Traducido por el equipo de Sott.net en españolEclipsadas por las audiencias de la confirmación de Kavanaugh, las relaciones entre Estados Unidos y Rusia se vuelven cada vez más peligrosasAunque ninguna de sus alegaciones principales hayan sido comprobados, el escándalo Russiagate es ahora parte central de la nueva Guerra Fría, lo que limita seriamente la habilidad del Presidente Trump de llevar a cabo negociaciones en medio de la crisis con Moscú, y vilipendia aún más al presidente ruso Putin por haber ordenado "
un ataque en contra de Estados Unidos" durante las elecciones presidenciales de 2016. El
New York Times y el
Washington Post han sido los principales promotores de la narración del Russiagate, a pesar de que varios de sus elementos fundamentales han sido seriamente cuestionados, incluso desacreditados.
Sin embargo, ambos periódicos dedicaron recientemente miles de palabras a volver a contar la misma historia, el 20 y el 23 de septiembre, respectivamente, junto con sus evidentes falacias. Por ejemplo, Paul Manafort, durante el momento crucial en que asesoraba al entonces presidente ucraniano Viktor Yanukovych, no era "
pro-ruso" sino pro-Unión Europea. Y contrariamente a las insinuaciones, el General Michael Flynn no hizo nada malo ni sin precedentes al conversar con un representante del Kremlin en nombre del presidente electo Trump. Muchos otros presidentes electos habían instruido a colaboradores de alto rango para que hicieran lo mismo. Los relatos épicos de la narrativa del Russiagate de ambos periódicos, extraordinariamente extensos, estaban plagados de errores similares y acusaciones sin comprobar. (Sin embargo, un destacado historiador, aunque aparentemente poco informado sobre los documentos del Russiagate, así como sobre el liderazgo del Kremlin,
calificó de "
cada vez más plausible" el desacreditado expediente Steele contra Trump, que es la fuente de muchas de esas acusaciones).
Comentario: Sólo para enfatizar el último párrafo de Porter, Trump podría terminar cediendo, pero hasta la fecha se ha opuesto más que todos los presidentes de los EE.UU. desde 1945 juntos. Eso lo hace digno de honor, no de oprobio. El hecho de que la gente (que realmente debería comprenderlo) no pueda ver esto, nos resulta extraordinario.
Hay muchas razones para que a uno no le agrade Trump (razones relativamente superficiales): Está usando el dominio financiero de Estados Unidos para gravar las exportaciones de países extranjeros; su postura pro-Israelí induce a la barbarie; insulta a todo el mundo con sus declaraciones y tuits espontáneos, y con algunos de sus discursos preparados; es un tipo vociferante y ultra estadounidense; (supuestamente) ha engañado a su esposa con una estrella del porno...
Pero si es un "racista" por querer desarmar la Estrella de la Muerte Global del Pentágono, entonces es el presidente estadounidense menos racista en mucho tiempo, posiblemente en toda la historia. Es por eso que Sott.net apoya a este hombre en este asunto esencial, uno que tiene las consecuencias reales más significativas para las personas y el planeta.