevera que Trump "despedaza la leyenda negra de un ataque ruso" a Ucrania "sin provocar", lo cual ha sido repetido cacofónicamente por los multimedia occidentales. Y agrega que "elestablishment de EEUU ahora sufre la doble humillación de haber provocado un conflicto con Rusia y luego de haberla perdido".

David Goldman selecciona una frase representativa de Trump en su entrevista: "Ucrania nunca hubiera ocurrido. El ataque israelí nunca hubiera sucedido. Y la inflación nunca hubiera sucedido. Estas son tres grandes consideraciones".

Goldman expone una declaración perturbadora del empresario David Sacks en su entrevista con Trump en donde señala que un mes antes del inicio de la operación militar especial rusa en Ucrania "el secretario de Estado Antony Blinken informó al canciller ruso Serguéi Lavrov que la administración no solamente iba a incorporar a Ucrania a la OTAN, sino que también pensaron que era conveniente para EEUU (...) colocar armas nucleares (¡mega-sic!) en Ucrania. No hay que imaginarse que los rusos pegaron el grito en los cielos. Se trata de una provocación", a lo cual asienta Trump.

Goldman recuerda cómo "Rusia no toleraría la membresía de Ucrania en la OTAN" ya que esto "permitiría que EEUU coloque misiles de corto alcance a unos minutos de vuelo de Moscú". Fue cuando el presidente ruso Vladimir Putin declaró que "la alianza y su infraestructura militar han alcanzado las fronteras de Rusia".

Goldman expone que "los miembros del establishment de Washington sabían cómo iba a responder Rusia", lo cual "vislumbraron como una oportunidad para dislocar a Rusia y aplastarla con sanciones económicas".

El tuit de Biden, un mes después de la operación militar especial de Rusia, es imperdible: "Como resultado de nuestras sanciones sin precedentes, el rublo quedó casi inmediatamente reducido a escombros. La economía rusa va camino de reducirse a la mitad. Estaba clasificada como la undécima economía más grande del mundo antes de esta invasión y pronto ni siquiera estará entre las 20 primeras".

¡Sucedió todo lo contrario! Rusia desplazó el año pasado a Japón del cuarto lugar en el ranking económico mundial, según el Banco Mundial.

Goldman remata en forma implacable: "Más que las guerras eternas en Afganistán e Irak, el desastre en Ucrania tiene el potencial de socavar la hegemonía de EEUU de una vez por todas".

Además, aprovecha para exponer que Rusia no ha sido aislada ni mucho menos derrotada, por lo que el establishment "recurre a medidas desesperadas como la colocación de armas occidentales en el territorio de Ucrania", a lo cual Putin ha replicado al ofrecer armas rusas de alta tecnología a Corea del Norte, país que recientemente fue visitado por Putin, un acto de provocó calambres en el establishment estadounidense.

El analista concluye que "los estadounidenses juegan al Monopoly, mientras los rusos juegan ajedrez" cuando "Putin abrió un flanco geopolítico que puede herir a Occidente, con el objetivo de obligarla a aceptar las ganancias territoriales rusas en Ucrania como la neutralidad de Ucrania".

Le faltó agregar a Goldman que, además de gran ajedrecista de la geopolítica, Vladímir Putin es cinta negra judoka, que sabe revirar los golpes.

Como si lo anterior fuera poco, al día siguiente de la entrevista de Trump, el político británico Nigel Farage, líder del partido Reformista — que, entre otras cosas, provocó el Brexit y puede enterrar en las urnas al Partido Conservador el próximo 4 de julio — "levantó un ultraje de sus rivales después de haber declarado que Occidente había provocado el conflicto en Ucrania", según una reseña de CNN.

Pareciera que Trump y su aliado británico Nigel Farage se disponen, en caso de sus respectivos triunfos electorales, a suavizar y a negociar sus relaciones con Rusia.


En este tenor, cabe destacar que los "consejeros de Trump preparan una propuesta de cese al fuego en Ucrania", según The Times, lo cual significaría una tremenda derrota para Biden y sus aliados europeos.